Malasia censura la “escena gay” de ‘La Bella y la Bestia’ pero Disney se niega a proyectarla cortada
La nueva película de La Bella y la Bestia sigue dando que hablar. Tras el amago de censura procedente de Rusia, que finalmente ha acabado con una recomendación para mayores de 16 años, ahora ha sido Malasia el país que ha decidido impedir que en los cines aparezca ninguna “escena gay” en el film. Las autoridades gubernamentales consideran que es “inapropiado” para los niños. Malasia solo permite personajes homosexuales si mueren o acaban renunciando a su orientación sexual a lo largo de la película. Sin embargo, la determinación de Disney de negarse a proyectarla censurada provoca que su estreno, previsto para finales de esta misma semana, se posponga indefinidamente. De hecho, con bastante probabilidad, la cinta no será distribuída por los canales comerciales ni cinematográficos de este país con una fuerte LGTBfobia de Estado.
Hace unos pocos días dosmanzanas recogía que Disney está dando tímidos pasos en el camino de la visibilidad: primer beso entre dos chicos en una serie de animación infantil y próximo personaje gay. Este personaje es LeFou (mano derecha del villano Gastón, del que estaría en realidad enamorado) y, a través de él, La Bella y la Bestia, tal y como ha revelado el propio director, hará que sea la primera película de Disney con un “momento exclusivamente gay”. Este hecho levantó las alarmas en Rusia. El propio ministro de Cultura, Vladimir Medinsky, aseguraba que “tan pronto como obtengamos una copia de la película con documentación relevante para su distribución, consideraremos si es de acuerdo a la ley”.
Al final, parece que en esta ocasión la administración de Vladimir Putin ha decidido optar por el camino del medio: La Bella y la Bestia no será prohibida en Rusia pero se ha calificado para mayores de 16 años, aún siendo una película destinada principalmente para el público infantil. Recordemos que Vitaly Milonov, el LGTBfóbico diputado de Rusia Unida (el partido de Putin), había intentado que no se proyectara la película en el país por su “propaganda desvergonzada del pecado”.
Para este oscuro personaje de la política rusa hay que proteger “a la niñez y la juventud de la suciedad del mundo, conservar la pureza de los niños y alejar a nuestros hijos de los fenómenos peligrosos y corruptores”. No es ninguna casualidad, dados sus antecedentes, que Milonov solo ponga el grito en el cielo cuando se trata de temas relacionados con la orientación sexual o la identidad de género. En ningún caso por violencia extrema, machismo o xenofobia, entre otros.
Disney opta por no proyectarla censurada en Malasia
La factoría Disney ha decidido que, ante el planteamiento de Malasia de cortar la “escena gay” de La Bella y la Bestia no estrenara la película en el país, como estaba previsto, a finales de esta semana. Aunque, por el momento, solo se ha hablado de cancelación del estreno todo hace indicar que la postura de Disney será extensible al resto de canales de distribución cinematográfica y comercial en Malasia.
El presidente de la Junta de Censura de Películas en Malasia, Abdul Halim Abdul Hamid, ha dejado claro que las escenas que “promueven la homosexualidad” están prohibidas en el país, siempre y cuando el personaje cuya orientación sexual no sea la heterosexual no muera o “se arrepienta” claramente durante la trama. Abdul Hamid explica que “la hemos aprobado, pero hay un corte menor que involucra un momento gay. Es solo una escena corta, pero es inapropiada porque muchos niños verán esta película”. La respuesta de Disney a esta política censora es que “la película no ha sido ni será cortada para Malasia”.
LGTBfobia de estado en Malasia
En Malasia la homosexualidad está perseguida y se castiga con penas de hasta 20 años de cárcel (especialmente las relaciones entre hombres gais). De hecho, allá por 2011 nos hacíamos eco de las intenciones de varios líderes musulmanes malasios de endurecer las medidas contra la homosexualidad y en 2015 el primer ministro, Najib Razak, comparaba a las personas LGTB con el Estado Islámico, alegando que carecen de derechos humanos.
Malasia es un país de variada composición étnico-religiosa, aunque de mayoría musulmana, en el que conviven leyes civiles, de obligado cumplimiento para todos, y leyes islámicas, de aplicación a los ciudadanos musulmanes.
Dosmanzanas viene dando cuenta de la LGTBfobia social y política imperante en este pequeño estado peninsular de Asia. El pasado mes de febrero, en un vídeo promovido por el Departamento de Desarrollo Islámico de Malasia (JAKIM), se sugería a los homosexuales que “aprender” a ser hetero es igual que iniciarse en la equitación. Otros ejemplos son el anuncio de censura de programas con personajes homosexuales, la cancelación de un Festival que se celebraba desde 2008 para promover el respeto a la diversidad sexual o la censura de la canción Born This Way, de Lady Gaga, por su contenido LGTB. También en 2012, un joven gay musulmán recibía amenazas de muerte por difundir un vídeo en el que animaba a otros homosexuales a salir del armario. Con anterioridad, concretamente en noviembre de 2008, informábamos sobre un edicto de las autoridades musulmanas contra las “actitudes masculinas” en las mujeres, entre las que se incluía el lesbianismo y el vestir “como hombres”.