Una economista abiertamente lesbiana, cabeza de cartel de la extrema derecha de AfD para las elecciones alemanas
Entre la estrategia política y el cinismo absoluto: Alternativa para Alemania (AfD), partido de derecha reaccionaria, ha elegido a una candidata abiertamente lesbiana como cabeza de cartel para las próximas elecciones generales, junto a un exmiembro de la CDU. Alice Weidel, unida civilmente a otra mujer y con dos hijos, defenderá un programa que pretende, entre otras cosas, acabar con la educación en la diversidad afectivo-sexual y blindar la discriminación de las parejas del mismo sexo.
Los partidos políticos alemanes calientan motores para las elecciones generales del próximo mes de septiembre. El pasado fin de semana, Alternativa para Alemania celebró su congreso en Colonia. Además de discutir el programa electoral, los miembros del partido de extrema derecha eligieron a sus dos cabezas de cartel, que serán las caras más visibles durante la campaña. Tras la renuncia de la líder Frauke Petry a presentarse, la formación escogió a Alexander Gauland, exmiembro de la CDU con la que ocupó diversos cargos públicos, y a Alice Weidel, economista afiliada a la AfD desde 2013.
Especialmente llamativo es el caso de Weidel. De 37 años de edad, unida civilmente a otra mujer y con dos hijos, su designación choca frontalmente con las posiciones indisimuladamente LGTBfobas del partido. En el programa electoral acordado, la AfD aboga por la promoción de la “familia tradicional” como “modelo” a seguir, invocando para ello la “protección especial” que establece la Constitución alemana para la familia y el matrimonio. Dos instituciones en las que, para la formación ultraconservadora, no caben modelos diferentes del tradicional.
La educación en la diversidad afectivo-sexual es otro de los caballos de batalla de la AfD. El programa apela a terminar con lo que califican de “adoctrinamiento político-ideológico” y condena la enseñanza positiva de la homosexualidad y la transexualidad y lo que ellos llaman “ideología de género” (“Gender-Mainstreaming”). “La escuela no debe convertir a nuestros hijos en un juguete de las inclinaciones sexuales de una minoría ruidosa”, llega a afirmar el documento.
Weidel se suma ahora a otros dirigentes LGTB en partidos de extrema derecha. Por ejemplo Florian Philippot, vicepresidente del Frente Nacional francés, cuya homosexualidad reveló una revista. El holandés Pim Fortuyn, asesinado en 2002, es otro caso. E incluso se discutió mucho sobre la orientación del austriaco Jörg Haider, presidente del FPÖ fallecido en 2008, después de que un hombre asegurara haber sido su pareja durante muchos años. Por el momento, la flamante candidata de AfD no se ha pronunciado sobre los postulados de su partido con respecto a la realidad LGTB.
Lo que está claro también es que hay una parte de los homosexuales que se sienten atraídos por el discurso islamófobo de las formaciones de extrema derecha en auge en Europa. Recientemente nos referíamos a este fenómeno, confirmado por alguna encuesta con motivo de la clasificación de Marine Le Pen para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Y aventuramos que la AfD no va a dudar en intentar zafarse de las acusaciones de LGTBfobia utilizando a su candidata lesbiana.
El preocupante ascenso de la AfD en Alemania
El ascenso continuado de la AfD, que a pesar de un cierto estancamiento en los últimos meses sigue en tercera posición en las encuestas, es una pésima noticia para la comunidad LGTB alemana. La formación se apuntó con entusiasmo al movimiento homófobo Demo für alle, un calco de la francesa Manif pour tous que lucha contra la educación en la diversidad afectivo-sexual en las escuelas alemanas. El plan educativo propuesto por el Gobierno regional de Baden-Wurtemberg provocó la ira de los ultraconservadores por incluir entre sus objetivos la “aceptación de la diversidad sexual”. La Demo für alle llevó a cabo una serie de manifestaciones en las cuales participó activamente el partido derechista.
Bajo la dirección de Frauke Petry, la formación también ha hecho causa común con el movimiento islamófobo Pegida. Con el debate sobre la llamada crisis de los refugiados todavía candente, la AfD obtuvo sus mayores éxitos hasta la fecha en las elecciones regionales celebradas en marzo de 2016. Plenamente establecidos como un nuevo actor de la política alemana, la AfD presentó también en marzo del año pasado su programa marco para las próximas citas electorales, que ahora han desarrollado.
