«¿Orgullo de qué?», «Es posible un Orgullo sin tangas ni carrozas» y algunas otras perlas homófobas en la prensa española
¿Y cuándo un día del orgullo hetero?, berrean, como cada año por estas fechas, los homófobos del mundo. Lo cierto es que, sin necesidad de entrar a estas alturas en las argumentaciones que desmienten la necesidad de tal majadería (otros con más talento que nosotros ya lo han hecho), estos últimos días hemos asistido a varias demostraciones de «orgullo hetero» en la prensa escrita española, que muestran hasta qué punto la aceptación de la realidad LGTB de la que la sociedad española presume, no deja de ser, en muchos casos, una capa de barniz. Claro que no faltan tampoco los artículos y columnas que, desde una supuesta perspectiva gay-friendly, lanzan a diestro y siniestro tópicos homófobos y plumófobos y reclaman, cómo no, «normalidad».
La pasada semana, la edición sevillana del ABC (el mismo diario que en el mes de marzo difundía el panfleto de una de las más recientes campañas de odio de HazteOír) nos sorprendía (o quizá no tanto) con una carta al director firmada por Antonio Rodríguez Mármol, titulada «¿Orgullo de qué?». «Se puede sentir orgullo por haber terminado los estudios con matrícula de honor, por haber sacado con el número uno unas oposiciones (…) Pero sentirse orgulloso por ser gay o lesbiana… hombre no. La pareja hompre/mujer se creó para asegurar la continuidad de la raza humana, toda relación contra natura podrá aceptarse pero de ahí a sentirse orgulloso, hombre no», aseguraba el amigo Mármol, que criticaba a los partidos que «esto apoyan» porque «sólo buscan votos, porque aquellos otros que no lo aceptan, no son votados por estos grupos [sic]«. Una muestra del casposismo más rancio que denunciaba en Twitter el periodista Juan Carlos Romero, precisamente extrabajador de ABC:
La homofobia no debe tener espacios de visibilidad ¿Cómo puede @abcdesevilla ser connivente con este espantoso e inhumano discurso del odio? pic.twitter.com/4HUEH1Yjkj
— Juan C. Romero (@juanca_sev) 24 de junio de 2017
Un texto, eso sí, que parecía lo más gay-friendly del mundo al lado de la asquerosa serofobia de otra carta al director en Alerta, el diario cántabro fundado por Falange Española allá por los años treinta y que no parece haber perdido su ADN fundacional, a tenor de lo que acepta publicar. La carta culpaba a los homosexuales con VIH/sida de no contribuir a la sociedad, pese a lo costoso de su tratamiento y atención médica. «¿Orgullo de ser y practicar conductas gay?», comenzaba el texto, firmado por Isidro Terán. «Más de 20 millones de gay reciben tratamiento por estar infectados de SIDA, a los que hay que prestar atención médica, facilitar medicamentos, dedicarles atenciones médicas, sociales y hospitalarias. Y se recibe poco de ellos porque millones de los mismos no pueden trabajar», afirmaba el texto, según el cual «jóvenes que no superan los 13 años son conducidos a la práctica homoanal, sobre todo en Cataluña [sic]«. «Docenas y cientos de niños recién nacidos se diagnostican enfermos de VIH/SIDA por transmisión de sus padres bisexuales, en Hispanoamérica y en gran medida en Cataluña y País Vasco», añadía. «Los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos con los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión. En favor del ser humano, en favor de los niños a los que no debemos negarles sus derechos a una vida feliz, culta y en paz. ¡Meditemos y digamos la verdad», concluía la carta…
Más dudoso es el caso del artículo publicado en el diario extremeño Hoy por Tomás Martín Tamayo, en el que muchos han visto una más disimulada homofobia. Con el título «Orgullo Gay», la columna de Tamayo asegura que «La respuesta a la represión suele ser la algarabía, el exceso y la excentricidad. A veces también la ira. Así podemos entender que homosexuales, lesbianas y demás estaciones de diversidad sexual, muestren euforia festiva para celebrar su condición, como si la misma fuera un hecho extraordinario, de los que rompen esquemas, desalambran y abren fronteras. Se sienten orgullosos por ser gais, como si los demás nos avergonzáramos de nuestra condición de heterosexuales. Oyendo a algunos/as, parece que la homosexualidad la han inventado ellos. Después de la tempestad llegará la calma y cuando ser homosexual no sea un signo diferenciador, cesarán estas manifestaciones que en algunos aspectos chirrían». Bien es cierto que, en el resto del artículo, Martín Tamayo hace un repaso superficial por la represión de la homosexualidad en décadas pasadas, aunque sin abandonar el tonillo condescendiente y el retintín. «Creo que en España la diversidad sexual está tocando cotas de normalidad y que, aunque queden refugios carpetovetónicos, no hay discriminación y, si la hay, es positiva porque en algunos sitios se puntúa para acceder a viviendas sociales e incluso para perpetuarse en monumentos. O trabajar en Telecinco», acaba su artículo Martín Tamayo.
