La nueva jueza española en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha sostenido postulados homófobos y defiende que la transexualidad es un síndrome psiquiátrico
Numerosos medios se han hecho eco este martes de la elección de María Elósegui como jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Se trata de la primera mujer que aporta España al alto tribunal europeo, algo que ha sido ampliamente saludado por medios y redes sociales. Por desgracia, como medio LGTB no podemos compartir este «entusiasmo». Elósegui ha defendido en el pasado posturas sobre la homosexualidad que consideramos claramente homófobos, pero son sobre todos sus posicionamientos sobre la transexualidad, que de forma explícita considera una patología psiquiátrica, los que nos generan una mayor alarma, teniendo en cuenta la importancia del TEDH a la hora de determinar el grado de protección de las personas LGTB bajo la Convención Europea de Derechos Humanos.
María Elósegui, catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Zaragoza, formaba parte de la terna de candidatos que el Gobierno de Mariano Rajoy presentó a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa para ocupar la vacante que deja Luis López Guerra en el TEDH (elegido en 2007 y cuyo mandato ya ha concluido). Los otros dos candidatos eran el expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Pérez de los Cobos (supuestamente el favorito del Gobierno) y José Martín y Pérez de Nanclares, jefe de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Martín y Pérez de Nanclares. Y aunque fue este último el que contaba con las preferencias de la comisión evaluadora (7 de 10 votos, por 3 de Elósegui y ninguno de Pérez de los Cobos), la Asamblea Parlamentaria se decantaba finalmente por la única mujer de la terna (114 votos, frente a 76 de Martín y 47 de Pérez de los Cobos).
Wikipedia afirma sobre María Elósegui que «sus investigaciones están centradas en Interculturalidad y el Derecho a la Identidad Cultural, desde una perspectiva jurídica y filosófica. También realiza trabajos de investigación sobre la igualdad Jurídica entre mujeres y hombres». Sorprendidos de que una mujer con ese perfil hubiera sido incluida por un Gobierno tan conservador como el de Mariano Rajoy en la terna de candidatos a un puesto tan relevante, nos ha bastado una búsqueda en Google para encontrar testimonios del pensamiento de Elósegui. Y no son precisamente tranquilizadores desde el punto de vista LGTB.
Resumiendo su pensamiento, Elósegui es partidaria de un «modelo» de relación entre hombres y mujeres que se aleje no solo del modelo tradicional (superioridad del hombre) sino también del modelo «igualitario». En este sentido, su posición es la de «igualdad en la diferencia», que parte del supuesto de que la diferencia biológica entre mujeres y hombres condiciona necesariamente las esferas relacional y familiar. Y que tiene como derivadas la concepción de la homosexualidad, y sobre todo de la transexualidad, como una anomalía o disfunción propia de personas que no han sido capaces de acomodar su «psique» a esa realidad.
Podría argumentarse que esa es nuestra interpretación… Valgan algunos ejemplos para aquellos lectores que no acaben de creernos. María Elósegui es coautora de un artículo titulado «Sexo, género, identidad sexual y sus patologías», publicado en Cuadernos de Bioética en 1999 junto a la ginecóloga Ana Carmen Marcuello. En este artículo, al que puedes acceder aquí, podemos leer, en referencia al momento histórico en el que «el primer feminismo radical [sic]« plantea la igualdad absoluta de hombres y mujeres, lo siguiente:
(…) aparece la moda «bisexual», se incrementa la homosexualidad que se presenta como un modo de vida «idílico» y se intenta buscar una base científica a la afirmación de que heterosexualidad y homosexualidad son aspectos igualmente normales de la naturaleza humana, que obedecen a mecanismos intrínsecos de las primeras fases del desarrollo. Conviene pues detenerse en resumir que es lo que en realidad conocemos sobre las posibles bases biológicas de la homosexualidad (…) Respecto a si la preferencia homosexual es patológica es un asunto que estaba fuera de duda para Freud quien consideraba la heterosexualidad como la condición adulta normal y la homosexualidad como un estado patológico de desarrollo interrumpido causado primordialmente por factores educativo-familiares (carácter absorbente de la madre, la hostilidad, debilidad o ausencia del padre, celos infantiles u otros factores).
