Indonesia se plantea que los latigazos a los condenados por homosexualidad no sean públicos para no desincentivar inversión extranjera
La provincia indonesia de Aceh podría ocultar a la vista del público los castigos físicos a los condenados por homosexualidad. La posible reforma ha sido discutida entre el presidente indonesio, Joko Widodo, y el recientemente elegido gobernador de Aceh, Irwandi Yusuf, y está motivada por el deterioro de imagen internacional que para Aceh en particular y para Indonesia en general supuso la difusión hace escasas semanas de la flagelación de dos jóvenes, de 20 y 23 años. Una mala fama que podría poner en riesgo la inversión extranjera. De aprobarse la decisión, los castigos se ejecutarían en el interior de las cárceles, sin público ni prensa.
El pasado mes de abril ya adelantábamos que los dos muchachos habían sido condenados a ser flagelados en público con una vara de ratán, después de ser grabados en vídeo, acosados y denunciados por sus propios vecinos. La condena se ejecutó en mayo, después de que pasaran además dos meses en prisión. El espectáculo público, cuyo objetivo «ejemplarizante» fue ensalzado por la alcaldesa de Banda Aceh, Illiza Sa’aduddin Djamal («imaginen qué pasaría si a toda la gente le empezara a atraer su mismo género y la enfermedad se empezara a esparcir por el mundo”), trascendió sin embargo internacionalmente y las condenas no se hicieron esperar.
Algo que no ha gustado a las autoridades de Aceh y de Indonesia, que ante el temor de que lo sucedido desincentive la inversión extranjera se plantean ahora no suspender los castigos a las personas condenadas por homosexualidad, sino ejecutarlos privadamente en el interior de las prisiones, de forma que las imágenes no trasciendan a los medios de comunicación y no puedan ser difundidas a través de dispositivos móviles. Así lo habrían discutido el presidente indonesio y el nuevo gobernador de Aceh en una reciente reunión mantenida en Yakarta, la capital indonesia. Una muestra de hipocresía que la organización de derechos humanos Human Rights Watch ya ha denunciado. Está por ver, en cualquier caso, si la decisión llega a materializarse: según asegura The New York Times, la oficina del gobernador ha expresado que aún debe recibir el visto bueno de los «sabios» musulmanes y del Parlamento local.
En Aceh, recordemos, rige la sharía desde 2005. Fue una concesión de Indonesia a los separatistas en el marco del acuerdo de paz que tuvo lugar poco después del tsunami que asoló la región. Aunque no fue hasta septiembre de 2014 cuando finalmente se aprobó la ley que castiga las relaciones homosexuales con la pena de flagelación (que entró en vigor en octubre de 2015).
Indonesia: deterioro preocupante de los derechos LGTB
Indonesia presenta una realidad muy diferente para su comunidad LGTB dependiendo de la región. Formalmente, la homosexualidad no es delito en el país con mayor número de fieles musulmanes del mundo, que mantiene un código penal heredado de la época colonial neerlandesa. La excepción son las provincias autónomas de Aceh y Sumatra Meridional.
Pero también en el resto del país la situación se está deteriorando. Ya lo recogíamos en febrero de 2016, cuando hacíamos alusión a la ola de LGTBfobia protagonizada por políticos y líderes religiosos. Hace pocas semanas, por ejemplo, la policía detenía en Yakarta, la capital, a 141 hombres por asistir a lo que las autoridades calificaron como «fiesta de sexo gay», pese a que la homosexualidad no es allí ilegal. El portavoz de la policía aseveraba que los detenidos podrían ser acusados bajo las duras leyes contra la pornografía. Semanas antes, otros ocho hombres eran detenidos, igualmente acusados de celebrar una “fiesta gay” en Surabaya, la segunda ciudad del país. Y en Java Occidental, la provincia más poblada del país, el jefe de policía ha hecho público el plan de constituir un grupo de trabajo policial para investigar la actividad de personas LGTB.
Para evitar espantar a los inversores mejor los apaleamos en la cárcel para que no se sepa: ¡Qué retorcidos y sádicos! Sería mucho mejor dejar de condenar la homosexualidad pero no, parece que no les da la cabeza para entender eso, :/
Pues que aprovechar…. presión económica, estos hipócritas es lo único que entienden.
Recuerdo haber enviado dinero a esta gente a través de una ONG cuando fue lo del Tsunami de 2004. Sino fuera por los niños que no tienen culpa de nada y de las personas inocentes que ya bastante tienen que aguantar en esa sociedad, os hubiera mandado a tomar por saco.
¡¡Que apechuguen con sus prácticas bárbaras, carajo!! Tirar la piedra y esconder la mano…. asco, asco y más ascooooooooooo
Con los problemas que tiene el mundo tener que estar flagelando gente por tener relaciones sexuales, y a nivel político… supongo que al final son víctimas de su pobreza y su cultura.
Por qué el titular dice «Indonesia se plantea que los latigazos…» ? Esto solo ocurre en la provincia de Aceh que se rige por la Sharia, nada que ver con el resto de Indonesia.