Un adolescente gay escocés de 14 años es hallado muerto semanas después de subir a YouTube un vídeo sobre su acoso homófobo
Triste noticia la que nos llega desde Escocia. Liam McAlpine, un muchacho abiertamente gay de 14 años, era encontrado sin vida en su habitación, después de haber ingerido una combinación de tres tipos de pastillas. Aunque la policía ha calificado su muerte de “inexplicable” y no se ha esclarecido si se trata de un suicidio o de un accidente, lo cierto es que McAlpine denunciaba hace menos de 15 días haber sido víctima diaria de acoso homófobo durante toda la educación primaria. El propio joven decía sentirse “orgulloso de ser gay” y, si bien aclaraba que desde que estaba en secundaria (al menos hasta el momento de publicar su vídeo) “no estoy siendo acosado”, era testigo del sufrimiento de otros compañeros “todo el tiempo”.
“Como familia estamos devastados por la pérdida de nuestro amado hijo, nieto, sobrino y hermano”, razón por la que “deseamos quedarnos en privado para llorar”. Con estas palabras se expresaban los allegados más cercanos del adolescente gay escocés Liam McAlpine, fallecido tras consumir una mezcla de citalopram (un antidepresivo), propanolol (un medicamento de la familia de los betabloqueantes, usado entre otros en trastornos cardiovasculares) y fexofenadina (un antihistamínico). Todavía no se ha revelado con exactitud de dónde obtuvo estos medicamentos, aunque varios medios han dejado caer que “circulaban por la escuela”.
Por su parte, la directora de la Escuela Secundaria Glenrothes, Avril McNeil, ha aseverado que el personal y los alumnos están “profundamente consternados” por la muerte de MacAlpine. Además, la responsable del centro dice que “será extrañado dentro de nuestra comunidad escolar” y ha querido dejar claro que “tenemos una política robusta contra el acoso». Sin embargo, a pesar de las buenas palabras de la directora o incluso de las políticas contra el bullying que pueda tener la escuela, en el vídeo que colgó Liam hace aproximadamente dos semanas (y que reproducimos a continuación) denunciaba ser testigo del acoso de otros compañeros “todo el tiempo” y reclamaba que el instituto y el colegio deben ser “un lugar seguro”, a los que “se va a aprender”.
Solo unos días antes, Liam MacAlpine subía a su cuenta de YouTube otro vídeo en el que salía públicamente del armario como gay. En sus vídeos el joven dejaba claro que tras haber sido víctima del acoso homófobo había asumido su orientación sexual, por lo que ya “no me importa si me juzgan, soy quien soy y estoy orgulloso de ser gay”.
Lamentablemente, esa aparente fortaleza no ha impedido el trágico desenlace, aún sin conocer el alcance real del bullying sufrido durante toda su educación primaria o si después de subir estos vídeos padeció algún otro episodio de acoso que no ha trascendido a la luz pública. Esperamos que estas circunstancias se aclaren. Descansa en paz, Liam.