Posteriormente desde la psicopatologia se ha definido la homosexualidad como «un estado persistente, postadolescente, en que el objeto sexual es una persona del mismo sexo y al que acompaña una aversión o repugnancia en diversos grados, a mantener relaciones con miembros de otro sexo» (Cavanagh). Muy recientemente el psicólogo holandés Gerard van den Aardweg ofrece en su libro «Homosexualidad y esperanza» una reflexión sobre las causas y soluciones a este problema con la experiencia de la atención directa de 250 pacientes de este tipo a lo largo de 20 años: «El estilo de vida homosexual -dice en el texto mencionado- se presenta de modo tendencioso e idílico, algo que se debe entender como simple propaganda, pues cuando se escuchan las historias de los homosexuales se ve claro que en ese género de vida no se encuentra la felicidad. Agitación en los contactos, soledad, celos, depresiones neuróticas, y, proporcionalmente, un elevado número de suicidios (por no mencionar las enfermedades venéreas y otras enfermedades somáticas) representan la otra cara de la moneda, que los medios de comunicación no muestran». Es conocida la vivencia de la homosexualidad como sufrimiento (Guide) y el hecho de que la conducta homosexual supone una menor relación personal y una mayor dependencia del sexo dada la tendencia a obtener una gratificación sexual inmediata: la consecuencia es que el número de compañeros sexuales se multiplica y que el intento de presentar a una pareja homosexual como el equivalente a un matrimonio feliz no pasa de ser una pretensión sencillamente imposible (…).
Y esto es solo un pequeño fragmento del artículo, que recomendamos leer en su integridad para entender mejor el marco ideológico en el que se ubica María Elósegui por lo que a orientación sexual e identidad de género se refiere. Y que más adelante aprovecha también para lanzar una pulla a las familias mono y homoparentales: al defender el modelo de «igualdad en la diferencia», asegura que es necesario «el reconocimiento de que no todos los estereotipos sociales atribuidos a los dos sexos son siempre indiferentes sino que algunos de ellos tienen una mayor raigambre o base biológica, de manera que no son una mera construcción cultural cambiable, sino que están inexorablemente unidos a la diferenciación sexual; así no es lo mismo ser padre que madre a la hora de educar a los hijos. Los dos papeles son insustituibles, complementarios y no intercambiables. Por tanto, tan perjudicial sería la desaparición de la figura de la madre, como la carencia de la figura del padre».
La transexualidad, un síndrome psiquiátrico
Pero donde las tesis de María Elósegui alcanzan su mayor «esplendor» LGTBfobo es al referirse a la transexualidad con un enfoque fuertemente patologizante. Para conocer su opinión, nada mejor que escucharla a ella misma, en la tercera parte de una clase magistral pronunciada en 2007 y que podemos encontrar colgada en el canal de YouTube de Una Mujer Una Voz.
En ella, Elósegui comienza refiriéndose a la intersexualidad como «hermafroditismo», asegurando que las personas «hermafroditas» padecen una «disfunción en el desarrollo genético» pero que no tienen una identidad sexual ambigua y son «hombres o mujeres». En este sentido, distingue esta condición de la transexualidad, «un síndrome catalogado dentro de la Psiquiatría» en el que «no hay ningún error cromosómico: es perfectamente varón o perfectamente mujer« pero en el que la persona «no quiere reconocer su cuerpo«. Un síndrome psiquiátrico para el que Elósegui distingue dos tipos de «terapias». La primera no es otra que la reasignación de sexo. La segunda, por la que Elósegui claramente muestra su preferencia al asegurar que es la que se construye «desde el modelo 3» es el tratamiento psiquátrico. «Si la disfunción se da por la no aceptación de lo somático, lo que hay que hacer es una terapia psíquica: lo que habría que reconstruir es la aceptación por parte del transexual de su sexo cromosómico», explica:
Puedes ver la primera y la segunda parte de la charla también en YouTube. En la segunda parte Elósegui se explaya sobre la homosexualidad en el mismo sentido que el texto que reproducíamos anteriormente, definiendo además las relaciones sexuales como «recíprocas e interdependientes» entre hombre y mujer, cada uno de los cuales «aporta su diferencia».
