La Comisión de Libertades Individuales e Igualdad recomienda en un informe la despenalización de la homosexualidad en Túnez
La Comisión de Libertades Individuales e Igualdad de Túnez hizo público el pasado martes un informe en el que, entre otros, recomiendan al Estado que acabe con la persecución legal de las relaciones entre personas del mismo sexo. El organismo fue instaurado por iniciativa del presidente Béji Caïd Essebsi en agosto del año pasado para evaluar la situación de los derechos humanos en el país magrebí y proponer iniciativas para su promoción. Las conclusiones de su trabajo apuntan a la despenalización de la homosexualidad y el fin de los infames «exámenes anales». Ahora está por ver cómo se materializarán estas recomendaciones.
Buenas noticias desde el Magreb. La Comisión de Libertades Individuales e Igualdad (Colibe), un organismo consultivo creado para fomentar los derechos humanos en Túnez, ha emitido un informe en el que, entre otras recomendaciones, insta al Gobierno a despenalizar la homosexualidad. El texto de 235 páginas fue remitido al presidente de la República el pasado viernes y se hizo público este martes. Entre sus redactores se encuentran un profesores universitarios, un escritor, un juez y un activista entre otros.
Las conclusiones del informe, en el que se analizan las carencias en materia de derechos humanos en el país y se proponen soluciones, abarcan diferentes campos. Recomiendan abolir la pena de muerte, terminar con las distinciones entre los ciudadanos musulmanes y los no musulmanes, garantizar la libertad de conciencia y de religión eliminando el delito de blasfemia y diversas medidas de equiparación de derechos entre hombres y mujeres.
En materia LGTB, el texto hace dos recomendaciones concretas: la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo y la prohibición de los exámenes anales, una infame práctica que está considerada por las asociaciones de defensa de los derechos humanos como una forma de tortura. En cualquier caso, la adopción de estar medidas depende de la iniciativa del presidente Béji Caïd Essebsi, que dio luz verde a los trabajos de Colibe, y de la Asamblea de Representantes del Pueblo. Estaremos pendientes de los próximos pases que se den.
La hostilidad contra los ciudadanos LGTB tunecinos
La persecución social y de Estado hacia los hombres homosexuales y bisexuales tunecinos es incesante. Las detenciones por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, como bien saben los lectores de dosmanzanas, son constantes y las condenas a prisión habituales, lo que ha sido calificado por la asociación Shams como una auténtica «cacería».
Además, los defensores de los derechos LGTB —que luchan por la derogación del citado artículo 230 del Código Penal, que castiga las relaciones homosexuales con penas de hasta 3 años de prisión— sufren constantes agresiones, hasta el punto de que algunos de ellos han tenido que exiliarse ante las repetidas amenazas de muerte. Un reportaje de la red de noticias Konbibi reflejaba esta situación hace unos meses. En marzo recogíamos una de las pocas noticias positivas que nos llegaba del país. Rached Ghannouchi, líder del partido Ennahdha que forma parte de la coalición de Gobierno actual, declaraba en una entrevista que «la homosexualidad es un fenómeno natural y no hay que interferir en los deseos y comportamientos de la gente». Esperemos que poco a poco se vaya imponiendo su visión.