El Tribunal Constitucional de Alemania reconoce el derecho a registrarse bajo una tercera opción de género
Sentencia pionera en Europa sobre los derechos de las personas intersexuales y de género no binario. El Tribunal Constitucional alemán ha fallado a favor de una persona que solicitaba la inscripción de su género legal como “inter/diverso”. Una posibilidad que por ahora no recoge la legislación alemana, que más allá de las categorías de “masculino” y “femenino”, solo permite la opción de dejar en blanco el campo correspondiente en los documentos oficiales. El alto tribunal da al Parlamento un plazo de poco más de un año, hasta el 31 de diciembre de 2018, para que regule el derecho a la propia identidad de género cuando esta no es binaria, eliminando una discriminación que prohíbe la norma fundamental alemana.
La batalla legal de Vanja, que ahora tiene 27 años, comenzó el verano de 2014. Disconforme con un género legal que no se corresponde con su identidad, presentó una solicitud en el registro civil de una localidad cercana a Hanóver para cambiarlo de “femenino” a “inter/diverso”. Su requerimiento fue denegado y Vanja denunció su caso ante la justicia, donde obtuvo respuestas negativas en todas las instancias a las que recurría hasta que llegó al Tribunal Constitucional. El máximo órgano judicial de Alemania dio a conocer este miércoles la sentencia que, por siete votos a uno, finalmente da la razón a la persona demandante.
Según los jueces del alto tribunal, el derecho al libre desarrollo de la personalidad recogido en el artículo 2 de la norma fundamental alemana incluye la protección de la propia identidad y expresión de género, que es una condición indispensable para poder ejercer dicho derecho. Además, negarles el reconocimiento a las personas que no se identifican ni con el género masculino ni con el femenino constituye una discriminación por razón de género prohibida por la Constitución. El tribunal tampoco considera una solución satisfactoria la ley aprobada hace cuatro años, que abría la posibilidad de dejar en blanco el campo del género. El motivo es que esta opción da a entender que las personas afectadas carecen de género, cuando la realidad es que su género no se corresponde con los dos binarios.
De hecho, aunque la mencionada ley recibió un amplio apoyo entre los partidos entonces representados en el Bundestag, los colectivos mostraron desde un principio su disconformidad por considerarla insuficiente e incluso contraproducente. Las asociaciones implicadas temían un incremento de la presión sobre los padres para someter a sus hijos a operaciones genitales invasivas con el fin de poder asignarles uno de los dos géneros legales disponibles. Los Verdes sí que señalaron la carencia que suponía el hecho de que la nueva norma no incluyera la prohibición explícita de estas intervenciones.
El Constitucional da ahora de plazo hasta el 31 de diciembre de 2018 al Bundestag para que regule el derecho a la identidad de género de todos los ciudadanos y ofrece para ello dos fórmulas. Puede introducir un tercer género que reconozca en positivo a las personas que no se identifican con los dos binarios, aunque no da ninguna indicación sobre cómo debería denominarse dicho tercer género. O bien tiene la posibilidad de eliminar toda referencia al género en el registro civil y los documentos oficiales.
Los partidos políticos han recibido la sentencia del alto tribunal de manera diversa. Los socialdemócratas del SPD y Los Verdes se han felicitado y han conminado al resto de fuerzas políticas a trabajar para implementar la medida cuanto antes. Probablemente, sin embargo, habrá que esperar a que se cierre un acuerdo de Gobierno que se está discutiendo en estos días. También las principales asociaciones LGTBI han saludado la resolución. Por parte de la extrema derecha de AfD, la federación de Turingia llegaba a comparar la intersexualidad con la esquizofrenia.
Pese a la rabia de los sectores más ferozmente LGTBIfobos, Alemania se convierte en el primer país de Europa que reconoce oficialmente la identidad de las personas intersexuales y de género no binario. Se trata de medidas que han adoptado países como Australia en 2011 o Canadá hace solo unos meses. La posibilidad de registrarse bajo un tercer género o de dejar en blanco el género también ha sido regulada de diferentes formas en países como la India o Nepal. El reconocimiento y las necesidades específicas de las personas intersexuales, de hecho, es un asunto sobre el que se han posicionado tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de Europa, con la prohibición de las cirugías de “normalización” en menores como principal objetivo.