Malena Gracia (artista): «Puedo dejar a España en muy buen lugar en Eurovisión, porque lo tengo todo»

Actriz, cantante y bailarina, es la pequeña de cinco hermanos. Descubierta por el productor y realizador Valerio Lazárov, en 1998 fue elegida chica Playboy de Europa, apareciendo en la portada de la conocida revista. Recibió un triple disco de platino por su canción ‘Loca’. Abiertamente bisexual, ha participado en varios realities y nunca ha dejado de currar: «Mi vida es trabajar. A lo mejor algún día, cuando la vida me sonría más, me puedo relajar».

Empezó su carrera bailando El lago de los cisnes, a los seis años. ¿Era la repelente de la clase?

No, era la niña que ya empezaba a destacar y a la que le gustaba el arte. Y estudiar, porque siempre he sido muy estudiosa.

Luego estuvo actuando de pueblo en pueblo. ¿Qué aprendió de aquella peregrinación?

A mí me encanta. Soy muy viajera. Me siento como en casa en cualquier sitio. He aprendido a buscármelas.

En Dos tontas en apuros daba vida a una artista prodigio que se enfada con su hermana por un chico. ¿Por cuántos tíos se ha puesto de uñas?

Por ninguno. Yo no soy de andar detrás de los hombres. Han andado ellos detrás de mí. No me pelearía nunca por un hombre. ¡Hay tantos! Solo he estado con quien ha querido estar también conmigo.

¿Ha tenido que huir de muchos jefes metemanos?

Sí, he sufrido acoso en mi vida por parte de muchas personas. A mí un productor me ha llegado a cerrar una puerta con llave, teniendo yo dieciocho años. Me agarró, me empujó y no podía salir. No había nadie en las oficinas en ese momento, porque les había dicho a todos que se fueran a comer. Aquello fue un shock para mí, porque yo espabilé muy tarde. He sido muy inocente hasta casi los treinta años.

¿Y cómo se libró del energúmeno?

Forcejeamos y, al final, logré abrir. Ha sido una persona que no me ha dejado avanzar en mi vida. En ese momento, él tenía un puesto muy importante aquí en España y muchas puertas se me cerraron.

Participó en una serie con Arévalo, haciendo de rubia explosiva. ¿Se sintió un talento desaprovechado?

No, nunca me ha importado hacer de guapa. Me cogieron porque era la única actriz de todas las que había en el casting. Quizás ahora es cuando se me está tomando más en serio, porque al ser rubia y guapa parece que te encasillan en los personajes.

¿Y le tuvo que reír muchos chistes sin gracia a Arévalo?

[Se ríe]. Con Arévalo siempre me he reído con gracia, porque es muy gracioso. Además, es una gran persona. Fue uno de mis descubridores y siempre está ahí en mi corazón. Nos ayudamos mucho, mutuamente.

El humor, ¿mejor casposo o inteligente?

El humor siempre inteligente.

¿Alguna vez se ha sonado la nariz con una bandera?

No lo he hecho. Pero sí que he besado la bandera de México, al llegar al Senado allí. Es un país al que quiero muchísimo.

¿Lo de las Sex Bomb no tuvo un poco de crimen contra la humanidad?

Con las Sex Bomb, yo duré dos galas. Me peleé con Sonia [Monroy], porque siempre estaba en medio y quería ser la protagonista. No cantaban en directo, no se sabían las letras y yo dije que no continuaba. Luego, [Antonio] Fontaneda me llamó y seguí yo sola, con mis bailarines, haciendo mi propio espectáculo en directo (porque ya había galas vendidas).

Las mandó bien lejos, entonces…

Al público no se le puede engañar. Tú vas a ver una gala mía y yo me hago un concierto en directo. La gente me pregunta ‘¿por qué no engordas?’. Pues porque me mato a trabajar. Estoy todos los días en mis clases de canto, mi gimnasio, etc.

¿Llegó a preguntarle a Aznar por su inquina por Hotel Glam?

Me hubiera encantado, porque después de ver todo lo que estoy viendo ahora mismo en tele, yo era una ursulina. No entendí por qué se decía que dábamos mal ejemplo a la juventud, y por eso me puse a hablar con él ante las cámaras.

¿Se forró con su Loca?

No, ¡qué va! Estoy vendiendo mi casa y estoy con deudas. Quizás quien ganó mucho dinero fue el autor. Yo en ese momento era boba y, aunque hice una parte de la letra, no me dieron nada. Yo ganaba de mis galas y de matarme con el coche arriba y abajo. Forrada nunca he estado. Ojalá algún día lo esté.

¿Se presentó a Eurovisión porque es el único sitio donde se puede dar el cante sin desentonar?

Me presenté porque creo que es una oportunidad buena, si la sabes aprovechar. Creo que yo puedo dejar a España en muy buen lugar, porque lo tengo todo: soy artista, canto, bailo y tengo gracia. Creo que ha faltado en Eurovisión una persona como yo. Pero como esto es algo que se reparten entre cuatro, y no nos dan la oportunidad a los que valemos…

¿Se ha quitado pecho porque ya no hay Interviú donde lucirlo?

No, fue por un tema de salud. Tenía las prótesis rotas. Estando en Supervivientes, había una que la tenía ya por todo el cuerpo, y otra estaba partida en ocho trozos. No me encontraba bien físicamente, me cansaba y ya dije ‘se acabó’. No tengo que llevar pechos grandes para que me contraten, y en pantalla me veo mejor ahora, con dos tallas menos.

¿De qué otras cosas se ha desprendido también últimamente?

Ahora me estoy desprendiendo de esta casa, pero creo que, en la vida, son buenos los cambios. Y de mi madre. Perderla ha sido una de las cosas más duras que me han pasado en la vida.

Sé que prepara disco. ¿Cómo va el asunto?

Ayer estuve en Sevilla grabando las canciones. También estoy con otras dos funciones, ‘La Corte del Faraón’ y ‘Café y cuplés’, donde soy la protagonista. El año pasado hice tres películas y ahora estoy pendiente de otra. Estoy feliz porque estoy viviendo un momento muy bonito profesionalmente.