Condenada a diez años de prisión una escritora china por describir una relación entre dos hombres en su novela
Un tribunal de la provincia de Anhui ha condenado a la escritora conocida por los seudónimos «Tian Yi» y «Liu» a diez años y seis meses de prisión por publicar una novela en la que se describe una relación entre dos hombres. La autora ha sido acusada de producir «material obsceno». En China está prohibida la distribución de contenidos percibidos como pornográficos, con un plus de gravedad si son de carácter homosexual. La dureza del castigo ha motivado protestas en las redes sociales.
Nuevo ejemplo de censura de la realidad LGTB en China, esta vez con consecuencias penales. Según recoge la BBC, la autora conocida como «Tian Yi» y «Liu» deberá pasar los próximos diez años y seis meses en prisión por haber escrito y publicado una novela (Ocupación) en la que se narra lo que la justicia ha considerado «material obsceno». En particular, la acusan de describir una relación entre un profesor y un alumno, unos «comportamientos homosexuales masculinos» que incluyen «prácticas sexuales degeneradas como violencia y abusos».
El fallo de un tribunal de Wuhu, en la provincia de Anhui, se produjo el pasado 31 de octubre, pero no ha trascendido hasta semanas después. La dureza de la condena a «Tian Yi» ha desencadenado protestas en redes sociales como Weibo, donde han criticado que la justicia china castigue con más saña la supuesta pornografía que las violaciones reales. La escritora pretende recurrir la sentencia, que se basa en la prohibición total de los contenidos considerados pornográficos en China. En la práctica, la realidad LGTB está perseguida con más dureza, ya que no están vetados solo los contenidos de carácter sexual, sino toda representación de la homosexualidad o de relaciones entre personas del mismo sexo.
Sobre la censura a los contenidos LGTB en China hemos recogido varios ejemplos en dosmanzanas. En septiembre de este año, un número indeterminado de fans de la cantante británica Dua Lipa fueron obligados a abandonar un concierto en Shanghái, entre otros motivos, por levantarse de sus asientos y agitar banderas arcoíris. Los vigilantes de seguridad emplearon además una violencia inusitada. En mayo, el canal chino Mango TV no pudo retransmitir la segunda semifinal ni la final de Eurovisión por haber censurado el baile entre dos chicos de Irlanda y por difuminar las banderas arcoíris. La guía de difusión de contenido audiovisual en China, de hecho, recomiendan evitar la representación de la homosexualidad, incluida entre el «comportamiento sexual anormal» junto a la violación o el incesto.