Gabriel J. Martín (psicólogo): «Grindr es, para la mayoría de gente, el Wallapop del sexo gay»

¿Se quiere usted, maricón?

¡Ja, ja, ja! Me quiero mucho. Y me lo merezco. Piensa que a mí la vida no me ha regalado ni el nombre, que todo lo que he logrado ha sido con mucho esfuerzo por mi parte. Así que me siento orgulloso de mí mismo. Y eso es una forma de quererse.

Sus libros se venden como churros. ¿Eso es porque hay suelto mucho gay desubicado o porque es un escritor cojonudo?

Soy un escritor cojonudo que ayuda a muchos hombres gais a ubicarse mejor.

Con tanto éxito, ¿se siente la Rosalía de la psicología afirmativa gay?

Creo que ella se toma su trabajo con la misma responsabilidad que yo. Es bueno saber quién es uno y cuánto puedes ofrecer a los demás si te esfuerzas. Pero yo soy mayor. Más Lola Flores, si acaso.

¿También hace crowdfunding como ella, o Hacienda no le ha tenido que poner a raya nunca?

Hacienda está encantada conmigo y con mis pagos anuales [se ríe].

¿Qué cara se le queda a una madre que pilla a su hijo de 4 años masturbándose?

A la mía, cara de poema. Claro que era 1975, y la moral nacionalcatólica no había enseñado a nuestros padres que es normal que los niños exploren su sexualidad.

Estudió la especialización de forma autodidacta. ¿Qué otras cosas ha hecho a lo Juan Palomo?

Aprender informática y cocinar caracoles a la andaluza. ¡Es increíble lo que se aprende con los tutoriales de Youtube!

Con tanto drama en la consulta, ¿quién le paga a usted el psicólogo?

Fíjate, como estrategia no sigo casi ninguna serie ‘profunda’, ni voy al cine a ver películas sobre dramas. En mi tiempo de ocio me obligo a desconectar. Eso y mis amigos, que son oro en paño y me escuchan cuando lo necesito.

¿Sobrevivir al ambiente le parece más o menos complicado que sobrevivir a la irascibilidad ciudadana?

La irascibilidad ciudadana es lo peor, sin duda. Ojalá nos relajásemos un poco.

Los jóvenes que dicen que prefieren quedarse un finde sin sexo, antes que sin móvil, ¿están todos tarados?

 No creo que el sexo sea una prioridad para todo el mundo, aunque es cierto que sí lo es para mucha gente.

Dice que la pluma es nuestra raza. ¿Somos unos desagradecidos?

En realidad, la frase es de José Luis Serrano, aunque hago mías cada una de sus palabras. Más que desagradecidos, lo que somos es una comunidad a la que se nos ha enseñado a odiarnos a nosotros mismos. Y a eso se le llama homofobia interiorizada.

Cree que ser gay reporta ventajas evolutivas a la especie humana. ¿Se habrá enterado Ignacio Arsuaga?

Esa es una hipótesis que sostienen antropólogos y psicólogos evolutivos: la homosexualidad ofrece ventajas reproductivas en especies sociales como la nuestra, los bonobos, los pingüinos, las gaviotas, etc. No sé si Arsuaga no se ha enterado o no quiere enterarse. Juraría que se trata de lo segundo.

¿Cree que Grindr ha hecho mucho daño al folleteo en urinarios públicos? 

Creo que ha hecho más daño que cobren por entrar a los urinarios de las estaciones [se ríe]. Grindr ha hecho más daño al ligue en discotecas y a la autoestima de muchos. También es cierto que pensamos ingenuamente que Grindr es una versión digital de un bar, cuando lo cierto es que, para la mayoría de gente, es el Wallapop del sexo gay: la gente busca ‘polla XL’ o ‘pasivo tragón’ como el que busca ‘estantería de tres baldas’ y no le interesa nada más.

También es verdad…

Ojalá nos aburramos pronto de esa forma de relacionarnos y volvamos al formato presencial. Aunque no soy muy optimista al respecto, te lo tengo que confesar.