Denunciadas dos agresiones por LGTBfobia en la Feria de Sevilla
Dos agresiones por LGTBfobia denunciadas públicamente y ante la Policía Nacional han empañado el desarrollo de la Feria de Sevilla 2018. En la madrugada del martes a miércoles, una chica trans de 22 años fue vejada y agredida por un grupo de jóvenes. Lo ha denunciado la Asociación de Transexuales de Andalucia (ATA-Sylvia Rivera), según la cual la agresión se produjo en la caseta del PSOE. Un chico de 25 años, por su parte, ha denunciado que, también en la madrugada del miércoles, un vigilante de seguridad le impidió el paso a otra caseta diciéndole que «aquí no entra un puto maricón» y le agredió físicamente.
Según la información aportada por el colectivo ATA-Sylvia Rivera, la joven trans agredida, de nombre Simone, fue agredida y vejada por un grupo de jóvenes que se encontraban en el interior de la caseta del PSOE, que le dieron empujones, insultaron y le arrojaron una jarra de rebujito por la cabeza. «Te voy a matar, maricón de mierda, vete de la caseta, ¿qué coño haces aquí?», le llegó a espetar uno de los agresores. La joven, que asegura que nadie intervino para mediar, ha interpuesto denuncia ante la Policía Nacional, adjuntando el correspondiente parte de lesiones.
Desde ATA-Sylvia Rivera exigen a los responsables de la caseta que depuren responsabilidades ante la inacción del servicio de seguridad. El colectivo trans andaluz también denuncia que Simone dice haberse dirigido a un furgón de Policía, quienes según versión de la agredida no la trataron de acuerdo a su identidad femenina. «Nuevamente desde esta asociación vemos con urgencia la formación de los cuerpos de seguridad y la necesidad de un protocolo de actuación ante agresiones por LGTBIfobia», expresa ATA en su comunicado.
El colectivo que preside Mar Cambrollé ha evitado de todas formas culpar al PSOE de lo sucedido en la caseta. «El PSOE en Andalucía se ha destacado por su respaldo y defensa de la diversidad sexual y de género y gracias a su incondicional apoyo, Andalucía cuenta con leyes ejemplares en el reconocimiento de derechos y de protección ante los delitos por LGTBIfobia», destaca su comunicado, que añade que en cualquier caso «la Junta de Andalucía debe aplicar el régimen sancionador que contempla la Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía».
Se da la circunstancia de que ya en 2014 ATA denunció otra agresión tránsfoba en la caseta del PSOE de la Feria de Sevilla.
«Aquí no entra un puto maricón»
Por lo que se refiere a la denuncia interpuesta por el otro joven, este asegura que el vigilante de seguridad de la caseta situada en el número 189 de la calle Pascual Márquez del recinto ferial sevillano (cuyo titular es el sindicato FASGA) le impidió el acceso diciéndole «aquí no entra un puto maricón», le propinó patadas y puñetazos e incluso lo tiró al suelo. Los hechos sucedieron pasadas las tres de la madrugada del miércoles. El joven ha explicado que otros años ha acudido a la misma caseta con amigos gais y nunca había tenido problema alguno. En esta ocasión iba acompañado de unas amigas, pero se da la circunstancia de que ellas entraron a la caseta mientras él se quedó fuera hablando por teléfono. Al finalizar la llamada y pedirle al vigilante que lo dejara entrar ya que sus amigas estaban dentro, aunque él no llevaba invitación, fue cuando el vigilante le llamó «puto maricón».
El denunciante le respondió que aunque no tuviera invitación y no lo dejara pasar no tenía derecho a insultarle, momento en el que según su relato el vigilante lo agredió físicamente. El joven intentó grabar a su agresor con el móvil, pero otro compañero del vigilante se lo quitó y lo tiró al suelo. Al ver pasar un furgón de Policía, el joven pidió ayuda a los agentes, quienes identificaron al presunto agresor y a su compañero. El joven ha presentado denuncia policial, acompañada del correspondiente parte de lesiones.
Esta segunda agresión ha derivado, además, en una extraña polémica entre colectivos, aparentemente ya zanjada. Mientras que la asociación sevillana Adriano Antinoo solicitaba desde el primer momento a las autoridades abrir expediente a los titulares de la caseta y aplicar el régimen sancionador que contempla la ley andaluza contra la LGTBIfobia, Andalucía Información recogía que la Federación Arco Iris consideraba lo sucedido «una situación de tensión mal resuelta en un ámbito y contexto ajeno a la realidad que se vive y respira dentro de la caseta», pero sin que por ello debiese considerarse un acto de homofobia. Algo que Adriano Antinoo les ha reprochado en redes sociales: «Lamentamos profundamente que Arco Iris LGBTI niegue el carácter homófobo de la agresión (…) infligiendo un daño terrible a la víctima. Justificar o minimizar agresiones empodera a agresores y humilla a víctimas». La Federación Arco Iris respondía en Twitter a Adriano Antinoo restando validez a la información de Andalucía Información, que atribuía a las declaraciones de un vocal de la organización, pero negando que esa fuese la postura de la organización y expresando de forma explícita que sí consideraban lo sucedido un episodio de homofobia.
No es la primera vez, en cualquier caso, que agresiones por LGTBfobia en la Feria de Sevilla trascienden a los medios. En 2011, por ejemplo, una pareja gay fue expulsada de una caseta por darse un beso. Un año después, otra pareja era también expulsada por querer bailar unas sevillanas. Y en 2014 ATA denunciaba la agresión tránsfoba arriba mencionada. Está claro que queda mucho trabajo por hacer…