A Ana Torroja, a José María Cano y a una legión de «ofendidos» les molesta que una joven educada en la diversidad rechace un término homófobo en la letra de una canción
Polémica en torno al uso de «mariconez» en Operación Triunfo 2018. La concursante María Villar, a la que en companía de Miki toca esta semana defender el tema Quédate en Madrid, una canción de Mecano, se sorprendía de que un término homófobo pudiese formar parte de la letra, y de acuerdo con su compañero pidió sustituirlo por «gilipollez». Nada sorprendente, teniendo en cuenta que María y Miki forman parte de una generación educada en la diversidad, y que en todo caso debería haber quedado en una anécdota ejemplar de lo mucho que para bien ha cambiado este país. Sin embargo, la propuesta de cambio ha desagradado profundamente a Ana Torroja, la que fuera vocalista de Mecano y que en esta edición forma parte del jurado de Operación Triunfo, y al autor de la canción; José María Cano, que ha prohibido el cambio. A ellos se ha unido toda una legión de «ofendidos» en redes sociales que ven en el gesto de María Villar una terrible amenaza para la libertad de expresión [nótese el modo irónico].
Quédate en Madrid incluye en su letra la frase «siempre los cariñitos me han parecido una mariconez» («mariconez», en este caso, no es más que un ripio que José María Cano, autor y letrista, inventó para sustituir a «mariconada» y que le cuadrara el verso). Cuando María Villar, que no conocía la letra, fue consciente del término homófobo, pidió sustituirlo por «gilipollez»:
En un primer momento, la dirección de Operación Triunfo se mostró receptiva al cambio, no sin antes consultarlo con Ana Torroja, la que fuera vocalista de Mecano y jurado del programa. Así se lo comunicó la directora de la Academia, Noemí Galera, a los concursantes, aunque les transmitió que la preferencia de Torroja era en todo caso usar «estupidez» en lugar de «gilipollez»:
La cosa no quedo ahí, sin embargo. Ana Torroja decidió echar gasolina a una polémica que bien podría haberse quedado ahí y desmintió a Noemí Galera en redes sociales, asegurando que ella no autorizaba ningún cambio, que de hecho estaba en contra del mismo y que en todo caso era el autor de la canción, José María Cano, el que debía dar su visto bueno:
YO NO HE AUTORIZADO a nadie cambiar la letra de una canción que sigo cantando hoy en día. No estoy de acuerdo en cambiarla y no soy quien para hacerlo. El autor de la canción es José María Cano, él la escribió para Mecano y NADIE puede modificar una letra sin el permiso del autor
— Ana Torroja (@Ana_Torroja) 12 de octubre de 2018
Torroja añadía, en tuits posteriores, que «Mecano, tanto como grupo, como cada uno por separado, siempre ha defendido la diversidad, el amor libre, la libertad de expresión y un largo etcétera, y además tiene uno de los himnos más bellos escritos nunca defendiendo el amor homosexual: Mujer contra mujer» (pese a que nadie hasta el momento había acusado a Mecano de ser un grupo homófobo) y que no había que «confundir» un insulto homófobo con una expresión coloquial. «Cuando la canción dice: ‘siempre los cariñitos me han parecido una mariconez’, quiere decir que siempre los cariñitos le han parecido una tontería, bobada, estupidez, y hasta cursilería», continuaba.
La posibilidad de cambio quedaba sin embargo cerrada cuando José María Cano se negaba en redondo al cambio de letra, lo que confirmaba Operación Triunfo en sus redes sociales. Confirmación que se acompañaba de una interesante reflexión de la directora de la Academia de Operación Triunfo: «Yo, a nivel personal, quiero agradeceros varias cosas. La fundamental, las más importante, es que yo conozco esta canción desde que se estrenó (…) y el mariconez lo tengo incrustado en mi disco duro, y nunca me había planteado que podía ser ofensivo porque en aquella época, en los 80, no estaba escrito con esa intención, pero me hace replantearme que las letras, con el paso del tiempo, pueden tener otro significado (…) Pero me gusta ver que chicos de 20, 25 años, me hacen cuestionarme cosas. Y yo os quiero dar las gracias por eso. Porque no nos callamos y lo decimos. Y yo es la juventud que quiero, y es la juventud que quiero que mis hijos tenga como referencia (…)».
👆🏻El programa se ha puesto en contacto con el autor de la canción y finalmente tendrán que cantar la versión original de la letra. Pero @NoemiGaleraN ha hecho una reflexión muy importante 👇🏻 #OTDirecto13OCT pic.twitter.com/uFH7WeeVdn
— OT 2018 (@OT_Oficial) 13 de octubre de 2018
La opinión de dosmanzanas
Hasta aquí los hechos. A partir de aquí nuestra valoración. Y esta es agridulce.
