Tres veteranos políticos unionistas proponen la convocatoria de un referéndum sobre el matrimonio igualitario en Irlanda del Norte
Tres antiguos miembros de la Asamblea de Irlanda del Norte, todos ellos perteneciente a partidos unionistas, han formulado la propuesta de que el derecho al matrimonio de las parejas del mismo sexo sea sometido a referéndum. La relevancia de la propuesta es que es, precisamente, la facción unionista de la Asamblea la que ha bloqueado sistemáticamente todas las iniciativas al respecto, convirtiendo al Ulster en el único territorio de los cuatro que conforman el Reino Unido donde no se ha legislado el matrimonio igualitario.
La propuesta ha partido de David Campbell, antiguo presidente del Partido Unionista del Ulster (UUP); David McNarry, exmiembro de la Asamblea en representación del UKIP; y Michael McGimpsey, también exdiputado por el UUP. Los tres veteranos políticos han llegado a la conclusión de que hay tres asuntos que permanecen bloqueados, tanto en las negociaciones entre partidos como en la propia Asamblea de Irlanda del Norte, debido, sobre todo, a la necesidad de una mayoría favorable en las dos facciones, unionista y nacionalista irlandesa, en determinados asuntos, tal como se estableció en los acuerdos de paz de 1988.
Según el informe de los tres proponentes, que han titulado «Romper el bloqueo», actualmente «parece que hay tres temas centrales de desacuerdo: la demanda de una ley autónoma sobre el idioma irlandés para Irlanda del Norte, la demanda de la admisibilidad legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en Irlanda del Norte y la demanda de relajación de la ley del aborto en Irlanda del Norte». Dado que los propios acuerdos de paz fueron sometidos a consulta popular antes de convertirse en ley, los tres argumentan que sería el procedimiento adecuado para zanjar esas cuestiones definitivamente, una opinión especialmente valiosa si se tiene en cuenta que el propio David Campbell fue firmante de aquellos acuerdos en su calidad de líder del UUP, por aquel entonces el principal partido unionista.
Las preguntas que se someterían a referéndum serían las siguientes:
- ¿Debería tener Irlanda del Norte una ley autónoma sobre el idioma irlandés?
- ¿Debería permitirse contraer matrimonio civil a las parejas del mismo sexo en Irlanda del Norte?
- ¿Debería enmendarse la ley existente en Irlanda del Norte para permitir el aborto cuando existe un diagnóstico de malformación del feto?
- ¿Debería enmendarse la ley existente en Irlanda del Norte para permitir el aborto a una mujer que ha quedado embarazada como resultado de un delito sexual, incluyendo la violación y el incesto?
Según los tres veteranos políticos, «ninguno de nosotros tiene ambiciones electorales ni representa a ningún partido al efectuar esta propuesta. La ofrecemos de buena fe como una posible solución, y esperamos que así sea aceptada». No obstante, todos ellos han enviado el informe a sus antiguas formaciones políticas, y esperan conseguir su respaldo.
La dificultad para la propuesta estriba en que ninguno de ellos ha formado parte del Partido Democrático del Ulster (DUP), el principal partido unionista en la actualidad, que es quien ha vetado hasta en cinco ocasiones las proposiciones de ley de matrimonio igualitario presentadas en la Asamblea de Irlanda del Norte. Para ello ha llegado a hacer valer la «petition of concern», la cláusula que exige que las propuestas obtengan una mayoría mucho más amplia, y por parte de ambos bandos (unionista y nacionalista), dado que en la última votación los partidarios del matrimonio entre personas del mismo sexo fueron mayoría. Al bloqueo de la vía legislativa se unió el cierre de la vía judicial, tras el rechazo por parte del Alto Tribunal de Belfast a las demandas de las parejas del mismo sexo.
Si bien los unionistas del DUP perdieron su capacidad numérica de veto en las pasadas elecciones, la situación política actual en Irlanda del Norte es la de un Gobierno autónomo sin constituir después de un año, debido a la falta de acuerdos entre las minorías, con una Administración gestionada por funcionarios, que mantienen en funcionamiento los distintos departamentos sin que se hayan aprobado los pertinentes presupuestos, y que está próxima a alcanzar, según estimaciones, un punto crítico en cuanto a las finanzas públicas. No parece, pues, que sea el escenario más optimista para la convocatoria de cualquier referéndum.