Mientras tanto, las declaraciones LGTBfobas se fueron sucediendo: en abril del año pasado, una representante de la AfD sugería que los hijos de las parejas del mismo sexo son más propensos a convertirse en criminales. Unos meses después, un diputado del parlamento regional de Sajonia-Anhalt lanzaba una exclamación, matizada después, a favor del encarcelamiento de la población LGTB en Alemania. En resumen, una formación que, si se confirman los pronósticos, traerá consigo una derechización de la política alemana y abrirá un panorama aún más sombrío para los derechos LGTB en el país más poblado y económicamente poderoso de la Unión Europea.
Homonacionalismo, pinkwashing. Estos términos cada vez explican más la realidad LGBTI actual.
Es una pena ver cómo cala el discurso del miedo y el odio, y cómo parece que nos hemos olvidado de que nosotros también fuimos perseguidos por ideas similares. Y no sólo eso, sino que sin haber conseguido una igualdad plena es posible llegar a defender y votar a quien pretende hacernos retroceder.
«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»
– Martin Niemöller –
Cuando los moros fueron a por los homosexuales tú callaste. Y cuando toque tu turno llorarás.
El odio sólo puede generar más odio.
Ni todas las personas musulmanas son homófobas, ni todos los homófobos son musulmanes.
Si queremos llegar a vivir libres y sin miedo, no nos queda otro remedio que garantizar a los demás esa libertad y tranquilidad que buscamos.
La educación y la solidaridad son las únicas claves a largo plazo, tanto para mostrar a los homófobos que la diversidad sexual es una realidad válida, como para mostrar a los racistas que cualquier persona tiene la misma dignidad y derecho a vivir que él mismo.
(A corto plazo no estaría de más acabar con las guerras, pero eso ya es otro tema)
El discurso de odio barato puede que funcione en otros lados. Aquí te has equivocado de lugar.
Pym Fortuyn no fue un político de extrema derecha a pesar de que los medios izquierdosos como este insistan en tildarlo de esa forma. Este político holandés defendía la libertad y la igualdad, y por ello consideraba necesario combatir el machismo y la homofobia islámica. Fue asesinado precisamente por aquellos que criticaba.
Vuestra forma de escribir os delata. Utilizáis el término «islamófoba» para atribuir connotaciones negativas a la lucha contra esos salvajes. No os veo utilizar palabras como nazifobia o cristofobia hacia la gente que combate esas ideologías cuando todos son la misma mierda.
La realidad es que los homosexuales sufrimos acoso islámico a diario por toda Europa convirtiéndose en el mayor de nuestros problemas. Y viendo que la izquierda promueve ese tipo de inmigración nos vemos obligados a refugiarnos en partidos contrarios a esa ideología asesina, aunque por el camino tengamos que perder algunos de nuestros derechos.
Ahora censurar mi comentatio como hacéis siempre porque no tenéis argumentos.
Esto me recuerda los dos movimientos homosexuales de la República de Weimar, uno más feminista y otro machista que al final derivó en un apoyo a los nazis. Aquí sustituimos el odio a los judíos por el odio a los musulmanes y tenemos lo mismo, un apoyo a la extrema derecha con la promesa de solucionar una situación dejando de lado diálogo y sentido común. La historia nos dice que los nazis desecharon a los homosexuales (Ernst Röhm) en cuanto se sintieron fuertes. Y algo parecido sucederá en un partido en el que algunos de sus representantes piden meternos en la cárcel. Yo por mi parte apoyo el discurso del policía gay asesinado en París, hay que actuar sin odio, porque los hay que utilizan el odio para manipular y conseguir sus ocultos fines.
Para que se vea que la orientación sexual no tiene nada que ver con ser gilipollas, ni con ser una hijadeputa. Y que es compatible ser las dos cosas a la vez siendo lesbiana.
