Un joven boxeador mexicano con supuestas aspiraciones olímpicas asegura que «los putos gais son una plaga»

La viralidad de las redes sociales consigue hacer famosos, de la noche a la mañana, a personajes intrascendentes. A veces por sus méritos, pero muchas otras por su bajeza moral. Es lo que ha sucedido en México con Darío Larralde, un joven boxeador con aspiraciones de representar a su país en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, que hizo gala en su Instagram de su odio homófobo. Unas imágenes que rápidamente se difundieron y que han levantado una pequeña tormenta mediática.

En el vídeo, Larralde asegura sentirse constantemente acosado por «los putos gais», a los que dice tener «pinchefobia». «A todas partes que voy siempre hay un puto gay ahí en una esquina viéndome (…) Soy un puto magneto para los putos gais», señala. «Todo lo que hace su comunidad, todo lo que hacen ustedes, todo lo que representan, me caga, me caga. Nunca lo voy a aceptar», añade dirigiéndose directamente a sus «seguidores gais».  Larralde llega incluso a defender la violencia homófoba. «Hasta que les metas un vergazo, entienden… Y aparte no les puedes pegar, porque empiezan ‘uhh, yo es que soy gay, uhh’», asegura. El joven boxeador llega incluso a justificar la persecución de los homosexuales por el régimen nazi: «Yo sé que Hitler era una muy mala persona, pero en eso sí lo apoyo: los putos gais son una plaga». Son algunas de las perlas más significativas del muchacho, cuyo vídeo aún puede verse, al haber sido replicado en Twitter:

Este hombre @dario_larralde va más allá de la homofobia, está hablando de genocidio, llamando “plaga” a la comunidad #LGBTQ y encima va a representar a México en los @juegosolimpicos. @CONAPRED @COPRED_CDMX ¿qué procede? pic.twitter.com/Negu815gFD

— Iván Pasillas (@iv_moony) 7 de diciembre de 2018

La homofobia descarnada de Larralde rápidamente se hizo viral y despertó la indignación de numerosos usuarios de redes sociales en México, que comenzaron una improvisada campaña para exigir que el boxeador fuese apartado del equipo olímpico mexicano. Sus opiniones llegaron a convertirse en noticia en medios generalistas y en programas de televisión. Baste como ejemplo el comentario del conocido periodista Nacho Lozano en su programa televisivo, que nos permitimos reproducir:

El Comité Olimpico Mexicano se desvincula del boxeador

Lo cierto es que parece que el tiro le salió por la culata a Larralde, que si realmente buscaba acudir a los Juegos de Tokio, como él mismo promocionaba, ha visto estas seriamente perjudicadas. De hecho, todo apunta a que en realidad se trataba de mero postureo. El Comité Olímpico Mexicano, ante las protestas recibidas, aclaraba vías redes sociales que Larralde no forma parte de la selección mexicana de boxeo, además de reprobar sus declaraciones:

El Comité Olímpico Mexicano reprueba las declaraciones homofóbicas hacia la comunidad LGBT realizadas por Dario Larralde, quien no pertenece a la selección nacional de boxeo

— Comité Olímpico MEX (@COM_Mexico) 7 de diciembre de 2018

Las «disculpas» del boxeador

El joven boxeador, de hecho, pedía disculpas horas después de saltar la polémica, aunque sin mostrar remordimiento por el hecho de ser homófobo. «No le deseo el mal a nadie, no deseaba que se hiciera viral lo que dije. Soy homofóbico y la verdad no hay mucho que pueda hacer sobre eso, así soy. Me nace ser así. Lo que dije estuvo mal y le debo una disculpa a todos. Así que perdón si lastime a alguien. Pero es mi opinión», expresaba en su cuenta de Twitter. En esa misma cuenta, que por cierto ha dado de baja posteriormente, anunciaba que haría un vídeo de disculpa: «Es demasiado drama el que se causó y quiero explicar la situación. No quiero polémica o atención, no lo hago solo por mi carrera, no lo hago por hacerlo. De verdad me arrepiento. Por favor estén al tanto», escribía.

El joven llegó a publicar, en efecto, su «disculpa» en un vídeo de tres partes de duración. Aunque como hemos dicho su cuenta de Twitter ha desaparecido, es posible verla todavía en YouTube. En ella, Darío Larralde insiste en justificar sus opiniones por el hecho de haberse sentido acosado por gais, aunque asegura «no tener nada» contra ellos:

Una disculpa que lo es poco, en definitiva, pero a la que al menos el joven boxeador se ha visto obligado. Y es que lo sucedido con Larralde ha tenido una cara positiva, y ha sido la vigorosa reacción de las redes sociales mexicanas contra sus opiniones homófobas. Hoy nos quedamos con eso.