La asociación LGTB tunecina Shams recibe amenazas de muerte tras inaugurar su emisora online de radio
La asociación tunecina de defensa de los derechos LGTB Shams ha recibido numerosos insultos y amenazas, incluso de muerte, tras inaugurar el pasado mes de diciembre su cadena de radio en la red, que se cree que es la primera de su tipo en el mundo árabe. Los integrantes de la asociación, sin embargo, continúan en su empeño de promover la tolerancia y el respeto en un país donde las relaciones homosexuales son castigadas hasta con tres años de cárcel.
El 12 diciembre, la asociación LGTB tunecina Shams comunicaba la inauguración de una webradio, denominada Shams Rad, que, bajo el lema de «Igualdad y dignidad», quería dar a conocer la vida cotidiana de la población homosexual, bisexual y transexual de Túnez. Su intención es contrarrestar la visión absolutamente negativa que ofrecen generalmente los medios de comunicación en su país y su entorno.
Precisamente eligieron el formato online para poder difundir su mensaje no solo en Túnez, sino también en el resto de países de su entorno cultural. Para ello contaron con la colaboración de la embajada de Holanda en Túnez, con cuyo apoyo pudieron finalmente ofrecer su primera programación el 19 de diciembre, convirtiéndose, según los miembros de Shams, en la primera emisora de su tipo en el mundo árabe. Con un horario que abarca desde el comienzo de la mañana hasta medianoche, los integrantes de la emisora intentan, según sus palabras «abordar la vida cotidiana de la comunidad LGBT, el aspecto político, social y psicológico del este asunto. También habrá música, cine…».
Poco después de la inauguración, el Consejo Sindical de Imanes y Miembros de Mezquitas comunicaba la presentación de una demanda contra Shams, arguyendo que «el lanzamiento reciente de una radio por la asociación constituye un peligro inminente para nuestros valores y nuestra identidad religiosa y social». Incluso llegaron a afirmar que la asociación pretendía defender «la delincuencia sexual». Tras la demanda, llegaron a difundirse rumores de que el Ministerio del Interior había ordenado el cierre de la emisora, pero su portavoz lo desmintió, indicando que se trataba de un asunto fuera de sus competencias.
Lo que también han proliferado son los insultos y amenazas. Según el presidente de Shams, Mounir Baâtour, «hemos recibido más de cinco mil amenazas de muerte y también de quemar la sede de la emisora». A pesar de ello, los miembros de la asociación persisten en su empeño, pues, como afirma su director ejecutivo, Bouhdid Belhedi, «nadie habla honestamente sobre la comunidad LGTB. Esto ofrece a la gente una manera de defender a nuestra comunidad, algo que necesitamos en Túnez y en Oriente Medio».
La hostilidad contra los ciudadanos LGTB tunecinos
La persecución social y de Estado hacia los hombres homosexuales y bisexuales tunecinos es incesante. Las detenciones por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, como bien saben los lectores de dosmanzanas, son constantes y las condenas a prisión habituales, lo que ha sido calificado por la asociación Shams como una auténtica «cacería».
Además, los defensores de los derechos LGTB —que luchan por la derogación del citado artículo 230 del Código Penal, que castiga las relaciones homosexuales con penas de hasta 3 años de prisión— sufren constantes agresiones, hasta el punto de que algunos de ellos han tenido que exiliarse ante las repetidas amenazas de muerte.