Sin duda la noticia merece un análisis. Le Pen está usando mensajes parecidos en Francia. Al hecho de que es mujer se une que ha retirado el nombre de su partido de la cartelería, para intentar captar votos más moderados. Y parece que le está funcionando: la distancia entre Macron y Le Pen se está reduciendo. Esta mañana Le Pen ha aparecido en un acto de Macron en una factoría francesa. Ella ha sido vitoreada y él abucheado por los trabajadores. Estamos en un momento crítico, muy similar al año 33. La crisis económica, social, política y cultural que vivimos alienta a los extremismos, en los que incluyo a Podemos. Y de ese mejunje puede salir un caldo muy poco digestivo. El fanatismo, el nacionalismo, el recelo nunca han dado buenos frutos. ¿Quién es el responsable? Por supuesto, los partidos tradicionales, herederos del sistema político liberal y económico social, que han sido incapaces de evitar la corrupción, la crisis y su propio descrédito. No me extrañaría que a Rajoy le ocurriese como a Fillon tras la operación Lezo. Del PSOE, qué decir… Por unir esta situación global a la particular del movimiento LGTB, hay que decir que si bien los derechos fueron ganados por movimientos socialistas o socialdemócratas, ha sido en un entorno liberal como el nuestro donde han fructificado, aunque con muchas dificultades (la idealización del cuerpo, la mercantilización de las personas gays, etc). Y si ese sistema liberal se hunde, se hundirá el respeto a las personas LGTB como sucede en Rusia, gran ganadora de que ganen personajes como Le Pen o Iglesias. Así pienso.
No sabía que los medios estaban comparado a Le Pen con Podemos. No suelo consultar los grandes medios de comunicación, eso que me ahorro.
Resulta que llevan desde que apareció podemos poniendo en la televisión documentales sobre los nazis, que si una crisis económica, que si surgen políticos peligrosos, ¡y tú vas y picas! Supongo que Podemos es tan amenazador para los gays como Le Pen… en fin.
Sin duda la noticia merece un análisis. Le Pen está usando mensajes parecidos en Francia. Al hecho de que es mujer se une que ha retirado el nombre de su partido de la cartelería, para intentar captar votos más moderados. Y parece que le está funcionando: la distancia entre Macron y Le Pen se está reduciendo. Esta mañana Le Pen ha aparecido en un acto de Macron en una factoría francesa. Ella ha sido vitoreada y él abucheado por los trabajadores. Estamos en un momento crítico, muy similar al año 33. La crisis económica, social, política y cultural que vivimos alienta a los extremismos, en los que incluyo a Podemos. Y de ese mejunje puede salir un caldo muy poco digestivo. El fanatismo, el nacionalismo, el recelo nunca han dado buenos frutos. ¿Quién es el responsable? Por supuesto, los partidos tradicionales, herederos del sistema político liberal y económico social, que han sido incapaces de evitar la corrupción, la crisis y su propio descrédito. No me extrañaría que a Rajoy le ocurriese como a Fillon tras la operación Lezo. Del PSOE, qué decir…
Mensaje duplicado. Perdón.
Estoy de acuerdo contigo, detesto el irracionalismo, el dogmatismo y la incoherencia. No entiendo aquellos que critican algo según quién lo haga. Y en este caso también se simplifica todo colocando etiquetas desprestigiantes. En el caso del AFD sí estoy de acuerdo que hay que ser idiota para votarlo siendo homosexual porque su posicionamiento antiLGTB está claro (como ocurre en España con Vox y productos similares) pero Pim Fortuyn no tiene nada que ver, él era un liberal y un demócrata que planteaba una política migratoria razonable, enfrentada por tanto con el hegemónico buenismo autodestructivo .
El caso de Le Pen no es tan radical como el del AFD pero aun así su postura ante temas LGTB, aunque han progresado, sigue siendo insuficiente (para mí todo lo que no sea igualdad de trato y consideración es insuficiente y dañino. Entendiendo la libertad sexual como un derecho fundamental que merece especial protección).
Sin embargo, sí podría votar a alguien como Geert Wilders a pesar de ser antieuropeísta (es lo único que no me gustaría de su programa pues está totalmente a favor de la igualdad LGTB).
Lo que no se puede seguir negando es que existe un problema muy importante ocasionado por una mala política migratoria y económica que sólo beneficia a una élite económico-financiera sin escrúpulos, generando daños como:
1. La «globalización económica» (deslocalización, evasión fiscal, dumping y competencia desleal…).
2. El problema de la «inmigración masiva» (disminución de salarios y derechos laborales, aumento del gasto social, exclusión laboral y social de grandes grupos de población autóctona…).
3. Y, merece mención aparte, determinada «inmigración antioccidental y antidemocrática» (que no aspira a integrarse y mezclarse sino a imponerse demográficamente sobre la población local y acabar implantando su cultura y valores antioccidentales y antidemocráticos. O sea, un proceso de colonización en toda regla aunque sea soterrado).
