Austria: el ministro de Justicia se posiciona a favor de la apertura del matrimonio y las uniones civiles a todas las parejas
El ministro de Justicia austriaco, el conservador Josef Moser (ÖVP), se mostró el jueves pasado favorable a la apertura simultánea de los matrimonios y las uniones civiles para todas las parejas. Por el momento, solo las de distinto sexo pueden casarse legalmente, mientras que las del mismo sexo se tienen que conformar con la unión civil. Pero esta situación tiene los días contados después de la histórica sentencia del Tribunal Constitucional del pasado diciembre, que decretó que el matrimonio excluyente es discriminatorio y dejó abierta la posibilidad de derogar las uniones civiles o abrirlas a las parejas de distinto sexo. Si el Parlamento no legisla sobre el asunto antes del 31 de diciembre de este año, todas las parejas podrán decidir bajo qué figura registran su unión a partir del próximo 1 de enero. Tanto los conservadores del ÖVP como la extrema derecha del FPÖ, socios en el Gobierno, se oponen a la equiparación de derechos, pero el canciller Sebastian Kurz ha asegurado que no intentarán boicotear el fallo del Constitucional.
Nueve meses después de la histórica sentencia a favor de la igualdad de todas las parejas en el acceso al matrimonio, poco se ha movido en Austria. Los socialdemócratas del SPÖ, que abandonaron el asunto cuando dirigían el Gobierno, reclamaban hace unos meses desde la oposición la materialización del fallo. Pero el Gobierno de coalición entre los conservadores del ÖVP y la extrema derecha del FPÖ ha pospuesto sine die la cuestión aludiendo a la necesidad de recabar la opinión de expertos legales.
El Constitucional decretó que la separación de las uniones entre personas del mismo sexo y de distinto sexo en dos instituciones legales contraviene el principio de igualdad, por lo que el matrimonio debe ser un derecho de todas las parejas. Sin embargo, en lo que se refiere a las uniones civiles, dejó abierta la posibilidad de derogarlas completamente (salvo las ya registradas) o de abrirlas a las parejas de distinto sexo. Si no se da ningún paso antes, esta opción será la que entre en vigor junto con la igualdad matrimonial el 1 de enero de 2019.
El jueves pasado, el titular de Justicia se declaraba partidario de esta segunda posibilidad. Josef Moser apoyó que las parejas de distinto sexo puedan optar a las uniones civiles como una «variante más moderna» de formalizar su relación. La regulación de los matrimonios en el código civil austriaco contiene disposiciones arcaicas como la obligación de fidelidad entre los cónyuges y prevé un mecanismo de disolución mucho más complicado que el de las uniones civiles.
Todavía está por ver si las declaraciones de Moser suponen el anuncio de un próximo proyecto de ley o si el Ejecutivo esperará a la entrada en vigor del fallo del Constitucional en enero de 2019. El portavoz del Gobierno, Peter Launsky-Tieffenthal, intentó el viernes rebajar las expectativas y afirmó que todavía están evaluando las «diversas posibilidades legales» para dar cumplimiento a la sentencia. Tanto los conservadores del ÖVP como sus socios de la extrema derecha del FPÖ se oponen a la equiparación de derechos, pero el canciller Sebastian Kurz (ÖVP) aseguró en enero que no intentarán boicotear la aplicación del fallo del alto tribunal.
¿Qué hacer con las uniones civiles tras la apertura del matrimonio?
Muchos de los países que han abierto el matrimonio a todas las parejas contaban anteriormente con leyes de uniones civiles. En algunos de estos casos, como en Alemania, Austria o el Reino Unido, esta figura estaba reservada a las parejas del mismo sexo. Tras la aprobación del matrimonio igualitario, cada país ha procedido de manera diferente. En Alemania, la norma permite la conversión de las parejas registradas a matrimonios, pero no la celebración de nuevas uniones civiles. En el caso británico, una larga batalla legal culminó en junio de este año con la sentencia de la Corte Suprema que decretó que prohibir a las parejas de distinto sexo contraer una unión civil es discriminatorio. Estaremos pendientes de cuál es el camino que toma finalmente Austria.