Eso sí, no toda la homofobia vertida estos días en prensa sigue el mismo hilo argumental del «orgullo hetero» o del «¿Por qué un orgullo gay?» (porque curiosamente en estos artículos nadie habla nunca de Orgullo LGTB). El de alabar la «normalidad» de algunos gais frente a otros es aún más frecuente, algo a lo que, por desgracia, ya estamos más que acostumbrados. Pero, incluso así, esta semana no dejaba de llamarnos la atención que El Mundo publicase el artículo «Los crímenes estéticos que cometen los gays», firmado por Beatriz Miranda. Un supuestamente «desenfadado» repaso a los atentados a la estética que podemos ver en el mundo gay y que en realidad no es más que una serie de tópicos homófobos de persona «con amigos gais» (un patrón, no sabemos si estético, pero desde luego sí ético, bastante consolidado). «No se trata de celebrar ahora sólo el estilo de los gays hipsters tipo Almodóvar o el pijismo de Iñaki Oyarzábal. Me quedo con una cosa reposada e intermedia tipo ‘El Comidista’ [en alusion a Mikel López Iturriaga]. Un tipo normal», terminaba el artículo… Toda una declaración en sí misma.
Claro que, si se tiene en cuenta que pocos días antes El Mundo, un periódico que hace años destacaba por ser de todos los generalistas el que mejor retrataba la realidad LGTB, publicaba un artículo firmado por Javier Cid y titulado «¿Un Orgullo LGTB sin tangas ni carrozas? Sí, es posible» nada nos extraña. En ese artículo, que hacía una crónica de la primera edición del ARN Culture & Business Pride celebrado en Arona (Tenerife), el periodista se felicitaba de que fuese posible un orgullo distinto al de Madrid, «el Orgullo Gay que cada año, bajo las brasas tropicales de julio, acoraza Madrid de musculazos y pezones arponeros, como mandarinas». El de Arona, sin embargo, reunía a «profesionales del colectivo (científicos, artistas, diseñadores, periodistas, actores, empresarios, emprendedores, influencers, y así hasta agotar existencias)». «Un pride exigente al que la gente viene a aprender, a hacer networking, a conocer experiencias profesionales de referentes de muchos ámbitos y después, por qué no, a tomarse una copa tranquilamente o a disfrutar de un concierto», según declaraba al periodista su directora, Olga Payar…
Lo expuesto en esta entrada es solo una selección de los textos que más polémica han causado estos días en redes sociales. Por desgracia, hay más. Bien es cierto que, con el paso de los años, este tipo de artículos u opiniones quedan relegados a las secciones de menos valor de los periódicos, o en las que directamente los editores se lavan las manos poniendo «en boca de los lectores» lo que ellos ya no se atreven a decir. Pero no dejan de publicarse, son leídos por miles de personas y causan un daño importante. Por eso, estos días (mañana, los que estemos en Madrid) salimos a manifestarnos por las calles, con la apariencia que nos dé la gana, a seguir defendiendo con uñas y dientes nuestra dignidad como minoría y los derechos que legítimamente nos corresponden. Y que pronto comenzarán a rebajarnos el día que bajemos la guardia, el día que, por considerarnos ya «normalizados», dejemos de salir a manifestar nuestro Orgullo y honrar la memoria de las y los que nos precedieron y en su día no pudieron ni siquiera manifestarse.
