La banca telefónica del Santander en el Reino Unido congela la cuenta de una clienta trans porque su voz «suena como un hombre»
Sophia La Reis, una mujer trans de 47 años del Reino Unido, se dispuso a transferir dinero de su cuenta la semana pasada, pero cuando tiró a confirmar su identidad, el banco le dijo que no creía que en realidad fuera ella. La afectada, que utilizó el servicio de banca telefónica del Santander, no pudo completar la operación porque, según el banco, sonaba «como un hombre». La mujer ha dicho que la situación fue «embarazosa» y «humillante». Al tratar de realizar una compra al día siguiente no pudo realizar el pago porque su cuenta estaba congelada. La Reis acudió entonces a la oficina de Clumber Street en Nottingham para exigir explicaciones, puesto que hacía más de un año que había presentado la documentación de su verdadera identidad de género para que quedara registrada. La entidad bancaria española alega que «no era nuestra intención causar ninguna ofensa».
«Salí llorando a lágrima viva y no soy ese tipo de persona en absoluto», se ha lamentado Sophia La Reis tras el desagradable episodio que ha sufrido. No podemos asegurar que la discriminación fuera motivada por transfobia, por desconocimiento. De todas formas, este caso demuestra que incluso en países considerados «avanzados» en el reconocimiento de los derechos del colectivo LGTB, como es el caso del Reino Unido, la falta de sensibilidad puede ser un escollo en la vida cotidiana de las personas sexual e identitariamente diversas (la comunidad trans es, posiblemente, la más vulnerable en este sentido).
«Soy una persona muy cortés y extrovertida, pero me siento así porque todo lo que pedí fue que mi dinero fuera transferido. Me siento maltratada», narra la afectada. Según ha relatado La Reis, desde el servicio de Banca telefónica del Santander le dijeron que su voz no coincidía con su perfil porque sonaba «como un hombre» y no como una mujer. «Me sentí avergonzada de ser quien soy», confiesa esta mujer trans residente en Nottingham.
Un portavoz de la entidad bancaria española en el Reino Unido ha sostenido que «nos hemos disculpado con la señorita Reis por la experiencia que tuvo al utilizar nuestro servicio de banca telefónica y le hemos ofrecido un gesto de buena voluntad». Asimismo, agregan que, «definitivamente no era nuestra intención causar ninguna ofensa y nuestro servicio no fue tan bueno como debería haber sido».
«Cuando verificamos que los clientes son quienes dicen ser, tenemos que equilibrar nuestro deber de proteger la seguridad de sus cuentas», argumenta el Santander. «Si un cliente llama con sus credenciales bancarias, debería poder pasar la seguridad sin problemas», mantiene el portavoz. Por su parte, La Reis quiere asegurarse de que esto nunca vuelva a sucederle a ninguna persona trans: «el Santander es una compañía multimillonaria que debería tener un identificador en su sistema para personas que forman parte de una minoría, como yo».