La CDU elige a una convencida detractora del matrimonio igualitario como sucesora de Angela Merkel al frente del partido
La Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de la canciller alemana Angela Merkel, ya tiene nueva líder. Los delegados del congreso celebrado el viernes pasado eligieron a la expresidenta del Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer, por delante de Friedrich Merz, antiguo contrincante de Merkel, y de Jens Spahn, el abiertamente gay ministro de Sanidad. Considerada la candidata más centrista y continuista con las políticas de la canciller, Kramp-Karrenbauer es sin embargo una convencida detractora del matrimonio entre personas del mismo sexo, que llegó a comparar en 2015 con el incesto y la poligamia.
La carrera por la sucesión de Angela Merkel arrancó el pasado mes de octubre, tras el anuncio de la canciller de no optar a la reelección al frente de la CDU. Tres candidatos reunieron los avales necesarios para concurrir al congreso que tuvo lugar el viernes: la secretaria general del partido y expresidenta del estado federado del Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer, el exportavoz parlamentario y rival de la canciller Friedrich Merz y el ministro de Sanidad, Jens Spahn. Las encuestas anunciaban una batalla igualada entre los dos primeros, con pocas posibilidades para Spahn, el primer candidato abiertamente gay a la presidencia del partido.
Los resultados han confirmado estos pronósticos. Kramp-Karrenbauer y Merz se midieron en segunda vuelta, tras caer eliminado Spahn con un 15,7% de los votos en la primera vuelta. Finalmente, la secretaria general se impuso a Merz por un escaso margen de 35 votos de los 999 delegados participantes. La prensa ha destacado el continuismo con la trayectoria de la canciller de la nueva líder democristiana, considerada más centrista que sus dos rivales. Tanto Merz como Spahn habían abogado por un giro a la derecha en materias como la política de inmigración y asilo.
En el ámbito LGTB, sin embargo, Kramp-Karrenbauer defiende visiones claramente conservadoras. En 2015, siendo aún presidenta del Sarre, rechazaba la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo, comparando la medida con el incesto o la poligamia. «Si abrimos esa definición a una comunidad duradera de responsabilidad entre dos adultos, no se pueden excluir otras reclamaciones, como un matrimonio entre familiares cercanos o entre más de dos personas. ¿De verdad queremos eso?», se preguntaba. Ese mismo año, se manifestaba en contra de la adopción homoparental con el argumento de que «para los niños es importante tener mujeres y hombres como personas de referencia».
Spahn, que a pesar de sus posiciones en otros temas ha sido el único de los tres candidatos en defender la igualdad LGTB, criticó a Kramp-Karrenbauer por este asunto. El ministro de Sanidad, que se casó hace un año con su novio Daniel Funke, afirmó sentirse atacado «personalmente» por la comparación de su matrimonio con el incesto o la poligamia. La ya nueva presidenta del partido democristiano rechazó retractarse de sus declaraciones de 2015, y en una entrevista realizada durante la última semana de campaña, se reafirmó en su «convicción profunda e interna» en contra de la igualdad matrimonial. No obstante, afirmó «aceptar la decisión mayoritaria del Bundestag», dando a entender que no persigue una derogación de la ley que abrió el matrimonio a las parejas del mismo sexo en 2017. Una norma sobre la que había afirmado, en el momento de su aprobación, que «erosiona lentamente los fundamentos de nuestra cohesión social». También expresó una opinión favorable a la adopción homoparental, frente a sus declaraciones de hace tres años.
La elección de Annegret Kramp-Karrenbauer o AKK (como se refieren a ella muchos medios) como nueva líder de la CDU no parece, por tanto, una buena noticia para la comunidad LGTB. Los activistas la han acogido con frialdad, salvo Lesbianas y Gais en la Unión (LSU), el ala LGTB del partido democristiano, que ha destacado la disposición de Kramp-Karrenbauer para escuchar sus puntos de vista. A pesar de sus declaraciones homófobas en el pasado, no se esperan grandes cambios en la actitud del partido democristiano hacia las personas LGTB bajo su liderazgo. No desde luego hacia una mayor apertura, pero tampoco en la dirección de reabrir debates ya superados. AKK, de todas formas, no asumirá automáticamente la jefatura del Gobierno, que seguirá por el momento en manos de Angela Merkel.