Timmy Treasure (actor y productor porno): «Soy exigente en el amor y me cuesta mucho encoñarme»

 

Este actor y productor de cine para adultos tiene treinta años. Se fue de casa con diecinueve y, casi desde entonces, ha trabajado en la industria. Ahora, trabaja como director para la productora Staxus. Tiene claro que el porno seguirá funcionando si la gente se rasca un poco el bolsillo: «Si de verdad eres fan de un estudio o te gusta mucho una determinada página, ¡colabora un poco y suscríbete, al menos un tiempo!

¿A qué edad le dijo a su madre aquello de ‘Mamá, quiero ser artista’?

La verdad es que, como me independice tan pronto, nunca le he dado muchas explicaciones a mi familia sobre lo que hago o dejo de hacer.  Se lo dije a mi padre hace un par de años, ya que mi madre es bastante religiosa. Prefiero que viva en la ignorancia y que dios la bendiga [risas].

“Mi familia era muy religiosa. Mandé la religión a la mierda y decidí convertirme en quien yo realmente era”. ¿La mandó muy lejos?

Lejos, lejísimos. Creo que las religiones son el mayor cáncer de este planeta. Bajo mi opinión, solo sirven para el control de masas, para tener a la gente bajo un yugo del que no se pueden librar, estando bajo la amenaza constante de un ser superior que les está vigilando. Y, si no hacen lo que él dice, serán destruidos. ¡Qué aterrador!

Escogió su nombre artístico en homenaje a un neoyorquino del que se quedó prendado. ¿Se encoña rápido usted?

La verdad es que no. Me cuesta mucho encoñarme. Lo de  Nueva York fue hace mucho, en mi primer viaje a América. Todo fue como un sueño, incluido ese chico. Nunca pasó nada, era todo platónico. Eso es lo bonito… Pero, en realidad,  me cuesta mucho encontrar el amor. Soy muy exigente en ese sentido.

Confesó en una entrevista que quería estar en una habitación con diez tíos, atado boca arriba sobre una mesa y con las piernas levantadas. ¿Resolvió el asunto?

Tristemente, con diez no… Ja, ja, ja. Pero bueno, sí que he rodado una escena en la que cinco chicos me levantaban las piernas, como tú dices. Fue bastante entretenido. Me faltan los otros cinco.

Hora de derrumbar mitos. ¿Hacen falta kilos de entrepierna para dedicarse a lo suyo?

Buena pregunta. La respuesta es sencilla: no. En el porno gay, no solo importa el tamaño de tu miembro. Gente con un pene normalito puede ser una estrella del porno sin ningún problema. Gracias a dios, en el porno gay influyen muchos otros factores, además del tamaño.

El supuesto beneficio del zumo de tomate, ¿leyenda urbana?

[Risas] Bueno, es cierto que ayuda. Pero yo odio el zumo de tomate, así que no te lo puedo decir de primera mano. Lo que más ayuda a aumentar el volumen de una eyaculación es… ¡no eyacular en un par de días!

¿Da para comer el porno?

Depende. Es como todo. Mucha gente quiere dedicarse al porno. La mayoría, si consiguen entrar, ruedan unas cuantas escenas y se acabó. La gente que de verdad quiere dedicarse a esto, si se lo curra, es constante y tiene suerte sí que puede dedicarse a esto en exclusiva. Pero ya te digo que son pocos.

Y usted está entre los afortunados.

Yo, gracias al universo, puedo dedicarme en exclusiva a esta industria. Pero, más que como actor, ahora trabajo casi en exclusiva detrás de las cámaras, buscando modelos, produciendo, etc. Trabajo en exclusiva para Staxus, uno de los estudios europeos más importantes. E incluso he empezado mi propia productora, que se llama My Dirtiest Fantasy. ¡Y va de maravilla!

¿Para rodar porno es condición sine qua non romperse poco los sesos con el guión?

Para el porno nunca se sabe. Muchísima gente lo consume, y cada uno tiene una opinión diferente. Hay gente que quieren más guion. Cuando producimos películas con más guion, una historia, etc., otra gente se queja de que es muy aburrido, y que quieren que vayan más al grano. Lo mejor es hacer lo que te apetezca hacer. A quien le guste, lo comprará y a quien no, pues no. No se puede complacer a todo el mundo.

Dicen que es usted el actor porno de moda. ¿Es la gallina del ojete de oro?

Bueno, para ser honestos, hace ya algunos meses que no hago casi nada como actor. Estoy centrado al cien por cien en la producción, por lo que no creo que sea el actor de moda en la actualidad. Para eso tenemos a actores españoles como Allen King, que está en la cresta de la ola en estos momentos. Pero bueno, seguro que volveré a actuar muy pronto. Por ahora, estoy centrado en que el oro salga de los DVDs que produzco, en lugar que de mi ojete, ¡ja, ja, ja!

¿Van bien servidos de manías los actores porno?

Muchos sí. La verdad es que a mí, al ser modelo, me gusta que me traten bien, con respeto y me cuiden. Los modelos son las estrellas en este negocio. Pero es cierto que cuando alguien se sobrepasa con las manías y la actitud de estrella, lo llevo muy mal. Y ahora más. Al ser productor, me gusta tratar a los modelos como se merecen, pero todos somos humanos.  ¡Divas no, por favor!

¿Entonces su ‘idilio’ con la productora Staxus va viento en popa a toda vela?

Va muy bien. Estoy a cargo de prácticamente todo en el estudio: producción, modelos, social media, publicidad… Mucho, mucho trabajo. Pero como es lo que me gusta, pues encantado.

¿Y cómo ve la industria del porno gay en estos momentos, en general?

Creo que tuvo una época un poco mala este tiempo atrás, pero poco a poco la cosa se va recuperando. El mayor problema de esta industria es la piratería. La gente se cree que el porno se produce solo o que no cuesta dinero. Un DVD de cuatro escenas, de un estudio medio decente, vale producirlo unos siete mil euros, mínimo. Si la gente no paga por consumirlo, se acaba. Por eso muchos estudios han cerrado y los que no, han tenido que cortar mucho el presupuesto ya que no da el dinero que daba antes. Si algo te gusta, ¡págalo!