Día histórico para los derechos LGTB en Europa: el Bundestag de Alemania aprueba el matrimonio igualitario
Parecía impensable hace tan solo una semana, y hoy es una realidad. El Bundestag alemán ha dado su visto bueno, por 393 votos a favor frente a 226 en contra, al proyecto de ley de matrimonio igualitario que aprobó el Bundesrat en septiembre de 2015. Los acontecimientos se han precipitado desde que Angela Merkel avanzara su intención de otorgar libertad de voto a sus diputados este lunes. En apenas cuatro días, el levantamiento del bloqueo por parte de los socialdemócratas ha permitido la tramitación de la medida y ha hecho valer, en la recta final de la legislatura, la mayoría progresista de la cámara baja. Alemania deja de ser una excepción en Europa occidental y sienta un importante precedente para otros países de su órbita cultural y política. Ahora el texto debe ser ratificado de nuevo por la cámara alta y firmado por el presidente Frank-Walter Steinmeier, antes de entrar en vigor. Las primeras bodas se celebrarán previsiblemente en octubre.
Una larga batalla
La lucha por la igualdad de todas las parejas en el acceso al matrimonio en Alemania se remonta muchos años atrás. Desde que el Gobierno de Gerhard Schröder, de coalición entre socialdemócratas y verdes, aprobó una ley de uniones civiles en 2001, los activistas LGTB reivindican su derecho a no ser tratados como ciudadanos de segunda. Su incansable trabajo y la aprobación de leyes de matrimonio igualitario en otros países europeos y del resto del mundo acabaron por convencer a las principales formaciones políticas del centro y la izquierda. Pero la posición dominante de los democristianos de la CDU/CSU de Angela Merkel desde 2005, unida a la desidia de sus socios de coalición (fueran el SPD o el FDP) habían frustrado hasta ahora los intentos de aprobar la medida.
Durante la legislatura 2009-2013, en la que la canciller se apoyó en los liberales del abiertamente gay Guido Westerwelle para gobernar, la igualdad matrimonial llegó a la primera línea política. En septiembre de 2010, el Bundesrat (cámara de representación de los estados federados) rechazaba una propuesta presentada por el estado de Berlín. En junio de 2012 era el Bundestag el que votaba contra un proyecto de ley de Los Verdes. Solo unos meses antes, el SPD, entonces en la oposición, había decidido incluir la defensa del matrimonio igualitario y la adopción homoparental a su ideario. Unos meses más tarde hacía lo propio el FDP, si bien su posicionamiento no se materializó en un apoyo a las iniciativas que iban llegando al Parlamento. A pesar de ello, el Bundesrat aprobaba en 2013 una propuesta de matrimonio igualitario, que no llegó al Bundestag y entró en vía muerta con las elecciones de septiembre de ese año.
La apatía del SPD en la gran coalición
El resultado de esos comicios animaba a un moderado optimismo: la salida de los liberales dejaba una mayoría progresista de partidos favorables a la igualdad matrimonial en el Bundestag. Ya durante las negociaciones para formar Gobierno, sin embargo, el panorama se ensombrecía. Y efectivamente, la decepción se instaló al constatar que el acuerdo de gran coalición entre la CDU/CSU y el SPD carecía prácticamente de compromisos concretos en el ámbito LGTB. Todos los focos se dirigieron desde entonces a los socialdemócratas, de cuyo apoyo dependía cualquier avance. Pero la formación se escudó todo el rato en su acuerdo de Gobierno con los democristianos para eludir su compromiso electoral de “igualdad al 100%”.
Los partidos de Gobierno bloquearon durante toda la legislatura la tramitación de tres proyectos de ley de matrimonio igualitario. El primero lo presentó La Izquierda (Die Linke) ya en octubre de 2013. El segundo lo introdujo el grupo de Los Verdes en junio de 2015. Y el tercero lo aprobó el Bundesrat en septiembre de ese mismo año y es el que casi dos años después ha votado por fin el Bundestag. Durante meses, que se convirtieron en años, las tres iniciativas languidecieron en la comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja. Mientras tanto, el Tribunal Constitucional eliminaba importantes discriminaciones de las parejas en una unión civil con respecto a las casadas.
El impasse se mantuvo durante la mayor parte de la legislatura. Hasta en treinta ocasiones, los socialdemócratas unieron sus votos a los democristianos para impedir que el Bundestag debatiera y votara los proyectos de ley de matrimonio igualitario. La nominación de Martin Schulz, en enero de este año, como candidato a canciller por el SPD despertaba nuevas esperanzas, pero tampoco consiguió doblegar a Merkel.
La audacia del último momento
En abril, sin embargo, se produjo un movimiento que se reveló posteriormente como decisivo, al iniciar la reacción en cadena que ha desembocado en la votación de hoy. Los Verdes establecían la apertura del matrimonio como línea roja en una futura negociación de Gobierno. Fue decisiva la insistencia de Volker Beck, incansable defensor de la igualdad. Un mes después, los socialdemócratas sugerían que adoptarían la misma posición. También el líder del FDP, partido al que todas las encuestas auguran la reentrada en el Bundestag, se comprometía a defender la medida. El SPD esperaría a la convención de su partido, el domingo pasado, para hacer un pronunciamiento más rotundo.
