Tony Abbott acude a la boda de su hermana Christine con otra mujer, a pesar de haber impedido el matrimonio igualitario cuando era primer ministro de Australia
El ex primer ministro de Australia, Tony Abbott, ha acudido a la ceremonia de la boda de su hermana Christine Forster con Virginia Edwards. El enlace ha sido posible después de que el pasado 9 de diciembre entrara en vigor la ley de matrimonio igualitario aprobada por el Parlamento australiano, algo a lo que se opuso firmemente Tony Abbott cuando fue líder de la oposición y cuando encabezó el Gobierno. Abbott, incluso, hizo una feroz campaña en contra durante el referéndum consultivo que se efectuó al respecto, alegando en todo momento sus convicciones religiosas.
La activista LGTB australiana Christine Forster ha contraído matrimonio con Virgina Flitcroft, con quien estaba prometida desde hace cuatro años. La ceremonia civil se ha llevado a cabo en un evocador lugar frente al edificio de la Ópera de Sídney. El enlace se ha celebrado apenas unos meses después de que el matrimonio entre personas del mismo sexo fuera aprobado por el Parlamento de Australia.
Uno de los invitados a la boda ha sido Tony Abbott, ex primer ministro de Australia y antiguo líder del conservador Partido Liberal. La peculiaridad de su asistencia a la unión de su hermana radica en que, mientras lideró al partido y el Gobierno, Abbott rechazó permitir la aprobación del matrimonio igualitario, poniendo todo tipo de obstáculos para que cualquier iniciativa legislativa al respecto prosperase.
En 2012, durante su etapa como líder de la oposición, obligó a los diputados de su partido a acatar la disciplina de voto sin debate interno previo, impidiendo que se aprobase el proyecto de ley presentado por la senadora verde Sarah Hanson-Young. Previamente, había afirmado: «No importa lo profundamente afectuoso o duradero que sea, la relación entre dos personas del mismo sexo no puede ser un matrimonio, porque el matrimonio, por definición, es entre un hombre y una mujer».
Durante su periplo como primer ministro del Gobierno australiano, negó repetidamente la posibilidad de que los diputados del Partido Liberal pudiesen votar en conciencia, incluso a proyectos de ley que habían surgido de coaliciones que incluían a miembros liberales. Su negativa se debía, según sus propias palabras, a sus fuertes convicciones religiosas de antiguo seminarista católico. Ni los avances en la vecina Nueva Zelanda o en los Estados Unidos hacían mella en su empeño de que, si algún día se debatía el matrimonio entre personas del mismo sexo, fuera a través de un referéndum vinculante y no por vía parlamentaria.
Incluso cuando, una vez derrocado como primer ministro, tuvo lugar el referéndum postal no vinculante sobre el matrimonio igualitario, hizo campaña en contra. En un profuso artículo publicado en The Sidney Morning Herald, defendía su postura contraria, alegando que «es hora de decir que la corrección política se ha salido totalmente de control y votar no». Incluso llegó a afirmar que el matrimonio entre personas del mismo sexo amenazaba la libertad religiosa y que quienes lo apoyaban propagaban un «discurso de odio».
Durante todo este tiempo, su hermana Christine persistió en su lucha como activista en la defensa de los derechos LGTB, posicionándose en contra de las directrices de Abbott de manera contundente. Es más, durante el referéndum fue una gran promotora de la campaña favorable desde su cargo como concejala en el ayuntamiento de Sídney.
Pero toda esta historia parece haberse diluido, ya que Tony Abbott ha calificado la boda de su hermana como una «gran ocasión familiar», y ha afirmado que se siente «muy feliz por Chris y Virginia. Estoy deseando tener una nueva cuñada». Por su parte, Christine Forster ha declarado que su hermano «ha sido fabuloso. De hecho, ha sido la primera persona en llamarnos esta mañana para comprobar que todo iba bien y que no había ningún imprevisto de última hora».