Detenidos 30 activistas LGTBI en San Petersburgo por protestar contra la prohibición de la celebración del Orgullo
La periodista Yevgenia Litvinova ha denunciado la detención de 30 activistas LGTBI en San Petersburgo por protestar contra la prohibición de la celebración del Orgullo. Entre los detenidos se encuentra incluso alguna persona menor de edad. Un año más, los valientes activistas LGTBI rusos se han enfrentado a la represión y a las leyes que impiden su derecho a la libertad de expresión, reunión y manifestación, propios de cualquier estado democrático.
Como ocurrió el pasado año y en ocasiones anteriores, y pesar de los repetidos dictámenes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, las autoridades de San Petersburgo denegaron el permiso para celebrar en las calles de la ciudad la Marcha del Orgullo LGTBI, que trataba de reivindicar los derechos de un colectivo que vive la amenaza constante de las leyes que castigan la supuesta difusión de «propaganda homosexual», pero que en realidad tratan de invisibilizar socialmente a gais, lesbianas, bisexuales y personas trans.
Según el relato de la periodista Yevgenia Litvinova, una profesional fuertemente comprometida con la defensa de los derechos humanos en Rusia que publica en The Russian Reader, los activistas LGTBI habían decidido utilizar los mecanismos legales para poder expresar su protesta contra la prohibición. Así, en vez de celebrar una manifestación conjunta, lo harían cada uno individualmente, pues las leyes rusas permiten que sus ciudadanos puedan protestar de esta manera sin necesidad de ningún permiso o autorización administrativa. Son remarcables las palabras con que Alexei Sergeyev convenció a Yevgenia Litvinova para que se uniera a la protesta por los derechos LGTBI y diera testimonio:
Espero que la solidaridad no sea una frase vacía para ti. Probablemente hemos estado juntos en manifestaciones a favor de la preservación arquitectónica y en marchas por la paz. O hemos salido para apoyar a los camioneros en huelga y los derechos reproductivos de las mujeres, hemos protestado contra la destrucción de productos confiscados, contra la corrupción, contra la tortura del FSB, y hemos llorado la muerte del asesinado Boris Nemtsov. Tal vez esta será tu primera manifestación indivual con una bandera o una pancarta. O ven tan solo para apoyarnos, para estar con nosotros. Todo es importante. Cada persona cuenta.
Así, decenas de activistas se dirigieron a la Plaza del Palacio el pasado 4 de agosto, con la intención de desplegar individualmente pancartas reivindicativas. Sin embargo, se encontraron que la plaza estaba acordonada por un fuerte contingente policial y que también se hallaban militantes de ultraderecha nacionalista, conocidos por su LGTBIfobia en traje de camuflaje. En cuanto llegaron y se dispersaron para iniciar la protesta individual, la periodista constató la detención inmediata de Alexei Sergeyev y de Alexei Nazarov, que simplemente ondeaba una bandera arcoíris. Después, fueron detenidos otros 28 activistas, quienes, arrastrados a la fuerza, fueron conducidos a los furgones policiales y posteriormente a diversas comisarías.
Litvinova puedo averiguar que entre los detenidos también se encontraban Yuri Gavrikov y Tanya Sichkaryova, así como una menor de edad. Todos ellos se habían negado a que les tomaran las huellas y las fotografías policiales. Se enfrentan a fuertes sanciones económicas y a penas de hasta quince días de prisión por intentar el simple ejercicio de sus libertades y derechos civiles.
Una vez más, a pesar de su fuerte determinación, los activistas LGTBI rusos han vuelto a ser víctimas de la represión policial y de las autoridades, que alientan la homofobia con leyes que prohíben el mero hecho de informar positivamente de la homosexualidad a menores, a la vez que, como hemos comprobado, permiten que quienes simplemente enarbolan la bandera arcoíris o reivindican la celebración del Orgullo sean detenidos, sancionados o incluso encarcelados.