La FELGTB anuncia el inicio de un año temático dedicado a visibilizar a los mayores LGTBI y recuperar la memoria histórica
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), que el pasado 26 de diciembre celebró el 40 aniversario de la retirada de la referencia a la homosexualidad de la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social, ha anunciado recientemente el arranque oficial del año temático ‘Mayores Sin Armarios: ¡Historia, Lucha y Memoria!’.
En concreto, dicha ley establecía en su artículo segundo que «serán declarados en estado peligroso, y se les aplicarán las correspondientes medidas de seguridad y rehabilitación, quienes resulten probadamente incluidos en alguno de los supuestos de este artículo y se aprecie en ellos una peligrosidad social». Entre las personas a quienes se aplicaría esa medida estaban, en tercer lugar de una lista de 15 grupos, «los que realicen actos de homosexualidad».
La ley fue aprobada en 1970 por el régimen franquista para sustituir a la antigua Ley de Vagos y Maleantes que, desde 1933, pretendía controlar a todos los elementos que consideraba antisociales: Una ley en la que el franquismo incluyó de forma expresa a los homosexuales en 1954. Dicha modificación contemplaba, de hecho, el internamiento de homosexuales «en instituciones especiales y, en todo caso, con absoluta separación de los demás». Las víctimas de estas leyes, sobre todo, fueron los varones homosexuales de las clases menos privilegiadas y las mujeres trans, a las que se trataba como presos masculinos, sometidos además a todo tipo de humillaciones y vejaciones.
En abril de 2018 nos hacíamos eco, precisamente, de la inclusión de las personas trans en la placa que homenajeaba a los homosexuales represaliados en la antigua prisión de Huelva, uno de los establecimientos carcelarios en los que preferentemente se encerraba a homosexuales y mujeres trans. Otro era el de Badajoz. Penales infames en los que, además de las correspondientes penas de cárcel, con algunos presos se experimentaba aplicándoles electrochoques y diferentes «terapias» aversivas.
Con la conmemoración del recuerdo de la derogación parcial de la Ley de Peligrosidad Social, la FELGTB daba, de hecho, el pistoletazo de salida al nuevo año temático. «No podemos olvidar que muchos de nuestros mayores se vieron obligados a vivir durante años metidos en el armario, o fueron invisibilizados, perseguidos y encarcelados por el simple hecho de ser», señala su presidenta, Uge Sangil.
«Su dolor es nuestro dolor, porque como colectivo no podemos olvidar los delitos de odio que se cometen contra todos y cada uno de nosotros», asegura también Sangil. «La memoria histórica debe servirnos para no cometer los mismos errores y continuar avanzando en la lucha por la igualdad plena de derechos», añade la activista canaria, que recuerda que «no estar considerado un delincuente y tener la igualdad de derechos garantizada no es lo mismo». En este sentido, Sangil afirma que «a día de hoy, sigue existiendo acoso escolar por motivo de LGTBIfobia, el 85% de las personas trans sigue sin poder acceder a un puesto de trabajo ni, por tanto, a una pensión en edad de jubilación y muchos de nuestros mayores, que vivieron años reprimidos, tienen que volver al armario al llegar a la tercera edad por miedo a la no aceptación en los centros residenciales».
Proyectos en marcha
El coordinador del año temático 2019, Loren González, explica que «para entender cómo la LGTBIfobia se ha instalado en nuestra sociedad, debemos atender a nuestra propia historia». Por este motivo, y con el objetivo también de sensibilizar, informar y denunciar la situación y las necesidades actuales de las personas mayores LGTBI —que fueron perseguidas en su juventud y que, a día de hoy, siguen siendo discriminadas— la Federación ha proclamado el 2019 como el año de ‘Mayores Sin Armarios: ¡Historia, Lucha y Memoria!’.
Un año que, en palabras de González, «recordará a cada uno de nuestros mayores; a las víctimas del nazismo en los campos de concentración; a las mujeres trans racializadas que iniciaron nuestra lucha pública en un pub de Manhattan; a aquellos que nunca podrán ser mayores porque nos los arrebató el sida; a aquellos que tuvieron que renunciar a sus vidas, esconderse o migrar; a aquellos que no pudieron tener mujer o marido y formar una familia y a aquellos que tuvieron que traducir su deseos de paternidad cuidando a los hijos de los demás».
Precisamente la Fundación 26 de Diciembre, entidad que trabaja en favor de los derechos de las personas mayores LGTBI, llegó hace unos meses a un acuerdo con la Comunidad de Madrid por el que esta le cedía gratuitamente el uso de un edificio situado en el distrito de Villaverde, y que en su momento ya acogió a una residencia de mayores, para que esta entidad ponga en marcha la que será el primer complejo (residencia y centro de día) especializado en mayores LGTBI. Las obras de remodelación, de hecho, acaban de dar comienzo:
Madrid tendrá la primera residencia de mayores LGTBI en Villaverde https://t.co/NfoYLrIs3Q vía @YouTube por David Enguita @APLGTB
— Fundación 26D (@fundacion26D) 27 de diciembre de 2018
A la caza de subvenciones a cuenta de la Memoria Histórica, todo para mantner el chiringuito.
Sí a los subvenciones para las organizaciones sociales. Es de las pocas cosas buenas en las que un Estado del bienestar puede invertir su dinero. Los que se rasgan las vestiduras porque se apoye a organizaciones sociales y sindicatos mientras se vende España a fondos buitres extranjeros, mientras se regala miles de millones a los bancos, esa gente merece todo mi desprecio. Neo fascistas de salón, cuñadismos ideológicos vuestros ventosa son basura. Más impuestos y más estado de bienestar, queremos parecernos a Dinamarca no a Zimbabue.
Estoy de acuerdo en todo menos en lo último de Dinamarca vs. Zimbawe. Sé que el racismo, como la homofobia, muchas veces lo llevamos en el subconsciente y sale en el desliz menos pensado, pero asociar Dinamarca (rubios, blancos, arios) con «mejor» y Zumbawe (el África negra) con malo, así de entrada y porque sí (cuando la situación en Zimbawe probablemente sea el resultado de los crímenes del hombre blanco ario del norte de Europa), a mí, por lo menos, me parece mal. No es una crítica maliciosa, ni mucho menos, solo quería hacer una observación. A mí también me traiciona el subconsciente (y a cualquiera nos puede pasar).
Del troll del primer comentario paso olímpicamente.
Acepto la critica. Dinamarca lo pongo como país con alta carga impositiva, mucha más que España, y que tiene un estado del bienestar fuerte. Quería remarcar el hecho de que la bajada de impuestos afecta negativamente a la sanidad, educación y servicios públicos, o sea, afecta a los que tienen menos y benefician a los ricos que acceden por lo privado a esos servicios. Por otra parte Dinamarca no es un paraíso pues no deja de tener problemas de racismo y machismo muy fuertes. Lo de Zimbabue era por poner un país corrupto y con un estado fallido, que para mi tiene una connotación especialmente negativa, no porque haya mayoría negra, sino por la interminable cadena de noticias homófobas que genera. No se me hubiese ocurrido por ejemplo nombrar a Sudáfrica.