Reino Unido deniega el asilo a un joven gay ugandés por no poder «probar» su homosexualidad
El gobierno británico ha denegado el asilo por motivo de orientación sexual a un hombre ugandés al no considerar «probada» su condición de gay. Abbey Kyeyune, que reside en Manchester desde 2014, podría ser deportado en cualquier momento a Uganda, un país que castiga la homosexualidad con penas de cárcel.
Abbey Kyeyune tuvo que huir de Uganda cuando sus familiares descubrieron que pese a sus amenazas seguía manteniendo relaciones con otros chicos. La violenta reacción de su familia fue la que le movió a abandonar su país. Posteriormente supo que las autoridades ugandesas habían detenido al que fue su última pareja allí y emitido una orden de arresto contra él mismo. Desde 2014 Abbey reside en el Reino Unido, a la espera de conseguir el asilo político por motivo de orientación sexual.
Ahora las autoridades competentes británicas le han denegado la petición por motivo de orientación sexual al considerar que Kyeyune no ha demostrado fehacientemente su condición homosexual. El joven asegura que si vuelve a Uganda, su propia familia «lo matará». Una amenaza que pende sobre su cabeza desde una reunión familiar que tuvo lugar en 2007 en la que se planteó el tema, y en la que sus familiares le instaron a no comportarse públicamente como gay. De hecho, Abbey ha sufrido varias palizas a manos de miembros de su familia al tener estos noticia de que estaba mateniendo relaciones con otros chicos. Finalmente Abbey, al ver el cariz que tomaban los acontecimientos, consiguió abandonar Uganda y volar a Reino Unido.
Philip Jones, coordinador de un grupo de apoyo a solicitantes de asilo LGTB, ha comenzado una petición en change.org con el objetivo de detener la inmediata deportación de Abbey, que de hecho estaba previsto que tuviera lugar este pasado lunes aunque finalmente no tuvo lugar (podría producirse en cualquier momento). En la petición, Jones da detalles del proceso de asilo. Entre otros, que Abbey, un chico sin educación superior, no estaba adecuadamente preparado para la entrevista, o que no le fue notificada la resolución negativa en plazo para poder apelarla. Jones, que asegura en The Independent que al principio Abbey se mostraba tímido y muy reservado, confirma sin embargo que conforme ha ido ganando confianza se muestra abiertamente gay en su vida diaria, que sus amigos y conocidos no dudan de que efectivamente lo es y que incluso ha acabado involucrándose en grupos LGTB. En definitiva, el enésimo ejemplo de las enormes dificultades a las que los solicitantes LGTB de asilo tienen que enfrentarse.
Por su parte, Karen Doyle, portavoz de Movement for Justice, una asociación por los derechos de las personas solicitantes de asilo, ha recordado que «los solicitantes de asilo LGTB se encuentran en la imposible situación de probar su sexualidad» y que de hecho si se pidiese en una entrevista a cualquier británico LGTB lo que se le pide a los solicitantes de asilo (con qué personas han tenido relaciones sexuales y en qué fechas, una descripción de su proceso de salida del armario, etc.) muchos tendrían serias dificultades para «probar» de forma convincente su sexualidad.
Según ha informado hoy mismo Philip Jones, Abbey sigue detenido. Su abogado ha solicitado que se reevalúe de nuevo el caso, y aunque se encuentra bajo de ánimo por la experiencia que está viviendo ha querido dar las gracias a todos los que lo están apoyando. Os recordamos, de hecho, que la petición en change.org sigue abierta y podéis firmarla.