Por un lado, nos encanta ver cómo la juventud española, o al menos una parte de ella, ha interiorizado hasta tal punto los valores de la diversidad que es capaz de sentirse incómoda ante la perspectiva de tener que defender el uso de un término homófobo. Porque eso es, al fin y al cabo, lo que se les pide a María y a Miki: que se sientan cómodos usando en una canción (que ellos no han elegido interpretar) «mariconez» como sinónimo de cursilería. La propia Ana Torroja lo afirma: «mariconez» es «tontería, bobada, estupidez, y hasta cursilería». Un uso del lenguaje enraizado objetivamente en la homofobia, y que como uso del lenguaje que es quedará desterrado cuando los hablantes se sientan incómodos con el mismo. Algo que María y Miki ya sienten. Y les aplaudimos por eso. Ya sabemos que cuando José María Cano escribió la canción no lo hizo con el ánimo de ofender a las personas homosexuales…. Pero lo estaba haciendo. No suelo escribir en primera persona, pero yo mismo, autor de esta entrada, escuchaba por edad a Mecano cuando publicó su Descanso dominical. Y desde el primer momento esta canción me incomodó por este motivo.
Por otro lado, asusta ver la indignación que determinados personajes de la sociedad española, especialmente desde ámbitos supuestamente progresistas (los «pollaviejas» a los que muy certeramente aluden nuestros amigos de Estoy Bailando), manifiestan cada vez que surge una polémica de este tipo. Incluso en este caso, donde la petición de cambio de letra no ha surgido de ningún movimiento organizado, de ningún colectivo, de ningún partido. Se trata, pura y simplemente, de una chica que recibe el encargo de interpretar una canción y que manifiesta su incomodidad con el hecho de tener que defender, en esa interpretación, un término homófobo. Ante eso, toda una jauría de tuiteros, opinadores, librepensadores y supuestos «cómicos» se lanza en tromba gritando «censura» y alertando del riesgo que esto supone para la libertad de expresión.
Las sensibilidades sociales cambian, aunque no guste a los nostágicos «pollaviejas». Eso no significa que haya que eliminar de la historia de la música o del espectáculo letras o escenas que hoy día incomodan. Pero es un buen ejercicio aprender a entenderlas en su contexto. Los chistes de Martes y Trece sobre la violencia de género, el «tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte hasta que digas sí» de Coque Malla y Los Ronaldos, también en los años ochenta, o los chistes homófobos de Friends son buenos ejemplos. Aunque parezca mentira, hay cosas en las que hemos mejorado mucho.
Nos adherimos, para finalizar, al hilo de sensatez que el profesor de secundaria y escritor Nando López ha publicado en Twitter, y que en formato de texto corrido nos permitimos reproducir:
Como gran parte de mi generación, me sé de memoria las letras de Mecano y, confieso, aún hoy las sigo cantando. Su ‘Mujer contra mujer’ se convirtió en un himno para la comunidad LGTB y, en mi caso, encontré refugio en aquella letra que aún me sigue emocionando. No me siento insultado por el uso de la palabra ‘mariconez’ en ‘Quédate en Madrid’ y, es más, seguro que si alguien busca en todos mis libros puede que, en los primeros, encuentre esa misma palabra alguna vez sin intención homófoba, como en la canción de la que hablamos.
¿Quiere eso decir que ‘mariconez’ no es una palabra teñida de homofobia? No. Solo significa que la reflexión lingüística era necesaria y que, por suerte, ahora empezamos a despojarnos de esas microhomofobias asumidas que, durante años, hemos considerado como habituales. Que Miki y María, dos jóvenes concursantes de Operación Triunfo, cuestionen el uso de ‘mariconez’ y planteen cambiarla no es algo banal, sino un claro síntoma de que algo está cambiando, para bien (aunque lentamente), en nuestro uso del lenguaje y en nuestra visión de la realidad. Podemos restarle importancia y enrocarnos en el ayer o podemos asumir que el lenguaje condiciona nuestra visión del mundo y las connotaciones negativas de ‘mariconez’ nacen del desprecio de la homosexualidad y, también, de lo femenino: machismo y homofobia siempre de la mano.
Por lo demás, soy dramaturgo, me estrenan obras dentro y fuera de España, y es frecuente que haya palabras que bailan dependiendo del lugar, la intención o incluso el actor. Forma parte del proceso y no siento que esos cambios, si están justificados, vulneren mi derechos. Mecano nunca fue un grupo homófobo. Lo sabemos (y lo escribo como el fan que aún soy), pero eso no impide que no haya aspectos involuntarios de sus letras heredados de un sistema tan rígidamente heteropatriarcal que todos asumíamos palabras denigrantes como habituales.