Solo hay que ver artículos como los que habéis recogido para darnos cuenta de lo necesario que es todavía esta celebración/manifestación…
Estaría bien hacer una lista de los más homófobos y que la gente votara a ver quien gana el premio de Mr. o Miss Homofob@ del año. Además ver a todos juntos con sus «mejores» perlas podría ayudar a recordarlos mejor.
P.D. Muy bonita la última frase. Por desgracia parece que en ese aspecto vamos perdiendo terreno. El capitalismo rosa nos está golpeando fuerte. Sólo hay que ver la cantidad de absurdigays que está generando, :/.
Podrás inventarte insultos pero yo encantado que estoy con el capitalismo «rosa». Espero que siga cogiendo fuerza.
«Absurdigay» es una muy fea palabra. Shangay Lily quedó en muy mal lugar al emplearla de manera tan cruel con algunas personas. A mí lo que me da miedo es la intolerancia. Soy antiintolerancia. Los demás problemas, se pueden resolver con debate y reflexión. El problema es que estos tiempos no son para lo uno ni lo otro.
Todo eso del capitalismo rosa es un caballo de Troya para que nos peleemos sin necesidad, todo el mundo es bienvenido al orgullo gay sin tener que crear disidencias que por aquello de divide y vencerás le interesa a alguien. Sorprende que el término capitalismo rosa se mencione en medios de izquierdas, el comunismo siempre consideró a los gays burgueses capitalistas y por eso los encarcelaba, parece que vuelven a caer en lo mismo y a cagarla, una pena porque eran los que mejor defendían la homosexualidad.
A mí no me parece mal señalar un peligro. No se trata de dividir, sino a de advertir para no caer en la trampa. De hecho el capitalismo rosa contribuye mucho por ej a la plumofobia estableciendo estereotipos de como deberíamos ser. Que sean medios de izquierdas (además de activistas LGBTI) los que hablen de capitalismo rosa no me sorprende. En realidad me parece normal y coherente con los principios de la auténtica izquierda. La auténtica izquierda siempre ha estado en contra del capitalismo porque entiende lo peligroso que es. Al capitalismo en sí mismo le da igual la orientación sexual de la gente. Lo único que le interesa es sacar el máximo beneficio económico de todo al precio que sea y sin importar las consecuencias (fíjate por ej en los 60.000 millones que nos han robado para regalárselos a los bancos con la excusa de la crisis-estafa provocada por los poderes financieros, que por cierto son captitalistas). Ahora se ha percatado de que las orientaciones sexuales minoritarías están cada vez más aceptadas e intenta sacar tajada de nosotros. Por eso diseña productos específicos que si te fijas va muy bien dirigidos.
Una pregunta Bruno, ¿podrías decirme por favor dónde has leído eso de que el comunismo siempre consideró a los gays burgueses capitalistas y que por eso los encerraba?
Drake, no ES un peligro, tú lo ves un peligro. Lo de mezclar la plumofobia, churras y merinas. El capitalismo no busca nada, es un sistema económico que permite que cada uno se planifique su vida como le da la gana. Lo de la crisis es de traca, puro intervencionismo económico para rescatar las cajas PÚBLICAS lo relaciones como efecto del capitalismo. Capitalismo habría sido dejarlas quebrar.
Respecto a la historia, vea el artículo 121 de la URSS, lea a Gorkig «eliminad a todos los homosexuales y el fascismo desaparecerá», estudie las UMAP creadas por el Che Guevara.
Y que me perdone Bruno por contestar por él.
El término capitalismo rosa no es un insulto. Es una crítica a la tendencia de incorporar los discursos LGBTI (nuestros discursos) al capitalismo. Si tu eres capitalista entiendo que te parezca genial. A mí como anticapitalista me preocupa. Así como también me preocupa su tendencia a centrarse en el hombre gay blanco de clase media alta convirtiéndolo en un estereotipo y olvidándose de la diversidad del colectivo LGBTI. Cada una de esas letras incluida la G, representa a muchas más personas de aquellas a las que se dirige el capitalismo rosa.