El discurso de Elósegui, en definitiva, no deja de ser más que una variante «laica» del que mantiene, por ejemplo, la doctrina oficial de la Iglesia católica cuando condena la que llama «ideología de género» y niega la existencia de las identidades trans o las considera en todo caso un alejamiento perverso del orden natural. No sabemos si, en este sentido, tiene influencia en su pensamiento su hipotética pertenencia al Opus Dei (dato que sostienen algunas informaciones). En realidad da igual: la nueva jueza del TEDH mantiene posiciones que, verbalizadas más o menos educadamente y sin las estridencias que caracterizan a otros portavoces de la LGTBfobia, pueden sustentar razonamientos a favor de la discriminación jurídica de las personas LGTB, e incluso aberraciones como las «terapias reparadoras» de la homosexualidad y de la transexualidad. No es de recibo que una persona así tenga la capacidad de decidir sobre asuntos que directamente involucran a los derechos humanos de las personas LGTB. Por mucho que tenga otros méritos.
Es que el PP nunca da puntada sin hilo. Siempre encuentra la forma de perjudicar a la gente. Ahora como ya no puede ir contra la mujer abiertamente, se desquita atacando a los LGBTI. Qué hará una persona que se posiciona tan claramente contra los derechos humanos en ese tribunal? No sé, pregunto.
Un esperpento intelectual parece ser este elemento.
Qué se puede esperar?
Pues muy sencillo. No quieren que pase como en Sudamérica, la unión europea no quiere presionar a los países mas homófobos a legalizar el matrimonio igualitario porqué seria un dramón con todos amenazando irse.
Lo que no entiendo por que ponen a esta mujer, cuando el otro candidato tenia mas nota. Les parecia Nanclares demasiado liberal?
Esa votación no era vinculante. Que Nanclares sacara más nota no implicaba en absoluto que fuera a ser elegido,
Sobre lo que dices de Sudamérica: dudo mucho que el PP pensara en nosotros al hacer su elección. Desde hace algún tiempo tienen cosas que les preocupan mucho más. A mí me parece que lo de ser LGBTIfoba es un extra sin más. Desde luego lo que he leído aquí no es muy alentador pero ya veremos que hace. Tampoco es que podamos hacer mucho más, :/
Ok,desconocia lo de la elección final.
Esta claro que el PP no lo ha hecho por nosotros pero creo que les puede ser muy útil en un futuro.
Encima del opus…puff no soporto a esa gente que va de laica calcando las opiniones de la iglesia católica, igual se piensa que engañan alguien.
A Rac: pues claro que han propuesto a 3 jueces afines. Cualquier político propondría jueces con ideas afines a las suyas. Esa es una de las razones por las que los políticos no deberían tomar ninguna decisión sobre el poder judicial. De todas formas, al PP le salió mal la jugada. Ellos querían a Cobos y de haber sido por ellos le hubieran propuesto sólo a él. Sin embargo, se vieron obligados a proponer a dos jueces más y Elósegui fue elegida. No sé casi nada de ella pero yo no daría por sentado que va a hacer lo que le diga el PP. De todas formas el tiempo lo dirá.
Anda mira, no sé si el equipo de dosmanzanas tendrá algo que ver (si es así bonita jugada, 😉 ) pero los periódicos ya han empezado a señalar su LGBTIfobia: http://www.eldiario.es/politica/homosexualidad-patologias-emanciparse-espanola-Estrasburgo_0_732827187.html
Robert, es numeraria del opus, da igual que sea del PP o de VOX. Su opinión por lo que he oído, es la misma que la de hazteoir pero le da una visión la ica y legalista para darle sensación de imparcialidad.
