Una pareja de mujeres pinta su casa con la bandera arcoíris tras las burlas homofóbicas de sus vecinos
Esta es una de esas pequeñas historias de valentía contra la LGTBfobia. Una pareja de mujeres de Pensilvania decidió hace unas semanas pintar la fachada lateral de su casa con los colores de la bandera arcoíris, después de haber sido objeto de todo tipo de burlas homofóbicas por parte de sus vecinos:
Home painted with pride flag colors after neighbor allegedly uses gay slurs https://t.co/7YK3hklDC4 pic.twitter.com/8goBA34H7d
— WTAE-TV Pittsburgh (@WTAE) 31 de agosto de 2018
Cuando se mudaron a su casa de Penn Hills, en Pensilvania (Estados Unidos), Lisa Licata, de 43 años, y su pareja Sherry Lau, de 56, contaron a sus vecinos en un primer momento que eran madre e hija. Prefirieron ser cautas, puesto que les habían escuchado hacer un comentario intolerante. Sin embargo, los vecinos acabaron por descubrir la verdad sobre su relación. Desde entonces, la pareja ha tenido que lidiar con la mala baba de Ron Makay y Iolanda Wieczorkowski, unos vecinos que no han parado desde entonces de provocarlas con insultos llenos de odio, llegando incluso a disparar a su perro con un rifle de aire comprimido. El vecino niega esta última acusación, pero lo cierto es que Makay ha sido acusado por la propia policía de crueldad hacia los animales.
A medida que los insultos se intensificaban, Licata y Lau decidieron, primero, pintar la valla divisoria que separa ambas propiedades con los colores de la bandera arcoíris. «Cuando [el vecino] protestó porque la valla fuese de color arcoíris, fue cuando pensamos ‘ahora vamos a pintar la casa‘», comenta Licata. «No quiero que seamos amigos, solo quiero que me dejen tranquila. Solo quiero que paren», añade.
Por fortuna la pareja cuenta también con apoyos. Según asegura la pareja, la reacción de la comunidad local ha sido fantástica: «Casi todos se han mostrado solidarios». Por lo que se refiere a los vecinos homófobos, «han estado bastante tranquilos porque su abogado se lo aconsejó», comentan.
Y avisan: tienen pensado extender la bandera arcoíris al resto de la fachada de la casa. «Estamos en el siglo XXI. Vivimos aquí, no nos vamos a mudar. Mi familia nos acepta, mis amigos nos aceptan… si no te gusta, vive tu vida, déjanos en paz y todos contentos», apostilla Lau.