Por insulto me refería al «absurdigay».
En efecto me parece genial, de hecho lo que me preocupa son los anticapitalistas.
Algunas de esas críticas no me parecen desacertadas. Dentro del colectivo hay debilidades y defectos que deben ser comentados, y que de hecho se comentan. Por ejemplo, la plumofobia, la adoración por la juventud, la belleza o la perfección física, el consumismo y la mercantilización de la homosexualidad… También pienso en el famoso artículo del Huffington «La Epidemia de la Soledad Gay». Tras destacar defectos como estos, y otros peores, el articulista muy acertadamente concluye con que por mucho que nos pongamos con la igualdad, la homosexualidad siempre será minoritaria. Por ello, al ser la sexualidad algo que tanto nos marca y condiciona en la sociedad y en la cultura de cada país, siempre será traumatizante para la mayoría de personas LGTBI descubrirse como tales.
Recuerdo bien una tertulia al respecto en el programa No Es Un Día Cualquiera de RNE, con Pepa Fernández. Cada semana hacen una pequeña tertulia sobre temas de interés social. En ella suelen participar periodistas o filósofos veteranos (José María Íñigo, Andrés Aberasturi, Javier Sádaba). En una de ellas trataron la homosexualidad, y con una sola frase de un tertuliano dieron la clave: «algunos tienen reparos morales con la homosexualidad, otros son militantes porque son gays o por ideología. Después estamos casi todos, que somos indiferentes»
Me gusta comparar la homosexualidad con el hecho de ser zurdo. No existe un «gen zurdo». Quizá el hecho de que un niño sea zurdo se deba en parte a la biología, en parte a la sociología y en parte a la cultura. Pero es cierto que tratar de cambiar la conducta de un niño zurdo y que escriba con la mano derecha puede provocarle daños. Lo admiten hoy los psicólogos y médicos. Ser zurdo, como ser gay (o diestro y hetero), está muy metido en la cabeza. No se puede comparar con el gusto por una comida o por una afición, o incluso por una ideología determinada. Es algo que está impreso en el primer «programa» de la cabeza, en lo más profundo de nosotros. Tras tantos millones de años, la homosexualidad se ha transmitido generación tras generación, por lo que alguna ventaja o sentido evolutivo tiene. Igual pasa con el hecho de ser zurdo. Después, nuestra cultura ha añadido elementos a la misma: ser vincula a la homosexualidad en algunas culturas con hechos religiosos o sociales, se denosta o se acepta…
Pero como decían en la tertulia de radio, la indiferencia de la mayoría es la clave. Hace siglos se perseguía a los zurdos, como se perseguía a las mujeres pelirrojas. Más tarde, se les instó a escribir con la mano derecha, ignorando que el hecho de ser zurdo no es un simple comportamiento adquirido. Hoy los médicos admiten que obligar a un niño zurdo a escribir con la mano derecha le puede provocar problemas. Ser zurdo no es algo que hoy en día arrastre cuestiones morales. No sé si dentro de cien años o de mil ser gay los arrastrará, pero quiero pensar que, al revés de lo que admite el artículo del Huffington, no será así. Y que algún día ser gay sea como ser zurdo. Minoritario, sí, pero perfectamente normal. ¿Podrá ser así? No lo sé.
Como gay, me encanta que haya tantas noticias sobre el tema. Que tantas personas con talento se lancen a escribir sobre el propio hecho gay, sobre la cultura que lo rodea, sobre su historia, su aceptación o su rechazo. Me gusta también leer los comentarios de los lectores. La mayoría de ellos se muestra harta por tanta profusión de noticias sobre el tema en la prensa y la TV. La «indiferencia» de antes, porque nadie se queja de la profusión de noticias sobre los sanfermines, la navidad o las olimpiadas. Cambiar esto será difícil, o quizá sea imposible.