Excluida la extrema derecha de la AfD y la izquierda de Die Linke, la probable cuarta victoria consecutiva de Merkel se tendrá que apoyar en el FDP, el SPD o Los Verdes para llegar a la mayoría absoluta en un Parlamento fragmentado. Con los tres partidos firmemente instalados en el compromiso irrenunciable con la igualdad matrimonial, la canciller debió de pensar que era mejor ceder a tiempo. Este lunes por la noche, calificó la discusión del matrimonio igualitario como una “cuestión de conciencia“. Unas palabras que hacían pensar en el levantamiento de la disciplina de voto de su grupo parlamentario.
Aprovechando el momento, el SPD reaccionaba el martes por la mañana anunciando que impulsaría una votación en el Bundestag “esta semana“. Los socialdemócratas vieron una ventana de oportunidad ante el cambio de posición de Merkel y decidieron utilizarla para levantar el bloqueo en la tramitación del proyecto de ley de matrimonio igualitario que aprobó el Bundesrat en septiembre de 2015. El órdago del SPD provocaba un revuelo político en sus socios de coalición, pero apenas unas horas después, se imponía la visión de la canciller. La CDU y sus aliados bávaros de la CSU anunciaban que sus diputados tendrían libertad de voto sobre la igualdad matrimonial. Finalmente, 75 (sobre un total de 309) de ellos han votado a favor. Entre ellos Jan-Marco Luczak, que defendió lo que considera un valor «conservador y cristiano«.
Una ley con un sencillo articulado
La comisión de Asuntos Jurídicos daba vía libre este miércoles a la votación en el pleno del Bundestag, con el apoyo de SPD, Verdes y Linke y la oposición de la CDU/CSU. Esa misma tarde se anunciaba el orden del día de la sesión plenaria de este viernes, cuyo primer punto era la discusión y votación del “Proyecto de ley para la introducción del derecho al matrimonio para las personas del mismo sexo”. Un texto muy parecido a la ley española de 2005, y en cuyo primer artículo se modifica el Código Civil con la frase:
El matrimonio se contrae por dos personas de distinto o del mismo sexo para toda la vida.
La ley también prevé la conversión de las uniones civiles a matrimonios, como han hecho otros países. El debate parlamentario del viernes por la mañana lo abrió Thomas Oppermann, del SPD, que defendió la ley como una medida que «dará mucho a algunos sin quitarle nada a nadie«. A favor hablaron también los portavoces de Linke, Dietmar Bartsch, y Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt, quien agradeció el trabajo de su compañero Volker Beck, que también tomó la palabra. En contra se manifestó el líder del grupo de la CDU/CSU Volker Kauder, convencido oponente de los derechos LGTB. El histórico resultado final, 393 votos a favor frente a 226 en contra… incluido el de la propia canciller.
La aprobación de la medida podría ejercer una influencia en Austria, cuyo canciller, el socialdemócrata Christian Kern, ha prometido impulsar el matrimonio igualitario antes de que termine la legislatura. La votación de hoy en Alemania, el país más poblado y locomotora económica de la Unión Europea, puede de hecho sentar un importante precedente en otros Estados de su órbita cultural y económica. No olvidemos que en el país viven comunidades numerosas de ciudadanos procedentes de Turquía, Oriente Próximo y Europa oriental y meridional entre otros.
Sobre las consecuencias internas, en pleno periodo preelectoral, se harán muchos análisis. Parece claro que, a pesar de la rabia de los sectores más reaccionarios de la CDU/CSU, la canciller se quita de encima un asunto polémico que podía complicar las negociaciones de Gobierno tras las elecciones de septiembre. El SPD, por su parte, lo utilizará sin duda para intentar marcar distancia con los democristianos y remontar en las encuestas. El miedo de la formación de Merkel a perder electores conservadores contrasta con el amplísimo respaldo social a la igualdad matrimonial, que alcanza el 83% de la población, de acuerdo con una encuesta del pasado mes de enero.
La de hoy es sin duda una jornada histórica para los derechos LGTB, un sentimiento incrementado si cabe por lo inesperado de la noticia hasta hace escasos días. El matrimonio para todos (Ehe für alle) es ya una realidad en Alemania. Glückwunsch!
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Acerca del Author
Humming Albus
Periodista de pega por el compromiso con una causa. La información también es activismo, y por eso participo en dosmanzanas.
Non foi sen tempo, pero más vale tarde que nunca.
Mi enhorabuena a Alemania y a su gente.
Herzliche Grüße!
Eso es una » bicicleta» politica y lo demás tonterías.😂😂
¿Qué es una bicicleta política?
Es cuando un politico te cuela una propuesta que no puedes negarte a aceptar porqué quedas mal, pero que no tienes ningún interés en que se apruebe.
Gracias por la explicación Rac, 🙂