Las autoridades prohíben el Orgullo LGTB de Lublin (Polonia), escudándose en el riesgo para la seguridad de los participantes
La regresión democrática en la Polonia del PiS (Ley y Justicia, el partido ultraconservador en el Gobierno) toca de lleno a la comunidad LGTB. Las autoridades de Lublin, al este del país, han prohibido la celebración de la que iba a ser la primera marcha del Orgullo LGTB de la ciudad, prevista para este sábado 13 de octubre. El presidente del voivodato o provincia de Lublin había instado al alcalde, Krzysztof Żuk, a actuar contra una manifestación de «desviados» y «pervertidos». El regidor ha negado cualquier motivación ideológica y se ha referido al peligro para la seguridad de los participantes, toda vez que se habían recibido amenazas y había convocada una contramanifestación, que también ha sido vetada. Los organizadores han anunciado que recurrirán a la justicia.
La celebración de la primera Marcha de la Igualdad de Lublin, de 350.000 habitantes, está en el aire. El presidente del voivodato del que es capital la ciudad polaca, instaba a prohibir la manifestación prevista para este sábado para evitar la presencia de «desviados» y «pervertidos». Przemysław Czarnek, miembro de PiS, acusó a activistas alemanes de organizar la marcha y alertó del peligro de brotes violentos. El defensor del pueblo, Adam Bodnar, defendió la celebración del evento al amparo del derecho a la libertad de expresión y reunión.
La decisión estaba en manos del ayuntamiento. En un primer momento el alcalde Krzysztof Żuk (de la liberal-conservadora Plataforma Cívica, PO) se desmarcó de Czarnek y anunció que la marcha no se suspendería, pero que ordenaría a la policía evaluar los riesgos. Este miércoles, sin embargo, Żuk retiraba la autorización a la manifestación. Según el regidor, las fuerzas de seguridad habrían detectado un peligro real para la seguridad. Se refirió a reacciones hostiles en las redes sociales, incluidas amenazas de muerte, así como a la convocatoria de una contramanifestación, que fue igualmente prohibida.
Żuk ha intentado justificar su decisión en mantenimiento del orden público y se ha desmarcado de las acusaciones de criterio ideológico. «Estoy a favor de la libertad constitucional de reunión, pero no puedo permitir que el discurso de odio e incitación a actos de agresión ponga en peligro la vida y la salud de los habitantes de Lublin», declaró en una entrevista. En la ciudad habían aparecido también carteles homófobos. Los organizadores del evento tienen 24 horas para apelar la decisión ante la justicia, algo que han anunciado que van a hacer.
Sea como sea, la prohibición de una manifestación del Orgullo LGTB es un retroceso que recuerda a la situación de países extracomunitarios como Turquía o Ucrania. En Polonia hay que retrotraerse a la época de los gemelos Kaczyński (PiS) para encontrar antecedentes. En 2010, desalojado PiS del poder, Varsovia acogía el primer Europride celebrado en Europa oriental. Un año después, la policía conseguía proteger la celebración de la marcha del Orgullo LGTB de Cracovia y detenía a catorce contramanifestantes. Ahora, según las excusas del alcalde de Lublin, las fuerzas de seguridad no podrían hacer su trabajo de proteger el ejercicio del derecho de manifestación pacífica.