«Sí, soy gay, ¿y qué?»: el árbitro de la primera división suiza de fútbol Pascal Erlachner sale públicamente del armario
Buena noticia para la visibilidad LGTBI en el mundo del fútbol. El suizo Pascal Erlachner, árbitro de la máxima categoría en su país, ha salido públicamente del armario en una extensa entrevista concedida al diario germanoparlante Blick. «Sí, soy gay. ¿Y qué?», titulaba en su edición dominical.
Preguntado sobre las razones para salir del armario, Erlachner lo tiene claro. «Porque la homosexualidad es todavía un gran tabú», responde. «Espero que mi salida del armario contribuya a estimular el debate público. Si no hablas de algo, se estanca. Y el estancamiento significa regresión», explica. «Y porque para mí y para mi entorno, mi homosexualidad es algo normal. Me encuentro fuerte, tengo una estupenda relación, una gran familia. Me siento muy cómodo arbitrando y tengo grandes compañeros. A la gente a la que le gusto, le gusto como soy. Ahora me siento con suficiente confianza», añade.
Pascar Erlachner (de 37 años y profesor de Deportes en un colegio de profesión) lleva siete años arbitrando, pero antes fue jugador. Conoce perfectamente el mundo del fútbol, y sabe que su historia no es precisamente la habitual en este deporte. También que no todas las reacciones serán positivas, sobre todo por parte de personas que asegurarán que la sexualidad «es un tema privado». «¿Y qué les respondería?», le pregunta el entrevistador. «Que todavía hay muchas personas que sufren encubriendo su homosexualidad. Especialmente en el fútbol. Solo con que mi experiencia sirva para ayudar a un jugador o a otro árbitro, ya me considero recompensado», responde.
Preguntado por la razón por la que el mundo del fútbol es tan poco dado a la visibilidad, Erlachner responde que «los futbolistas gais quizá temen la reacción de otros jugadores, de los hinchas en el estadio, de los comentarios en las noticias. Temen que el entrenador les margine. Temen que su salida del armario pueda suponer el fin de sus carreras». El árbitro suizo, sin embargo, parece haber superado ese miedo, y no espera que a partir de ahora le traten de forma especialmente diferente. Por lo pronto, las reacciones han sido bastante positivas, tanto en prensa como en la calle. Erlachner cuenta además con el apoyo incondicional de Luigi Ponte, presidente de los árbitros suizos, que ha calificado su decisión como «un paso valiente» y ha asegurado que se siente «orgulloso» de su colega. También la organización LGTB suiza Pink Cross ha expresado su satisfacción por lo que considera un gran paso en un mundo, el del fútbol, que considera «uno de los últimos bastiones de la homofobia».
Sin duda, una estupenda noticia, que se produce pocos meses después de que en el Reino Unido hiciera lo propio el también árbitro Ryan Atkin, de 32 años. En ambos casos, salidas del armario que parecen contar con un fuerte respaldo por parte de las instituciones responsables, a diferencia de lo sucedido en España con Jesús Tomillero, árbitro de categorías inferiores que tuvo que soportar graves insultos homófobos ante los cuales la respuesta no fue otra que la inacción.