Un último detalle tras la insoportable chapa que he escrito: me sentiría avergonzado de ser cántabro viendo que de los dos únicos diarios editados en papel en la comunidad uno de ellos es el Alerta. Yo no sé si los cántabros se dan cuenta del bochorno que produce un periódico como este. Si la gente lo rechazara, sencillamente es diario tendría que dejar de escribir eso o desaparecer. Pero lamentablemente, parece que demasiados cántabros lo compran. Lamentable.
El día que a un/a hetero les echen de casa por hablar de su novio/a; les agredan por la calle y les digan a todas horas que está mal… ese día necesitarán del «orgullo hetero». Mientras tanto que se den con un canto en los dientes de no necesitarlo…. ¡¡PAZGUATOS!!
A Bruno: ¿Por favor puedes decirme dónde has leído eso de que el comunismo siempre consideró a los gays burgueses capitalistas y que por eso los encerraba?
A pues eso:
Que el capitalismo es un peligro lo dice si la historia. Si miras la historia mundial desde los años 50 hasta la actualidad está lleno de ej que demuestran lo peligroso que es. Te recomiendo que te leas por ej «The Shock Doctrine». Viene perfectamente referenciado y explica muy bien porque esa idea de que «el capitalismo no busca nada, es un sistema económico que permite que cada uno se planifique su vida como le da la gana» es una ilusión que sólo favorece a los poderosos haciendo creer al resto que el capitalismo ofrece la oportunidad de llegar a lo más alto a cualquiera.
Y sobre la crisis: si quieres creer que no fue una estafa, es cosa tuya. Para mí una «crisis» causada por culpa de los super ricos que termina perjudicando al resto del mundo y ayuda a que ellos sean aún más ricos y poderosos es una estafa.
Una última cosa: te agradecería que por favor no contestestaras más las preguntas que les haga a otras personas. Si se las hago a ellos, pues será que me interesa lo que tengan que decir ellos, no lo que tengas que decir tú, 😉
» Si miras la historia mundial desde los años 50 hasta la actualidad está lleno de ej que demuestran lo peligroso que es.» El mundo está mejor que en los años 50 en todos los indicadores económicos. Mal ejemplo
Naomi Wolf no es referencia de nada, la conozco. Lee «The Rebel Sell» donde se la desmonta enterita.
«Es una ilusión» eso no es argumento, es una sentencia sin justificar.
Las crisis económicas tienen varias causas bastante más complejas que una conspiración de ricos, vea lo que hizo la FED durante la pasada década, por ejemplo.
Por último, aunque a ti no te interese mi opinión ni quieras leer mis comentarios (muy mal porque los tuyos yo los he leído muy atentamente) comentaré si puedo, lo que veía mal era contestar antes que otro.
*Naomi Wolf no, Naomi Klein.
Muchos comunistas antiguos lo identificaban como un rasgo del capitalismo, Stalin hizo una ley en 1933 que penalizaba con 5 años de cárcel a los gays
El nuevo aliado de Cuba, la Unión Soviética, tenía políticas hostiles hacia gais y lesbianas, viendo la homosexualidad como un producto decadente de la sociedad capitalista que prevalecía en la Cuba de los años 1950. Fidel Castro hizo comentarios insultantes acerca de la homosexualidad. La descripción de Castro de la vida rural en Cuba reflejaba la idea de que la homosexualidad era una decadencia burguesa y denunció a los “maricones” como agentes del imperialismo.44 En una entrevista de 1965 Castro explicó su parecer:
Gracias por molestarte en explicarme tu punto de vista. Ahora entiendo mejor a que te refieres. Nunca me oirás defender las atrocidades que se cometieron contra el colectivo LGBTI en aquel tiempo. Sin embargo te estás refiriendo a una época en la que la homosexualidad todavía estaba considerada una enfermedad. Por supuesto esto no es excusa para lo que hicieron. Sin embargo, por entonces toda ideología e institución nos deseaban lo peor y se dejaban la piel para que lo obtuviéramos. Ahora las cosas han cambiado y en general los que más nos desean lo peor de lo peor son más bien los movimientos conservadores (vease el pp en España, AfD en Alemania, los republicanos en América….) que serán muchas cosas, pero comunistas no es una de ellas. Por supuesto que hay excepciones como el gobierno chino pero diría que generalmente los movimientos de izquierda actualmente se preocupan más por nuestros derechos
Sobre lo que dices sobre Fidel Castro y sus comentarios sobre que la homosexualidad era una decadencia burguesa: Es repugnante pero por desgracia es algo que utilizan representantes de todas las ideologías. Por ej mira el término feminazi. Fue ideado por un americano que comparaba a las feministas (que buscaban la liberación de las mujeres) con los nazis (que fueron unos genocidas) o cuando Cospedal comparo los escraches con el nazismo o lo del café con semen de homosexuales que defendía aquel cura americano que la tomó con la política gayfriendly de Starbucks. Y no me meto a poner ej de las atrocidades que pasa en África porque eso haría la lista de ej infinita. Son comparaciones para volver a la gente contra determinados personas, grupos sociales o movimientos,
Cuando hablaba de capitalismo rosa yo me referería más que a los políticos a cierto sector de los poderes financieros que se aprovechan de los discursos LGBTI para sacar tajada y a los que en realidad no les importamos como personas. Mucho menos nuestros derecho. Sólo nuestro dinero.
