Nuevo suicidio de un adolescente trans, ahora en Alabama (Estados Unidos)
Jay Griffin, un chico trans de 13 años, se ha suicidado en Alabama (Estados Unidos), después de un periodo de ansiedad y depresión. La vida no fue fácil para Griffin, que creció en el seno de una comunidad muy religiosa y sufrió episodios de acoso debido a su condición transexual. A pesar de todo, Griffin contó con la compresión de sus padres, que ahora reclaman una sociedad más tolerante de la diversidad.
Jay Griffin comenzó su transición a los 11 años. Pese a las fuertes convicciones religiosas de sus padres, estos decidieron apoyarlo en su proceso, testigos como eran de que se identificaba como chico y no chica. Jay también contó el apoyo de sus profesores y de su colegio. La reacción de su comunidad religiosa, sin embargo, fue ambivalente: por un lado respetaron la realidad de Jay y la decisión de sus padres de apoyarle, pero por otro él nunca se sintió realmente aceptado en la iglesia. También sufrió episodios de incompresión y acoso. «Todo se volvió más complicado desde las últimas elecciones, los delitos de odio han aumentado desde entonces un 20% y la gente se siente más envalentonada para discriminar», se lamenta su madre, Erin Georgia.
En el caso de Jay, el proceso se acompañó de ansiedad y depresión, y de hecho estaba en tratamiento por ese motivo. Finalmente, su depresión acabó en suicidio el pasado 25 de mayo. Por desgracia, no puede decirse que sea una sorpresa: la evidencia científica muestra que tradicionalmente los niños, niñas y adolescentes trans sufren más problemas psicológicos, tales como depresión e intentos de suicidio, que niños, niñas y adolescentes de su misma edad no transexuales. Las cifras son mayores en aquellos casos en los que no se da un manejo especializado de la situación, bien por carecer de medios económicos o porque los padres no los apoyan en su proceso transexualizador. Así lo puso de manifiesto, por ejemplo, un estudio publicado en 2012 en la revista Pediatrics por especialistas del Children’s Hospital de Boston, uno de los pocos centros del mundo que cuenta con una unidad especializada en atender a menores trans.
Por el contrario, los niños y niñas transexuales que desde muy pequeñitos tienen el apoyo de sus familias para manifestarse y vivir de acuerdo a su identidad de género fuera de un esquema patologizante disfrutan de una salud psicológica equiparable a la otros niños no transexuales, y lo que resulta especialmente significativo, mejor que la de los niños y niñas trans que no disfrutan de esa situación. Así lo puso de manifiesto otro estudio, publicado también en Pediatrics en 2016.
Tras la muerte de Jay, sus padres han querido hacer un llamamiento a la sociedad en favor de una mayor aceptación de la comunidad trans. «Necesitamos promover la educación en la diversidad, pero no solo para los niños. Ellos ya lo captan. Es a los padres a los que tenemos que llegar», ha declarado Erin, su madre, en una entrevista a The Birmingham News, un diario local. “Necesitamos trabajar juntos y encontrar la forma de amarnos los unos a los otros y aceptarnos. No se trata de que tengamos que estar de acuerdo con las creencias de los demás, sino de encontrar una forma de amarnos y aceptarnos como somos», ha añadido en otra entrevista a la CBS. Los padres de Jay, de hecho, han pedido que las posibles donaciones en honor de su hijo se hagan al Magic City Acceptance Center, un centro de orientación y ayuda a jóvenes LGTB de Birmingham (Alabama).
Aprovechamiento miserable de la historia por parte de grupos de odio
En este caso, al pesar por la muerte de Jay hay que añadir el asco que produce el aprovechamiento que algunos grupos de odio están haciendo de su suicidio, manipulando algunas frases de la mencionada entrevista a The Birmingham News en la que su madre describe los altibajos emocionales de su hijo y en un determinado momento afirma que «Jay no estaba listo para salir del armario ante el mundo en sexto grado. Al final está claro que no estaba listo».
La lectura completa de la entrevista deja meridianamente claro que la madre de Jay no solo aceptaba la condición trans de su hijo, sino que lo apoyaba plenamente, y que de lo que se queja con amargura es precisamente de que la sociedad que conoció su hijo no fue lo suficientemente inclusiva. Sin embargo, esas pocas frases le bastan, por ejemplo, a Actuall, plataforma vinculada a HazteOír, para titular una noticia (que no enlazaremos): «El suicidio de una transgénero de 13 años reabre el debate sobre los cambios de género en menores» y asegurar que «los padres creen que el cambio de género no era la solución». Una manipulación despreciable que deja claro que estas personas no son capaces de respetar ni siquiera el dolor de unos padres.
Os dejamos, por si hubiera alguna duda, con un vídeo de la referida entrevista de CBS a la madre de Jay:
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Flick
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