Magistral respuesta de John McEnroe a la lesbofobia de Margaret Court y su desprecio al matrimonio igualitario
John McEnroe, una de las grandes leyendas del tenis (ganador de siete Grand Slam entre 1979 y 1984), ha terciado en la polémica que la extenista Margaret Court ha levantado con sus declaraciones lesbófobas. Lo ha hecho mediante un vídeo de tres minutos de duración en el que utiliza un tono satírico para cantarle las cuarenta a la extenista LGTBfoba y propone que el Margaret Court Arena, el estadio australiano bautizado con su nombre, albergue una ceremonia masiva de boda entre personas del mismo sexo una vez que Australia legalice el matrimonio igualitario.
Hace pocos días resumíamos la polémica que habían despertado las palabras de la australiana Margaret Court, que anunciaba su intención de boicotear a la aerolínea Qantas por manifestarse en favor del matrimonio igualitario en su país y aseguraba que el tenis está “lleno de lesbianas”, entre otras afirmaciones plagadas de homofobia y transfobia. Las declaraciones de Court, cuyo historial lesbófobo ya era conocido (en el pasado ha hecho comentarios despectivos hacia otras tenistas como Martina Navratilova o Casey Dellacqua debido a su condición de lesbianas), merecían el reproche de organizaciones y personas vinculadas al mundo del tenis (entre ellas, por ejemplo, el actual número 1 del tenis profesional masculino, Andy Murray).
Pero sin duda alguna la respuesta del estadounidense John McEnroe ha sido hasta el momento la más rotunda. Lo ha hecho a través de un vídeo satírico en el que comienza relativizando la figura de Court: «Margaret Court es una leyenda de nuestro deporte con 24 títulos de Grand Slam y 52 títulos en total. Vale, la mayoría de ellos los ganó antes de la era Open [cuando los tenistas profesionales no podían competir en los torneos del Grand Slam o en la copa Davis], pero, ¿alguien los ha contado?… 34, para ser exactos». McEnroe recuerda también que Margaret Court perdió el primer partido de la «batalla de los sexos» contra Bobby Riggs en 1973, y que ese mismo año Billie Jean King (otra tenista lesbiana) ganó a su vez a Riggs. «Creo que sé de donde te viene todo ese odio», se burla McEnroe…
Pero es al criticar la afirmación de Court de que el tenis está «lleno de lesbianas» cuando McEnroe se muestra más rotundo. «Margaret Court dice que el tenis está lleno de lesbianas. Bueno, tal y como yo lo veo hay tres posibilidades: número uno, que lo que dice sea cierto… ¿A quién coño le importa? Posibilidad número dos: que no sea cierto… ¿A quién coño le importa? Posibilidad número tres: que sea parcialmente cierto. ¿De verdad, a quién coño le importa?», espeta.
Sobre la discusión abierta en torno a si el Margaret Court Arena de Melbourne (uno de los estadios que albergan el Open de Australia), John McEnroe tiene una propuesta alternativa: «Mantengan el nombre, pero cuando el matrimonio entre personas del mismo sexo sea por fin legal en Australia, yo mismo llamaré a mi buen amigo Elton John para organizar allí la ceremonia de boda entre personas del mismo sexo más grande jamás vista». Una solución que también a nosotros nos parece de lo más apropiada: toda esta reciente polémica, recordemos, deriva de la oposición de Margaret Court, reconvertida en pastora cristiana, a la aprobación del matrimonio igualitario en Australia.
«Una última cosa», le dice John McEnroe a Margaret Court: «No te pongas histérica con el abrazo de del Potro a Almagro, con este llorando entre sus brazos [se refiere a lo sucedido hace pocos días en Roland Garros, cuando el tenista argentino Juan Martín del Potro consoló con un abrazo a su rival, el español Nicolás Almagro, después de que este se lesionase y comenzase a llorar]. No es lo que piensas: es solo un ser humano decente consolando a un amigo desesperado. Necesitamos más de esto en estos tiempos. Ser solo un ser humano decente y comportarse de forma decente. ¿Sabes lo duro que sigue siendo hoy día, en 2017, salir del armario? Piensa un poco sobre ello», acaba.
Os dejamos con el vídeo. Sin duda, su tono satírico, pero no por ello menos rotundo, es una buena forma de responder a afirmaciones como las de Margaret Court. Y ya de paso poner sobre la mesa lo absurdo de la situación que vive Australia, un país en el que las encuestas muestran un apoyo social abrumador al matrimonio igualitario pero en el que desde hace ya casi una década su clase política (primero desde el lado laborista, luego desde el lado conservador) se empeña en negar ese derecho y retrasar lo inevitable…
Un campeon en todo sentido