En la publicidad que ha hecho el Ayuntamiento de la convocatoria del «Orgullo» o «Wordl Pride» no aparece ni mención a que es LGBT o GAY, lo cual le ha quitado su esencia reivindicativa. Se ha puesto el énfasis también en la «diversidad», pero con total amplitud,lo que en otro contexto puede estar muy bien, pero desacertado aquí.
A mi no me parece mal del todo que el orgullo gay pase a ser un «orgullo igualitario» o un «orgullo diverso» . Al final muchos lo seguimos llamando orgullo gay por inercia cuando hay muchos más colectivos ahí integrados. Que lo que empezó siendo nuestra lucha pase a ser un evento que defienda la diversidad en todo su espectro a mi me parece un acierto
Si te metes a contestar preguntas que no van dirigidas a ti, no debería sentarte mal que te pidan que no lo hagas. Por supuesto que puedes comentar lo que te dé la gana, te pregunten a ti o no pero si la pregunta no va dirigida a ti no deberías molestarte si no tu respuesta no es bien recibida.
Respecto al libro que me recomiendas leer: Ese libro a recibido críticas muy fuertes e incluso ha sido tildado de racista y de basarse en una mala interpretación de los argumentos. También se ha acusado a sus autores de simplificar en extremo el trabajo de Naomi Klein y de tergirversar las ideas de Gramsci, con las que puedes estar más de acuerdo o menos pero que curiosamente explican muy bien lo que ha pasado en las últimas elecciones de Gran Bretaña. Así que tan desacertadas no debían de ser. El periodista Paul Mason hace un gran análisis sobre ello.
Sobre Naomi Klein: a mí personalmente sí que me gusta su trabajo. Puedes estar de acuerdo con lo que escribe o no. Pero sus libros están muy bien referenciadas. Puedes comprobar lo que dice perfectamente y llegar a tus propias conclusiones, aunque sean diferentes a las suyas.
Yo por mi parte voy a terminar con esta conversación. Ya le he dedicado bastante tiempo. Gracias por el intercambio de ideas.
Gracias igualmente. Tenemos ideas distintas pero ha estado bien la conversación. Un saludo.
Hoy el ABC dice que el Orgullo fue un fracaso porque hubo menos viajeros de metro que en las juventudes del Papa o que un día de partido de futbol. Por supuesto no dicen que hubo huelga de metro, algo muy disuasorio a la hora de cogerlo y que las estaciones de Colón, Sol o Banco de España estaban cerradas. Tampoco dicen que en el evento del Papa el billete de metro estaba subvencionado… se quejan además de la basura que el evento ha dejado. Esperpéntico periódico que miles de personas pueden leer e intoxicarse, y además propagando homofobia, efectivamente si hay un problema en este aspecto.
Que lo escriban ese tipo de cosas fastidia. Aunque no es que se pueda esperar otra cosa de ese periodicucho. Pero que encima se subencione a ese periódico con dinero público hace que sea 1000 veces peor, :/