El Encuentro Mundial de las Familias de Dublín incluye vídeos que hablan de la realidad LGTB católica entre los materiales preparatorios
En agosto tendrá lugar en Dublín una nueva edición del «Encuentro Mundial de las Familias» organizado por la Iglesia católica. Y entre el material preparatorio se incluyen vídeos que hacen mención a la realidad LGTB entre los fieles católicos. Una novedad que parece confirmar la impresión, apuntada ya por otros indicios, de que el evento de Irlanda intenta ir algo más allá de la reafirmación de la doctrina oficial y ser más inclusivo que en ediciones anteriores.
Ya antes nos habían llamado la atención algunas señales de que este Encuentro tendría una mayor inclusividad. En otoño pasado, el obispo Brendan Leahy, titular de la diócesis de Limerick, afirmó que todas las familias, no solo las que se ajustan a la norma católica, deberían ser bienvenidas: “debe hacerse que todo el mundo se sienta bienvenido el año que viene. Todos queremos construir una buena red familiar de apoyo en Irlanda en todos los niveles. [El Encuentro] es un acontecimiento internacional pero tendrá especial significado para nosotros como irlandeses porque la familia significa tanto aquí (…) Mi esperanza es que el evento del año que viene será para todas las familias; para la familia tradicional, los padres y madres solteros; personas de otras fes, personas que están de acuerdo con la Iglesia y las que están en desacuerdo”, declaró entonces.
Ahora se han difundido además materiales en vídeo destinados a preparar el Encuentro, y que recogen diversos testimonios. Se encuentran recopilados bajo el título “Amoris: Let’s Talk Family, Let’s Be Family – The Joy of Love Six-Session Parish Conversation”, y entre ellos encontramos las historias de Alison, una mujer lesbiana, y Gemma, madre católica de un hijo gay. “Mi hijo salió del armario cuando tenía 27 años y yo era bastante ignorante por aquel entonces en cuanto a los gais, y realmente no entendía. Entré en un grupo de padres y madres en Irlanda del Norte y pasé mucho tiempo con ellos. Y justamente esas palabras: ‘intrínsecamente malo’ y ‘desordenado’ realmente nos molestaban… Me sentía herida con esas palabras. Me sentía enfadada”, cuenta Gemma, haciendo mención al célebre documento vaticano de 1986 que decía, que si bien “la homosexualidad” no era un pecado, sí era un “desorden objetivo” por estar ordenada a actos “intrínsecamente malos”. Este documento, que recordamos al cumplirse 30 años de su publicación, es el que más ha marcado la teoría y práctica de la Iglesia católica con las personas LGB en las últimas tres décadas. Resulta pues comprensible que sea frecuentemente citado por personas LGTB católicas o sus familias.
Allison, lesbiana, aparece también entre los vídeos contando su historia: “El hecho de que sea gay nunca ha sido un gran problema en mi situación familiar. Salí del armario con mis padres cuando tenía unos 20 años. No diré que estuvieran encantados y dijeran que era maravilloso; pero fueron increíbles”.
La referencia a la realidad LGTB en estos materiales es un signo más de que este próximo Encuentro puede marcar una diferencia respecto de otros anteriores, que como sabemos supusieron una mera reiteración de la doctrina oficial. Veremos hasta qué punto.
El cambio de paradigma que se está empezando a vislumbrar en nuestras comunidades cristianas, es sin duda, un signo del Espíritu. Hemos de estar, no sólo atentxs, sino partícipes de que la realidad, lgbtqi+ vaya tomando cuerpo, de unidad y comunión. Queda un camino largo, aún, por recorrer, pero será decididamente inclusivo. El Amor forma parte de nuestra comunidad arcoírica, el respeto y la integración son sus frutos. Oremos para seguir encontrando caminos de encuentro y desarrollo en libertad de nuestra diversidad humana.