El zoo de Ámsterdam ilustra a sus visitantes sobre la homosexualidad en el reino animal
Quienes se encuentren en Ámsterdam este fin de semana y se acerquen a su parque zoológico podrán disfrutar de una visita guiada de una hora de duración centrada en la homosexualidad en el mundo animal. Y es que la conducta homosexual es habitual en numerosas especies animales, como por ejemplo entre los buitres, una de cuyas «parejas gais» más famosas reside precisamente en este zoo. Hace pocas semanas, por cierto, su hijo adoptivo fue liberado en la isla italiana de Cerdeña.
Este fin de semana culminan las actividades del Orgullo LGTB de Ámsterdam, que dieron comienzo el 28 de julio y que finalizarán mañana. Hoy sábado se celebra, precisamente, su tradicional marcha a través de los canales de la capital holandesa. El zoo de Ámsterdam ha querido participar en los actos de una forma muy especial: organizando una visita guiada, de unos 60 minutos de duración, centrada en la homosexualidad en el reino animal. Y es que, aunque muchos se empeñen en considerar la conducta homosexual «antinatural», lo cierto es que son muy numerosas las especies animales en la que esta forma parte habitual de su comportamiento. La visita se centra, sobre todo, en aves y mamíferos presentes en el zoo de Ámsterdam: flamencos, monos, pingüinos, elefantes…
Pero los grandes protagonistas son, como no podían ser de otra manera, la pareja de buitres macho que dieron el salto a la fama hace poco más de un año, cuando el huevo que les habían dado a incubar se abrió y los dos orgullosos animales fueron padres de un precioso pollito de buitre. Se trataba de una pareja muy estable, que durante años habían construido un nido juntos, pero que obviamente no habían podido ser padres. Es por eso que los cuidadores decidieron darles a incubar un huevo sobrante, con gran éxito. El pollito nació y sus dos padres lo cuidaron y alimentaron con mimo. Por cierto que hace pocas semanas este joven buitre fue liberado en la isla de Cerdeña como parte de un programa de repoblamiento de buitres en zonas en las que se encuentran en peligro de extinción.
La conducta homosexual, perfectamente natural
En el pasado ya hemos recogido diversas anécdotas de parejas del mismo sexo en el mundo animal, incluyendo otras parejas de buitres. Y ello a pesar de que, como advertía en 2012 un artículo publicado en la revista Nature, extrapolar la conducta sexual de los animales a la sexualidad humana puede llevar a vulgarizar (o directamente malinterpretar) los resultados de los estudios sobre la materia.
Un riesgo que aun así preferimos correr, aunque por supuesto nos esforcemos en distinguir la conducta sexual animal de la realidad afectivo-sexual humana. Es frecuente que los homófobos, cuando tratan de diseminar su odio, aludan al supuesto carácter «antinatural» de la homosexualidad. Sin embargo, entre los animales que se reproducen sexualmente, la conducta homosexual está muchísimo más difundida de lo que lo está, por ejemplo, el celibato.
Por otra parte, es una constante en la cultura humana dotar de rasgos antropomórficos a los animales, por ejemplo a la hora de elaborar relatos infantiles. Cuentos como el ya famoso Tres con Tango (And Tango makes three), sobre una pareja de pingüinos macho que adoptan un huevo del que nace el pingüinito Tango, son de gran ayuda a la hora de visibilizar la diversidad entre los más pequeños.
La conducta sexual de los animales se puede extrapolar a los humanos y al revés. Está claro que cada especie tiene sus particularidades, pero somos animales, animales mamíferos.
¿Por qué intentáis diferenciar la conducta sexual animal con la conducta afectivo sexual humana? ¿No tienen los animales conducta afectiva? Pues sí, muchos animales la tienen, en especial aves y mamíferos, pero también se da en otros reinos como los peces, donde hay especies que tienen parejas de por vida, con su territorio, su vida, sus cortejos, sus cazas… incluso en el caso de no poder reproducirse por esterilidad u otros motivos.
Reducir la conducta afectivo sexual animal a «conducta sexual» y separarla de la nuestra es simplemente antropocentrismo, algo muy alejado de la ciencia.
Por ahondar un poco en el tema. ¿Habéis leído el artículo qué citáis de nature?
El artículo critica el tratamiento que los medios hacen de artículos científicos sobre sexo entre machos o entre hembras en animales, y pone ejemplos que son claras manipulaciones sensacionalistas sin ningún rigor científico, hasta ahí bien.
Pero el artículo parte de un prejuicio homófobo de manual, para decir que no se puede llamar conducta homosexual al sexo entre animales del mismo sexo dice literalmente “The vast majority of studies reporting sexual contact between pairs of males or females were presented in media articles as docu¬menting gay, lesbian or transgender behav¬iour. This is not innocuous — these are terms that refer to human sexuality, which encompasses lifestyle choices, partner preferences and culture, among other factors.” Esto es, dice que ser gay, lesbiana o transgénero engloba estilo de vida, cultura, preferencias de pareja y otros factores, es decir, prejuicios y desconocimiento de nuestra realidad, ya que somos homosexuales por sentir atracción por personas de nuestro mismo sexo, algo totalmente independiente de si somos de una cultura o de otra, de nuestro estilo de vida o de nuestras preferencias de pareja. Y, por tanto, hablar de animales homosexuales es correcto desde el punto de vista científico (más si cabe en mamíferos y aves), puesto que a lo que nos estamos refiriendo es a su orientación sexual. Lo que no es para nada ciencia es decir que la homosexualidad o la transexualidad implican aspectos como estilo de vida, cultura o preferencias de pareja, por mucho que esté publicado en nature, solo es la ignorancia a la que nos enfrentamos día a día.