Gloria Trevi y Alejandra Guzmán «Versus» los hombres: las dos grandes divas LGTB de México
Tras recorrer el continente americano de arriba abajo, el ‘VERSUS World Tour’ de Gloria Trevi y Alejandra Guzmán llegó a su fin el pasado sábado en el Hollywood Bowl, un magnífico escenario en el corazón de Los Ángeles que resultó idóneo para albergar las explosivas puestas en escena de las dos estrellas mexicanas. Como ya comenté a propósito del show 24-Decade History of Popular Music de Taylor Mac [crítica], por el momento trabajo desde la Ciudad de las Estrellas, con lo que tuve la ocasión de disfrutar de este gran evento… y de sus reinas, dos de los mayores iconos LGTB de Latinoamérica, idóneas para animar toda discoteca que se preste.
Nacidas ambas en febrero de 1968, Gloria Trevi («No querías lastimarme») y Alejandra Guzmán («Yo te esperaba») habían compartido antes estilos y fans pero no escenario, con lo que estos conciertos han sido, tal y como ellas han admitido, una lección de humildad, generosidad y sobre todo amistad. Es más, pese al vocablo «versus» (que titula también el disco conjunto inspirado por ella), la gira refleja la unión entre ambas estrellas, que lo toman y lo despiden juntas aun cuando la mayoría de las actuaciones las ofrecen por separado. Así, tras una explosiva introducción que saca máximo partido de los efectos visuales del escenario, las dos divas se van pasando el relevo de una a otra, contando ambas con sus momentos de gloria (con perdón de Alejandra) para actuar, bailar y soltar frases memorables contra Trump y otros hombres que han roto sus corazones (nada mejor para superar un desengaño amoroso que bailar alocadamente «Cuando un hombre te enamora», «Más buena» o «Soy tuya»), así como a favor de los inmigrantes o las personas LGBT. No por casualidad, ambas minorías fueron mayoría el sábado. Pese a interpretar sus últimos hits, las dos artistas realizaron, como dijo Trevi, un viaje a los noventa, a la era que más fama les dio, aunque dejando claro que nunca han sido más fantásticas que en este preciso instante. El entregado público, desde luego, les dio la razón. Ambas cantantes acaban de alcanzar los 50 años, pudiendo verse esta gira como una celebración de las mujeres maduras, solteras y fabulosas dispuestas a comerse el mundo. Desde luego su «Eternamente bella» es claro.
La perfecta mezcla de glamur y melodrama de las dos estrellas, que no por casualidad también han triunfado como actrices de telenovela, las convierte en perfectos iconos LGBT. Pero la cosa no queda ahí: en un país donde menos de la mitad de los estados permiten a los seres humanos casarse con alguien de su mismo sexo o reasignarse legalmente este, ellas han defendido siempre el amor sin importar quiénes se lo profesen, participando en los desfiles del Orgullo y ondeando la bandera LGBT en sus conciertos con la misma determinación con la que izan la mexicana. De hecho, uno de los grandes hits de «Versus» es la interpretación conjunta del «Todos me miran» compuesto por Trevi en 2006, todo un himno que hace mención directa a la liberación gay y, de hecho, nació inspirado por un amigo gay de la cantante. «Y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones, me pinté y era bella», reza la canción, cuyo videoclip está protagonizado por un hombre gay marginado que opta por ser drag queen y reírse en la cara de una sociedad que no ha estado a la altura. Alejandra Guzmán y Gloria Trevi, desde luego, siempre lo han estado.