La cúpula militar de Canadá, con el general Jonathan Vance al frente, participa por primera vez en una marcha del Orgullo LGTB
Hace unos días comentamos la participación de la máxima autoridad del Ejército sueco, el general Micael Bydén, en el Orgullo de Estocolmo. El comandante supremo de las Fuerzas Armadas suecas quería así apoyar la visibilidad de los militares LGTB y lanzar un mensaje inclusivo. Hoy nos hacemos eco de un ejemplo similar, el del general Jonathan Vance, máxima autoridad militar de Canadá, que el pasado domingo 27 de agosto participó por primera vez en la historia del país en la marcha del Orgullo LGTB de Ottawa, la capital canadiense, junto a otros mandos del Ejército.
A diferencia de su colega sueco, que marchaba por segundo año consecutivo, la participación de Vance en el Orgullo de Ottawa ha sido la primera de la historia de un jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas canadienses en un evento de este tipo. Acompañado de numerosos mandos (entre los que se encontraban los del Ejército de Tierra, de la Armada y de la Fuerza Aérea) y de una banda militar, Jonathan Vance desfiló como parte de la delegación de las Fuerzas Armadas en la marcha de Ottawa. Una marcha en la que por cierto también participaba por primera vez el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aunque su presencia resultaba menos noticiosa que la del propio Vance (ya en 2016 Trudeau había estado presente en los Orgullos de Toronto, Vancouver y Montreal, las tres principales áreas metropolitanas de Canadá).
El propio Ejército canadiense tuiteaba la presencia de Vance en el Orgullo de la capital:
General Vance and Lieutenant-General Wynnyk joined other @CanadianForces members at the 2017 @OttCapitalPride in #Ottawa. #prideparade pic.twitter.com/0kooXOlJSv
— Canadian Army (@CanadianArmy) 27 de agosto de 2017
«Hoy y siempre orgulloso de mostrar mi solidaridad con la comunidad LGTBQ de las CAF [Fuerzas Armadas Canadienses]«, tuiteaba de hecho él mismo en su perfil institucional. «Para mí, estar hoy aquí es una muestra de solidaridad y liderazgo para los miembros de las Fuerzas Armadas que además son parte de esta comunidad», declaraba además sobre su participación en el Orgullo. «Necesitan nuestro apoyo. Quiero estar seguro también de que todo el mundo entiende que las Fuerzas Armadas son un gran lugar para trabajar y un entorno acogedor (…) Quiero que los jóvenes canadienses consideren seriamente la opción de desarrollar una carrera en las Fuerzas Armadas, no importa a que comunidad pertenezcan», añadía. Un indisimulado llamamiento a la comunidad LGTB canadiense a integrarse en las Fuerzas Armadas, un cuerpo que no permitía el acceso a las personas abiertamente LGTB hasta el año 1992. Solo han pasado 25 años. El general Vance, no obstante, declinó hacer comentarios sobre una posible disculpa oficial ante los militares que en su momento se vieron apartados del servicio debido a su condición de personas LGTB, señalando que ello es una decisión que depende del Gobierno canadiense, y no de la actual cúpula militar.
La participación de Vance y el llamamiento inclusivo tenía además este año un indudable componente político, al coincidir el Orgullo de Ottawa con la orden del presidente Donald Trump de prohibir la presencia de personas transexuales en el Ejército de los Estados Unidos, país vecino de Canadá y con el que este país mantiene estrechos lazos socioeconómicos y culturales. Precisamente un mes antes, a las pocas horas de que Trump anunciase esta decisión en Twitter, el Ejército canadiense publicaba un tuit en el que invitaba a unirse a canadienses de cualquier orientación sexual o identidad de género, y que rápidamente se hizo viral:
We welcome Cdns of all sexual orientations and gender identities. Join us! #DiversityIsOurStrength #ForcesJobs https://t.co/572KahN2Zh pic.twitter.com/9In7HR4Utj
— Canadian Forces (@CanadianForces) 26 de julio de 2017
Os dejamos, para terminar esta entrada, con una imagen de indudable carga simbólica: la de la banda militar que participó en el Orgullo de Ottawa interpretando Dancing Queen, de Abba. Y es que uno de sus miembros, el sargento Scott Poll, él mismo abiertamente gay (aunque cuando se unió al Ejército en 1989 tuvo que mantenerlo en secreto) había seleccionado un repertorio cargado de guiños hacia la comunidad LGTB: