Torturadas y asesinadas dos mujeres trans por la Policía de la Moral de Arabia Saudí
Terribles noticias nos vienen desde Arabia Saudí. Dos mujeres trans han sido brutalmente torturadas hasta la muerte por la Policía de la Moral saudí. Ambas formaban parte de las 35 detenidas hace unos días, a quien el portavoz policial se refirió como “hombres vestidos y maquillados como mujeres”. Otras 22 mujeres permanecen aún detenidas en lamentables condiciones, mientras que 11 han logrado ser liberadas tras pagar una cuantiosa multa.
Según la activista transexual paquistaní Qamar Naseem, lo que en un principio se difundió por la Policía de la Moral saudí como la detención de 35 personas por participar en una “fiesta homosexual”, en realidad se trató de una redada contra un grupo de mujeres trans, la mayoría de origen paquistaní, perseguidas por vulnerar la sharía, o ley islámica. Dado que las autoridades islámicas saudíes no reconocen su identidad de género, se las detuvo por vestirse con ropas que no corresponden al género asignado al nacer. El mismo portavoz policial, Fuaz bin Yamil al Maiman, reconoció que habían estado vigilando al grupo de mujeres por violar los códigos de vestimenta islámicos.
Una vez detenidas, fueron sometidas a una sádica tortura, consistente en introducirlas en sacos y golpearlas brutalmente con palos. Amna, de 35 años, y Meeno, de 26, no sobrevivieron al castigo, falleciendo el pasado 28 de febrero. En palabras de Qamar Naseem, “torturar a personas tras introducirlas en bolsas y golpearlas con palos es inhumano. El sufrimiento terminó para ellas dos después de ser torturadas físicamente, sin embargo, el resto todavía languidece en las cárceles sauditas. Nadie está allí para salvarlas ya que la vida de una persona transgénero no tiene ningún valor para nadie, ni siquiera para nuestro propio gobierno».
La activista también ha dado a conocer que 11 de las detenidas han podido salir liberadas tras pagar una elevada multa de 150.000 riyales (38.000 euros, 40.000 dólares). Las otras 22 permanecen en prisión, sin poder recibir ayuda alguna del exterior.