Que tanta gente ponga el grito en el cielo cuando surge un debate sobre lenguaje igualitario e inclusivo me entristece. Sobre todo si pienso que muchas de esas voces son de mi generación, a quienes parece que nos supone un esfuerzo imposible cuestionarnos. Y, frente a ese inmovilismo irracional del ‘pero si no pasa nada’, ver que dos jóvenes se plantan y hacen una reflexión léxica a favor del respeto, la igualdad y la convivencia, me da muchas esperanzas en el futuro. Sinceramente. Así que, María y Miky, gracias. De verdad.
Pues por mucho que se empeñe la gente en decir que mecano era un grupo icónico lgtb… aparte de que en varias canciones uno se encuentre pullas de este tipo, Jose Cano fue a adorar al homófobo papa Ratzinger en Valencia a su homófobo encuentro de familias católicas… así que es dudoso que no sea homófobo, ni que sus letras sean «sin ánimo de ofender».
Dice el Flick que no hay que eliminar del espectaculo cosas que incomodan, pero al mismo tiempo apoya esta sensura totalitaria a la libertad de expresion. Las palabras dependen de su contexto y aun asi si alguien quiere usar la palabra maricon como insulto homofobo debe poder hacerlo y ningunos fascistas de izquierda deberian impiderselo
Es ligeramente molesto pero a mi no me preocupa demasiafo, teniendo en cuenta la época de la canción y eso, otro ejemplo sería el de Molotov y la canción puto que en su momento fue prohibida en el País Vasco por sus letras, recuerdo el video, ahora lo acabo de volver a ver y es tremendo, dicen matarile al maricón, marica nena, etc, ponen travestis, banderas del arcoíris, un tio expulsando algo blanco de la boca y algo inquietante, un patito avanzando en sentido contrario e invertido al de los otros pollos… tremendo.
He leído algo en la web «estoy bailando», he cortado y pegado algunos trozos:
María y Miki no se sienten cómodos perpetuando la relación peyorativa que la sociedad lleva décadas haciendo entre la homosexualidad y lo ridículo, lo cursi, lo flojucho… La mariconada María y Miki saben que entre el público que ve este programa hay una cantidad enorme de chicos y chicas jóvenes que cuando oigan “mariconez” notarán una punzadita de dolor al comprobar que ni siquiera en su programa favorito están a salvo de que se les insulte. Un montón de chicos y chicas jóvenes que en 1987 también sentían esa punzadita al escuchar a Mecano y veían cómo el resto de la sociedad ni se planteaba que eso podía ser ofensivo.
Tampoco lo dicen por Alfonso, que cantó All Of Me de John Legend cambiando la letra por una que él mismo se había inventado en un idioma diferente al original. Ni siquiera vimos a Joe Pérez-Orive, que ahora se ha alzado como adalid de la integridad artística de las obras, protestar por la escabechina que los concursantes hicieron con las canciones de Eurovisión en la anterior edición del programa. El propio programa no tuvo problema el año pasado en decirle a Becky G que o cambiaba la letra de Mayores o no actuaba.
Porque lo que les molesta no es que se cambie la letra. Lo que les molesta es admitir que “mariconez” es una palabra homófoba. Que, aunque no nos demos cuenta, la microhomofobia está ahí y todos pecamos. Y no pasa nada. Nadie dice que Mecano fueran homófobos, simplemente se señala que esa palabra tiene una clara connotación homófoba.
Y es gracioso, porque son precisamente los que acusan a María de querer censurar una canción los que quieren obligarla a cantar algo con lo que no se siente cómoda y, por lo tanto, censurar su libertad de no expresarse en esos términos. La censura coarta el debate, lo que están haciendo María y Miki es todo lo contrario.
Pues mira, me parece un debate interesante. ¿Hasta qué punto una canción antigua debe ser modificada para coincidir con los valores de la época en la que se canta?
Sé que me la juego mucho haciendo de abogado del diablo, pero pensemos que muchas óperas, canciones populares y demás no serían admisibles hoy en día. ¿Deberíamos cambiarlas todas?
Personalmente pienso que con el repertorio de canciones existentes debería darse el derecho a no cantar algo que te parece ofensivo.
Es una palabra homófoba. Si no se quiere modificar la canción pues que se busque otra. Cuantas canciones racistas homófobas y machistas no han quedado relegadas a su tiempo. En España se dió un premio a un anuncio donde se maltrataba a una mujer, no por eso hay que recrearlo hoy día, simplemente es un símbolo del machismo normalizado de una época. Igual una canción donde hay una palabra que iguala a lo gay con lo flojo es un síntoma de la homofobia normalizada de una época, que no debe volver. Porque los LGBTI no es que vivieran muy bien entonces. No podemos obligar a los jóvenes que se coman toda la basura que tuvieron que sufrir los LGBTI en el pasado.
Pues empezaremos a perder operas, tangos y fados que son herederos del machismo eterno que ha asolado la Tierra, si nos ponemos tan radicales, hay que serlo en todo.Mas que las palabras hay que cuidar lo que se esconde detrás de ellas.