Ana Brnabić, abiertamente lesbiana, será la nueva primera ministra de Serbia
Su nombre es Ana Brnabić, es abiertamente lesbiana, y desde agosto del año pasado (ya entonces lo recogimos) es ministra del Gobierno de Serbia. Un referente positivo para su país y del conjunto de los Balcanes, una región en la que existe una fuerte hostilidad por parte de determinados sectores ultraconservadores y líderes ortodoxos hacia los derechos de las personas LGTB. Ahora ha sido propuesta por el presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, como nueva primera ministra del país. Serbia se une así al pequeño grupo de países que tienen o han tenido un jefe de Gobierno abiertamente LGTB. Nadie hubiera apostado por ello hace solo un par de años.
Aleksandar Vučić, elegido presidente de Serbia en las elecciones del pasado 2 de abril y hasta entonces primer ministro, fue el que hace un poco menos de un año ofreció a Brnabić incorporarse al Gobierno como ministra de Administraciones Públicas. Vučić aseguró entonces que el pueblo serbio la tendría que juzgar por los “resultados del duro trabajo que tiene por delante” y no por su orientación sexual. Resulta evidente que ha satisfecho con creces sus expectativas, ya que ahora la ha elegido como nueva primera ministra. Una designación que el próximo día 23 de junio debe confirmar el Parlamento serbio, aunque no se esperan sorpresas: el Partido Progresista de Vučić (que pese a su nombre es una formación conservadora, miembro desde 2016 del Partido Popular Europeo) dispone de mayoría absoluta (131 diputados sobre 250).
Ana Brnabić, de 41 años y nacida en Belgrado, no pertenece formalmente a ningún partido político. Estudió Administración de Empresas en Estados Unidos, completó su formación postgraduada en marketing en Reino Unido y habla inglés y ruso. Su designación como primera ministra, como era de esperar, ha generado fuertes críticas de los partidos más ultraconservadores. En el caso de Dveri, una formación de extrema derecha cercana a la Iglesia ortodoxa serbia, y que en las elecciones parlamentarias de 2016 consiguió un 5% de los votos y 13 diputados, ha expresado su malestar por el hecho de que «el partido gobernante no haya sido capaz de encontrar un candidato que no sea la impuesta por Occidente, que dicta todos los movimientos de este gobierno». También el líder de Serbia Unida, otro pequeño partido de derecha que cuenta con 6 diputados, ha mostrado su oposición al nombramiento.
Ana Brnabić se convertirá en la quinta persona abiertamente homosexual en ser jefe de Gobierno del mundo. Antes de ella dirigieron sus países la islandesa Jóhanna Sigurðardóttir (entre 2009 y 2013), el belga Elio Di Rupo (entre 2011 y 2014) y el luxemburgués Xavier Bettel, que sigue ostentando el cargo en la actualidad (desde 2013). Y precisamente este mismo miércoles asumía el cargo de primer ministro de Irlanda Leo Varadkar.
Visibilidad LGTB en los Balcanes: un avance lento pero progresivo
Dosmanzanas realizaba en abril de 2015 una extensa entrevista al escritor Miguel Rodríguez, residente en Belgrado y autor del libro Homofobia en los Balcanes. En ella, Rodríguez analizaba los problemas y los retos a los que se enfrenta el colectivo LGTB en los países de la región. “Las sociedades balcánicas son eminemente rurales, y la vida en el pueblo o en las pequeñas ciudades para las personas LGTB es opresiva sea en Croacia, Serbia o Macedonia”, explicaba.
Cuando Ana Brnabić fue propuesta como ministra de Administraciones Públicas, Miguel Rodríguez expresó a dosmanzanas que “en una cultura política fuertemente marcada por los liderazgos y con niveles de homofobia bastante elevados es una buena noticia para el LGTB que haya una ministra homosexual”. En opinión de este experto, “no se trata solo de visibilidad o normalización, en lo que ha ido avanzado el país los últimos años, sino también de referentes para la generación postyugoslava; personas con una carrera profesional solvente que acceden a puestos de responsabilidad pública. Diría que tiene tanto impacto social o más que la organización del Orgullo en las calles de Belgrado”. Una realidad que sin duda ahora se ve reforzada con la designación de Brnabić como primera ministra.
Lo cierto es que, en los últimos años, a pesar de todas las dificultades, se han ido produciendo avances en la región como la primera celebración pacífica del Orgullo LGTB de Montenegro o del propio Orgullo de Belgrado en 2014, tras años de incidentes, agresiones y disturbios. A partir de entonces, tanto en 2015 como en 2016, el Orgullo de la capital serbia se ha celebrado sin incidentes y con un presencia de numerosas personalidades políticas. En el de 2016, que se celebró en septiembre, estuvo de hecho presente la propia Ana Brnabić, próxima primera ministra.
Interesante noticia que no hará ninguna gracia a su histórico socio eslavo, Rusia. Y con él a Venezuela y Cuba, también socios tradicionales de Serbia en sus disputas. Serbia está adaptándose a la realidad europea y no tardará el día en que sea miembro de la Unión. A por ello y a modernizar el país, tan azotado por los mismos nacionalismos absurdos que quieren cargarse tanto la UE como España.
Te ha faltado meter a Irán en la trama para poder acceder automáticamente a un puesto de tertuliano en la televisión pública. Sin duda es una noticia inesperada y positiva en cuanto a visibilidad, (aunque veremos si tiene voluntad política de mejorar la situación real de los ciudadanos LGBT serbios), pero decir que a Venezuela no le ha gustado que nombren a una lesbiana como Primera Ministra de Serbia…
Tu como siempre hablando de tu libro..
Venezuela, socia de Rusia en las disputas que en el pasado tuvo Serbia (por ejemplo, la guerra de Kósovo) no se alegrará de que el país deje de lado un nacionalismo paneslavo que definitivamente entierra al tener una primera ministra mujer y homosexual. Y sí, estas cosas se tienen en cuenta. Mucho.
Noticia impresionante, sin duda, en un país donde hay tanta homofobia y, además, en un partido conservador.
Ya se les está acusando de pinkwashing. Un partido de tradición homófoba, que no ha mostrado nunca ningún compromiso real con la igualdad LGBT, y en un movimiento magistral se ganan a toda la opinión pública progresista europea simplemente instrumentalizando a una lesbiana que no va a tener ningún poder real y sin ni siquiera mojarse en aprobar las protecciones más básicas. Seguro que esta UE descarriada les devuelve algún guiño por el gesto.