Intento de secuestro de un joven refugiado homosexual checheno en San Petersburgo
Los activistas de Russian LGBT Network han denunciado el intento de secuestro de un joven homosexual checheno en San Petersburgo, con el objetivo de llevarlo de nuevo a su región de origen. Según los denunciantes, en la captura del joven participó activamente su propio padre, quien parece ser el principal inductor, y al menos un agente policial checheno. Russian LGBT Network afirma que este sería el quinto caso de secuestro de homosexuales para ser conducidos hasta Chechenia, una región donde se han denunciado detenciones por «sospecha de homosexualidad» e, incluso, la existencia de campos de concentración para homosexuales.
Desde la web activista Russian LGBT Network se ha denunciado el intento de secuestro el pasado 13 de julio del joven de origen checheo Zelimkhan Akhmadov, que actualmente reside en San Petersburgo. Cinco personas atacaron a Zelimkhan cuando se encontraba cerca del lugar donde vivía refugiado y le obligaron a introducirse en un coche. Un amigo del joven, que presenció el ataque, envió un mensaje a un miembro de Russian LGBT Network, que inmediatamente lo puso en conocimiento de la policía.
Agentes policiales acudieron al lugar de los hechos e interrogaron a diversos testigos. Entre ellos se encontraban los miembros de seguridad del refugio donde se alojaba Zelimkhan, quienes, como medida de precaución, anotan las matrículas de los vehículos que estacionan en las inmediaciones. Debido a ello, pudieron facilitar a la policía la del coche donde introdujeron al joven secuestrado, que, según su información, había permanecido aparcado en los alrededores los dos últimos días.
Con este dato pudieron localizar con prontitud el vehículo, donde en ese momento solo se encontraban Zelimkhan y un hombre que se identificó como su padre. También se halló un documento de identificación de un agente policial checheno. Conducidos a comisaría, el padre del joven Zelimkhan siguió amenazando a su hijo, acusándole de ser la vergüenza de la familia y culpándole de que toda ella se encuentre amenazada de muerte debido a su homosexualidad. Allí se esclareció también que el padre había intentado convencer a su hijo de que grabase un vídeo en el que afirmara que no sufría persecución alguna y que no era homosexual, algo a lo que Zelimkhan se negó taxativamente.
Ya por la tarde, Zelimkhan abandonó la comisaría y los miembros de Russian LGTB Network le condujeron a un lugar seguro, donde ahora ha encontrado nuevo refugio. También se ha presentado la correspondiente denuncia y se ha iniciado el procedimiento legal. Según el artículo 126 del Código Penal ruso, el secuestro cometido por un grupo de personas previo concierto es castigado con penas de 5 a 20 años de cárcel.
Para el activista de Russian LGTB Networl Igor Kochetkov, estos casos evidencian la falsedad del discurso oficial de que no existe ningún problema de discriminación o persecución de homosexuales en Chechenia. No solo existe, sino que los ciudadanos homosexuales chechenos son perseguidos incluso fuera de su región.
Recordemos que, hace poco más de un año, las estremecedoras noticias sobre detenciones, torturas y asesinatos de personas homosexuales en la república rusa de Chechenia sacudían a la comunidad internacional. Según reportaba el diario Novaya Gazeta, al menos 100 personas habían sido detenidas y encarceladas por ser «sospechosas de homosexualidad». Más adelante, salía a la luz la posible existencia de auténticos campos de concentración para personas homosexuales cerca de Grozny, la capital chechena. En este tiempo, La homofobia del líder checheno, Ramzán Kadýrov, ha quedado sobradamente demostrada. Sofocada la crisis separatista, el Gobierno checheno ha encontrado en el colectivo LGTB un chivo expiatorio que encaja perfectamente con sus ideales retrógrados. Un año después, sin embargo, las autoridades rusas siguen demostrando una ausencia total de voluntad política para investigar los posibles crímenes y llevar a los responsables ante la justicia. A fecha de hoy, nadie ha sido detenido ni imputado.