Tom Daley y Dustin Lance Black celebran su boda
Año y medio después de que anunciaran su compromiso con un discreto anuncio en la prensa, el saltador de trampolín Tom Daley y el guionista, director y productor Dustin Lance Black han celebrado por fin su boda, de la que han difundido algunas fotografías en redes sociales. Desde dosmanzanas felicitamos a los recién casados y les deseamos lo mejor.
Fue a finales de 2013 cuando Tom Daley, el popular saltador olímpico británico, confirmó en una entrevista su relación con el estadounidense Dustin Lance Black, ganador de un Óscar por el guión de Mi nombre es Harvey Milk. Daley contó en aquella ocasión que el origen de la relación se remontaba a cuando ambos coincidieron en marzo de ese año en la ceremonia de los Kids’ Choice Awards, en Los Ángeles. En palabras del joven atleta, fue “amor a primera vista». «Nunca he sentido algo así. Y fui yo quien dio el primer paso. Al terminar la noche, ni siquiera habíamos hablado pero escribí mi nombre en sus notas y puse ‘llámame’ con el dibujo de una cara haciendo un guiño. A la mañana siguiente recibí un mensaje de texto”, contó. Daley refirió también el malestar con el que al principio vivió el secreto de la relación: “Tenía cadenas en torno a mí. No podía decir nada y no podía ser quien quería ser”.
Muchas cosas han cambiado desde entonces: Tom Daley, que el próximo 21 de mayo cumplirá 23 años, salió «oficialmente» del armario como gay en abril de 2014 y hoy día es ya todo un icono de visibilidad. Pero lo que parece seguir tan firme como en sus primeros momentos es su relación con Dustin Lance Black, de 43 años, que finalmente ha culminado en lo que los medios de sociedad han calificado como «boda de cuento de hadas». Y no es que su relación no haya atravesado momentos de crisis. Hace unos meses Daley admitía por ejemplo estar arrepentido de haber intercambiado imágenes de contenido sexual con otro hombre, en una relación online que según explicó había tenido lugar durante un paréntesis en su relación con Dustin Lance Black que sin embargo la pareja había decidido no hacer público.
Lo cierto es que la boda, a la que acudieron 120 invitados entre familiares y amigos cercanos, fue desde luego de ensueño: dos novios guapísimos, un escenario idílico (los jardines del lujoso castillo de Bovey, al sur de Inglaterra), referencias a Romeo y Julieta… Almíbar suficiente como para desencadenar un coma diabético, pensarán muchos. Pero ¿acaso las parejas del mismo sexo no tienen derecho al almíbar, si es lo que desean?
Os dejamos con algunas imágenes de la boda, compartidas por los novios en sus perfiles de Instagram:
¡¡Enhorabuena pareja!!