Francia registró en 2016 más de mil delitos motivados por el odio LGTBfóbico
2016 ha sido el primer año en el que Francia ha realizado un registro específico de delitos motivados por el odio LGTBfóbico. El Ministerio del Interior del país galo ha hecho públicos los datos recogidos por el Servicio de Estadística Ministerial de Seguridad Nacional (SSMSI) a partir de las denuncias presentadas a las fuerzas de seguridad francesas (policía y gendarmería). En este sentido, se contabilizaron 1.020 agresiones por la orientación sexual o la identidad de género de la víctima, siendo objeto de las mismas en un 70% de los casos hombres gais o bisexuales. Esto quiere decir que, a estas cifras oficiales, habría que sumar la cantidad indeterminada de los ataques que no fueron denunciados. El informe revela, además, que más de la mitad de las víctimas son menores de 35 años y, concretamente, el 30% de ellas se sitúa entre los 15 y 24 años. También que la mayoría de agresiones se concentran en la vía pública de las grandes ciudades.
La reciente renovación de la fuente estadística del Ministerio del Interior contempla el fenómeno anti-LGTB en Francia. En la actualidad, las administraciones públicas disponen de datos detallados sobre todos los procedimientos registrados por la policía y la gendarmería por ofensas y ataques a personas LGTB. El 30 de junio de 2016, en la víspera del Orgullo de París y dos semanas después del ataque LGTBfóbico de Orlando, el entonces presidente de la República, François Hollande, anunció la extensión del campo de intervención de la Delegación Interministerial para la Lucha contra el Racismo y el Antisemitismo (DILCRA) para combatir también el odio y la discriminación contra las personas LGTB, así como la implementación de un nuevo plan gubernamental.
El Ministerio del Interior de Francia ha dado a conocer que solo en 2016 se produjeron, al menos, 1.020 agresiones de carácter LGTBfóbico en este país. En 715 de ellas el objetivo de los ataques fueron hombres gais o bisexuales. Asimismo, más del 50% del total de las víctimas son menores de 35 años y, concretamente, el 30% se sitúa en la horquilla de entre los 15 y 24 años. Cabe resaltar, por otra parte, que la violencia LGTBfóbica es más frecuente en las grandes ciudades (52%), frente al 10% de las registradas en el ámbito rural (también sería interesante valorar, aunque no se mencione en el comunicado, si estas cifras van asociadas a una mayor tendencia a denunciar agresiones en las áreas urbanas).
Desde 2012 se han logrado avances importantes en Francia para el colectivo LGTB, entre los cuales está la apertura del matrimonio y la adopción a parejas del mismo sexo en 2013, a pesar de la intensa campaña LGTBfóbica desplegada entonces por la derecha y la ultraderecha. Cientos de miles de manifestantes se movilizaron con un discurso muy agresivo mientras florecía un ambiente de crispación y violencia, hasta el punto de que las agresiones homófobas se incrementaron en un 78% durante ese periodo según datos de SOS-Homophobie. Locales de ambiente violentados, enfrentamientos con la policía, la jerarquía católica culpando a las víctimas de ser los causantes de la violencia, la agresividad en los discursos de los políticos opuestos al proyecto de ley sobrepasando todas las barreras… La amenaza de la que entonces era la portavoz de la Manif pour tous, la cómica Frigide Barjot, de que correría la sangre, se convirtió en realidad. En dosmanzanas tuvimos que informar de agresiones como la sufrida por una pareja gay en París, la muerte por una paliza de un joven antifascista y participante en manifestaciones contra la discriminación o ataques a militantes LGTB por parte de fanáticos.
Hoy día, mientras que el matrimonio igualitario es ampliamente aceptado por los franceses, la LGTBfobia sigue siendo una lacra en la sociedad francesa. Desde fuentes de la administración señalan que “cada ciudadano debe ser respetado independientemente de su orientación sexual o identidad de género, porque los derechos humanos no se dividen, no se clasifican y todos deben ser efectivamente aplicados”.