Controversia en el catolicismo germánico por la posible bendición de parejas del mismo sexo
Uno de los temas que más están revolviendo los ambientes católicos en algunas partes de Europa es la posibilidad de introducir algún tipo de bendición para las parejas del mismo sexo. Buena muestra de esta situación ha sido la polémica en torno al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana sobre si apoyaba o no esta posibilidad. Y es que, aunque la noticia haya tenido escaso eco en España, numerosos medios internacionales han destacado unas palabras del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Frisinga y consejero del papa Francisco, que parecían apoyar esta posibilidad (aunque fueron seguidas de una confusa “aclaración”).
Las palabras del presidente de los obispos alemanes formaban parte de una entrevista por el décimo aniversario de su nombramiento, y en ellas parecía que el cardenal Marx dejaba la puerta abierta a la bendición de parejas del mismo sexo. Tras la pregunta sobre por qué “la Iglesia no siempre avanza cuando se trata de las demandas de algunos católicos sobre, por ejemplo, la ordenación de diaconisas, la bendición de parejas homosexuales o el celibato obligatorio”, Reinhard Marx respondía: “Sí, pero no hay soluciones generales. No creo que estuviera bien. Se trata de atención pastoral a casos individuales y eso se aplica a otras áreas en las que no podemos regular, donde no tenemos un conjunto de reglas. Eso no significa que no pase nada”.
Cabe señalar que ya en ocasiones anteriores algunos obispos del ámbito germánico se habían manifestado a favor de alguna fórmula de bendición para las parejas del mismo sexo. Fue el caso del obispo de Amberes Johan Bonny, o el de Osnabrück, Franz-Joseph Bode. Con todo, aquí parecía que estábamos ante un importante salto cualitativo. Nada menos que el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana entreabría la puerta a este tipo de bendiciones.
Pocos días después, la Conferencia Episcopal Alemana matizaba las palabras de su presidente, publicando una transcripción de la entrevista en la que el «Sí» inicial de la respuesta desaparecía. Las razones que se han aducido en medios católicos son cuanto menos llamativas: el “sí” del cardenal no habría sido emitido con intención afirmativa, sino que se trataría de una muletilla inicial, por lo que habría dicho sencillamente que “no hay soluciones generales” (más todo lo siguiente). Una interpretación que en cualquier caso mantiene e incluso incrementa la ambigüedad de sus palabras. Como bien señala el portal católico inclusivo New Ways Ministry, esta “matización” no ha hecho sino incrementar la confusión.
En realidad, el revuelo en torno a estas palabras subraya la controversia existente desde hace tiempo en la el ámbito católico germánico, aunque con repercusiones más allá de ella. De hecho, cuando se pensó que el cardenal Marx había apoyado las bendiciones, el arzobispo de Filadelfia, el cardenal Charles Caput, señaló que esas palabras y las ya referidas de otros obispos eran causa de “seria preocupación”. Ya en el espacio de lengua alemana, en las últimas semanas se han sucedido acontecimientos contradictorios entre sí. Algunas parroquias austriacas han ofrecido bendecir las parejas por San Valentín, haciendo extensiva la invitación a parejas del mismo sexo. Posteriormente, también en Austria, el obispo emérito de Salzburgo comparaba bendecir una pareja del mismo sexo con la bendición de un campo de concentración o de la mafia. Fue tal la indignación generada por estas declaraciones que el propio arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, salió al paso y las calificó de “inaceptables”, ante lo cual el mencionado obispo emérito tuvo que pedir disculpas.
Movimientos, en definitiva, que muestran que la realidad de las parejas católicas del mismo sexo no es objeto ya de una condena unánime ni siquiera en ámbitos católicos jerárquicos, por más que la doctrina oficial se matenga invariable. De momento, eso sí, estos movimientos siguen dándose allende nuestras fronteras.