El dilema para muchos votantes no es elegir entre mantener el Status Quo (que favorece sólo a la élite económico-financiera) frente a partidos ultraconservadores (derecha nacionalista y tradicionalista) sino cómo proteger el modelo (el cual no defiende ningún partido del sistema) de la Europa del bienestar; social y culturalmente occidental; y cuyo sistema de valores y de convivencia es la democracia frente a otro modelo de tipo subdesarrollado, antioccidental y teocrático, el cual está imponiéndose poco a poco por culpa de esa élite económico-financiera sin escrúpulos. Y seguramente habrá muchos que piensen que quizás es mejor arriesgarse a retroceder una década bajo un eventual gobierno de ese tipo de partidos ultraconservadores, el cual siempre puede revertirse en unas nuevas elecciones que retroceder un milenio bajo un sistema teocrático y subdesarrollado que una vez establecido triunfalmente sería irreversible.
En conclusión, no estaríamos en esta situación si el sistema no se hubiese blindado ante cualquier intento de establecer una política migratoria y económica sensata, pertinente y justa que simplemente responda a los intereses y necesidades de sus ciudadanos; y garantice y fomente la supervivencia y el desarrollo de la cultura, economía y sociedad (población) autóctona, europea y occidental.
Estoy de acuerdo con Jose, detesto el irracionalismo, el dogmatismo y la incoherencia. No entiendo aquellos que critican algo según quién lo haga. Y en este caso también se simplifica todo colocando etiquetas desprestigiantes. En el caso del AFD sí estoy de acuerdo que hay que ser idiota para votarlo siendo homosexual porque su posicionamiento antiLGTB está claro (como ocurre en España con Vox y productos similares) pero Pim Fortuyn no tiene nada que ver, él era un liberal y un demócrata que planteaba una política migratoria razonable, enfrentada por tanto con el hegemónico buenismo autodestructivo .
El caso de Le Pen no es tan radical como el del AFD pero aun así su postura ante temas LGTB, aunque han progresado, sigue siendo insuficiente (para mí todo lo que no sea igualdad de trato y consideración es insuficiente y dañino. Entendiendo la libertad sexual como un derecho fundamental que merece especial protección).
Sin embargo, sí podría votar a alguien como Geert Wilders a pesar de ser antieuropeísta (es lo único que no me gustaría de su programa pues está totalmente a favor de la igualdad LGTB).
Lo que no se puede seguir negando es que existe un problema muy importante ocasionado por una mala política migratoria y económica que sólo beneficia a una élite económico-financiera sin escrúpulos, generando daños como:
1. La «globalización económica» (deslocalización, evasión fiscal, dumping y competencia desleal…).
2. El problema de la «inmigración masiva» (disminución de salarios y derechos laborales, aumento del gasto social, exclusión laboral y social de grandes grupos de población autóctona…).
3. Y, merece mención aparte, determinada «inmigración antioccidental y antidemocrática» (que no aspira a integrarse y mezclarse sino a imponerse demográficamente sobre la población local y acabar implantando su cultura y valores antioccidentales y antidemocráticos. O sea, un proceso de colonización en toda regla aunque sea soterrado).
El dilema para muchos votantes no es elegir entre mantener el Status Quo (que favorece sólo a la élite económico-financiera) frente a partidos ultraconservadores (derecha nacionalista y tradicionalista) sino cómo proteger el modelo (el cual no defiende ningún partido del sistema) de la Europa del bienestar; social y culturalmente occidental; y cuyo sistema de valores y de convivencia es la democracia frente a otro modelo de tipo subdesarrollado, antioccidental y teocrático, el cual está imponiéndose poco a poco por culpa de esa élite económico-financiera sin escrúpulos. Y seguramente habrá muchos que piensen que quizás es mejor arriesgarse a retroceder una década bajo un eventual gobierno de ese tipo de partidos ultraconservadores, el cual siempre puede revertirse en unas nuevas elecciones que retroceder un milenio bajo un sistema teocrático y subdesarrollado que una vez establecido triunfalmente sería irreversible.
En conclusión, no estaríamos en esta situación si el sistema no se hubiese blindado ante cualquier intento de establecer una política migratoria y económica sensata, pertinente y justa que simplemente responda a los intereses y necesidades de sus ciudadanos; y garantice y fomente la supervivencia y el desarrollo de la economía, cultura y sociedad (población) autóctona, europea y occidental.
PD: He respondido directamente al mensaje de Jose pero como no ha aparecido lo escribo otra vez, espero que no salga duplicado.