Creo que no me has entendido. Sabemos que es LGBTIfoba y que de ninguna manera es una buena opción para el puesto al que ha accedido. Eso está claro. Pero eso no quiere decir que vaya a hacer lo que el PP le diga. Al menos yo no he leído nada que demuestre el tipo de servidumbre que demostró el ex-fiscal anticorrupción Moix. ¿Qué puede darse? Por supuesto, pero eso lo sabremos con el tiempo. También podemos tener suerte y que el grupo de Izquierda Unida consiga encontrar la forma de revertir la decisión a través de la UE
http://www.eldiario.es/politica/Alberto-Garzon-Elosegui-reflejo-Espana_0_733177004.html
Hasta donde yo sé son los únicos que han mostrado intención de intentar hacer algo. El resto sólo ha dicho que «muy mala elección» y ahí se han quedado, :/
No si ya. Si quien dice PP dice conservador. Y también esta el PP europeo, y ese si puede tener un interés directo. Espero que sea como dices, tengo entendido que la ILGA Europea tiene influencia en la UE. Supongo que ahi se pueden también recusar jueces (o como se diga).Es preocupante encontrarte gente así en instituciones de defensa de derechos supongo que los de otros países tendrán un perfil parecido.
Pero ¿dónde escogen a esta gente? Tiene cara de monstruo de película de terror y su moral está en consonancia
Una buena «marimacho» del opus. Su manos es muy larga.
¿Y qué dice el diputado Maroto de todo esto?
Robert, no me preocupa en realidad que haga lo que el PP le diga, sino que haga lo que » la orden» le diga.
Podemos votó a favor de esta jueza por considerarla supuestamente la candidata menos mala, porque era feminista y estaba a favor de los inmigrantes… en vez de abstenerse, no, vamos a pasar por encima de los ciudadanos de segunda clase( los gays) y luego encima hoy sale una noticia que dice que esta señora ni siquiera participó en la elaboración de la ley contra violencia de género, que falsificó su curriculum o algo así, muy bien Podemos…
Oye, ¿podrías por favor pasarme el enlace donde has leído que podemos votó a Elósegui, entre otros motivos, porque era feminista? Porque lo de la candidata menos mala y lo del antirracismo sí que lo leí pero lo de feminista no.
No entiendo muy bien tu punto de vista sobre la segunda parte de tu comentario. Cargas contra Podemos por votarla. Estoy de acuerdo en que fue un desacierto. Pero ¿por qué sólo contra Podemos? Más partidos la votaron, los que deberían haber controlado la veracidad de su currículum o bien no lo hicieron o fallaron estrepitosamente (incluido el gobierno español (PP) que le dio su visto bueno), fue propuesta por el PP, gracias a los chanchullos del PP al menos una juez que tenía interés en el puesto fue apartada y etc, etc, etc. Sin embargo sólo cargas contra Podemos. ¿No serás simplemente anti Podemos? Que oye, eso legítimo pero echarles exclusivamente la culpa de esto es injusto. Hay muchos más culpables y algunos mucho más que Podemos
Pues precisamente porque de Podemos esto no lo esperaba y de los otros si, parece que según el diario.es, en Podemos pidieron la dimisión de esta señora al enterarse de sus artículos, pero a buenas horas, si es verdad que el resto de partidos que la votasen deberían pedir disculpas.
La jueza falseó el currículum que mandó a Estrasburgo, diciendo que es autora del anteproyecto de la Ley de Igualdad del gobierno de Zapatero, lo que publica hoy el diario.es.
A David: no tengo ni idea de si conocían o no las ideas de esta jueza sobre el colectivo LGBTI. Si las conocían mal por votarla y si no las conocían mal por votar sin saber a quien votas (como hacen muchos españoles). Sin embargo, para mí los que mejor reaccionaron fueron los de IU. Fueron los únicos que desde el primer momento no sólo se mostraron en contra del nombramiento, sino que empezaron a actuar para intentar que le quitaran la plaza.
Desgraciadamente al haber sido ya votada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (No tiene nada que ver con la Unión Europea por lo que Podemos ni pincha ni corta) la única manera de que esta «señora» dejase de ser jueza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos es que el resto de jueces del tribunal la expulsasen con mayoría cualificada.
PD: Fue profesora mía en la facultad en Zaragoza y los alumnos sabíamos que era del Opus pero para nada nos imaginabamos toda la homofobia que transmite en sus libros, que gran decepción de profesora con lo bien que nos trató a todos en clase.
Muy creyente pero claro, a su conveniencia. Falsear no es pecado cuando lo hace en interés propio. Qué ejemplo para el resto de la sociedad!