Un grave caso de acoso homófobo en el Ejército, ante los tribunales militares

Grave caso de acoso homófobo en el seno del Ejército. Aunque es ahora cuando se han conocido los detalles (ayer los publicaba El Confidencial), los hemos se remontan al año pasado, cuando David L.L. fue objeto de burlas por su condición homosexual durante su estancia en la Escuela de Submarinos de Cartagena. El pasado 22 de enero el joven militar explotaba en pleno servicio y agredía a dos de sus compañeros.

El militar se encontraba a bordo de la fraganta Canarias, atracada en ese momento en Sicilia, cuando estalló y agredió con arma blanca a otro sargento, Martín A.A., quien sufrió una herida en el hombro derecho. Ese mismo día el joven protagonizó otra segunda agresión contra la también sargento Patricia M.P., a la que además insultó. «Vosotros tenéis la culpa de todo», les gritó, según sostuvo en su comparencencia ante el juzgado militar. «Sabes muy bien lo que ha pasado en la Escuela de Suboficiales, hija de puta», le dijo en concreto a su compañera. «En la escuela todos sabían lo que me pasaba y el comandante de brigada no hizo nada; llevo mucho tiempo sufriendo ‘bullying’ en la puta Armada, desde marinero», añadió en ese momento.

El Juzgado Togado Militar nº 12 de Madrid comenzó a investigar los hechos, que «pusieron en riesgo» la seguridad del buque. Ante este juzgado, David L.L. acusó directamente al sargento Mario G.G. de ser el que más fomentaba las burlas contra su persona, aunque no era el único. La propia Patricia M. P. habría tenido conocimiento de todo lo que estaba ocurriendo, según detalla el juzgado en un auto firmado el pasado 7 de febrero.

Tras la declaración del presunto agresor, de hecho, la investigación dio un giro procesal. La titular del juzgado solicitó un reconocimiento psiquiátrico del acusado, que de hecho ratificó su testimonio. «Como antecedentes patobiográficos de interés, se encuentran los de haber sufrido previamente un grave trastorno de ansiedad cronificado durante su periodo de formación en la Armada y en relación con vivencias subjetivas de alusión de los demás compañeros en relación a su condición sexual, lo que motivó la petición de baja del curso de submarinos que realizaba así como alguna ideación y gesto autolítico no elaborado, sin acudir a especialista alguno», expresaba el informe. «Gesto autolítico», conviene precisar, es un eufemismo médico para referirse a un intento de suicidio.

David L.L sigue imputado, pero la titular del juzgado ordenó abrir un proceso paralelo para investigar los hechos declarados por el sargento y apoyados por el informe psiquiátrico, derivando la causa al Juzgado Togado Militar nº 14 de Cartagena para que se investigue un posible delito contra los derechos fundamentales contemplado en el artículo 49 del Código Penal Militar (que vendría a ser el equivalente a delito de odio en la jurisdicción civil). Ahora es la Fiscalía militar la que debe solicitar las diligencias que considere necesarias para averiguar qué pasó realmente durante el periodo de formación de David L. L. Este sigue por el momento en activo, pendiente de que se le asigne un nuevo destino.

COLEGAS pide una reunión con la ministra de Defensa

El Observatorio Español contra la LGBTfobia (StopLGBTfobia), vinculado al colectivo COLEGAS, ha lamentado en un comunicado lo sucedido y ha recordado lo incompleto del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo en las Fuerzas Armadas que fue aprobado por el Consejo de Ministros en octubre. “Se trató de una oportunidad única perdida de modernizar al Ejército español, hacerlo totalmente inclusivo y dotarlo de un protocolo de actuación integral no únicamente protegiendo un único tipo de hostigamiento y exclusión sino también a cualquier tipo de acoso y discriminación, como el que a afecta a muchos LGBT aún hoy en las Fuerzas Armadas, o a otras personas en base a su origen racial o étnico, religión, opiniones, convicciones o cualquier otra circunstancia”, ha asegurado el presidente del Observatorio, Paco Ramírez.

Desde StopLGBTfobia ha solicitado una reunión urgente con la ministra de Defensa, a la que han remitido una carta detallando los problemas que el actual Ejército español tienen con la diversidad sexual y de otro tipo. «Las vejaciones, humillaciones, discriminaciones, comentarios insultantes y situaciones incómodas, así como innumerables obstáculos y frenos en sus carreras profesionales y evaluaciones negativas de los mandos son el pan de cada día en el Ejército español para muchos homosexuales y transexuales. Se han producido hasta incluso palizas que no se denuncian para no ver empeorada su situación. En definitiva, respeto cero”, explican, desde el Observatorio, que recuerda que ya han pasado más de 16 años desde que el teniente coronel José María Sánchez Silva se convirtiese en el primer militar homosexual español de alto rango en salir públicamente del armario y denunciar la situación de discriminación de las personas LGTB en el Ejército. Unas declaraciones que por cierto dieron al traste con su carrera militar.

“Desde el Observatorio pedimos al Ministerio de Defensa que se abra más a la diversidad y lleve al Ejército en la senda de la modernidad y la inclusión (…) España podría avanzar más en el respeto a la diversidad en el Ejército, capacitando a los soldados y sobre todo a los mandos en la gestión de la diversidad de orientación afectivo-sexual y de identidad de género, apoyando y reconociendo a las parejas homosexuales de miembros del Ejército, y sobre todo incluyendo todos los comportamientos discriminatorios en su protocolo de actuación ante el acoso sexual y la discriminación”, añaden.