El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, denuncia la persecución de la homosexualidad durante la cumbre entre la Unión Europea y la Liga Árabe
El primer ministro de Luxemburgo, el abiertamente gay Xavier Bettel, ha denunciado la homofobia existente en la mayoría de los países de régimen islamista en la cumbre celebrada en Egipto entre la Unión Europea y la Liga de Estados Árabes. Según fuentes periodísticas confirmadas por miembros del gabinete de Bettel, el mandatario luxemburgués hizo referencia a su condición de hombre homosexual casado con otro hombre, y que por ello podría ser castigado con la pena de muerte en muchos de los países representados en la reunión. Según testimonios, tras estas palabras se produjo un «silencio glacial» entre muchos de los dirigentes presentes.
Esta semana se ha celebrado en la localidad egipcia de Sharm el-Sheij una cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de los miembros de la Unión Europea y la Liga de Estados Árabes. El pasado miércoles tuvieron lugar en la sesión plenaria los discursos protocolarios habituales por parte de los mandatarios. Durante la intervención del primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, aparte de señalar los desafíos globales a que se enfrentan los países representados en la cumbre, el mandatario también quiso denunciar algo que le afecta de manera personal.
El periodista alemán Stefan Leifert publicaba un tuit en el que mencionaba que «el primer ministro de Luxemburgo Xavier Bettel enfrenta a los asistentes con el hecho de que está casado con un hombre y en muchos de los países presentes estaría amenazado de muerte. Silencio glacial de algunos, tranquila satisfacción de otros». El propio Xavier Bettel, desde su cuenta oficial, lo retuiteaba añadiendo: «quedarme callado no era una opción para mí».
Nichts sagen war für mich keine Option.XB https://t.co/g19bc88V1H
— Xavier Bettel (@Xavier_Bettel) 27 de febrero de 2019
Un miembro del gabinete luxemburgués confirmaba también la información, asegurando que Bettel dijo en la reunión «que era homosexual y que el hecho de estar casado con un hombre era punible con la muerte en muchos de los países representados en la mesa», aunque precisaba que tras el discurso del mandantario no se produjo ninguna reacción, pues «en este tipo de reuniones se suceden los discursos sin que se suscite un diálogo». Ya el domingo anterior a la cumbre, el primer ministro había comunicado a los medios que «hablaría de derechos humanos». También añadió que «si yo, como persona gay, no hablara de eso, tendría un problema».
Xavier Bettel nunca ha ocultado durante su carrera política su orientación sexual. Tampoco ha dudado en aparecer acompañado de su pareja con total naturalidad en actos oficiales, desde que en octubre de 2011, a los 38 años, fuera elegido alcalde de Luxemburgo y se convirtiera en el tercer alcalde abiertamente gay de una capital europea tras París (Bertrand Delanoë) y Berlín (Klaus Wowereit), lo que le convirtió en su día en una de las figuras políticas más importantes del Gran Ducado.
Tras su proclamación como primer ministro, Bettel fue también la tercera persona abiertamente homosexual en ocupar la jefatura de Gobierno de un estado soberano, tras la islandesa Jóhanna Sigurðardóttir y el belga Elio Di Rupo. Una vez en el Gobierno, no tardó en promover una ley de matrimonio igualitario, que tomó efectos el 1 de enero de 2015. Tras su boda con el arquitecto Gauthier Destenay, celebrada en mayo del mismo año, se convirtió en el segundo mandatario en contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo mientras ostentaba su cargo, pues Jóhanna Sigurðardóttir se casó con Jonina Leosdottir durante su mandato, y el primero de la Unión Europea.
La persecución de las relaciones homosexuales en la Liga Árabe
La Liga de Estados Árabes (o Liga Árabe) está compuesta por 22 miembros: Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Arabia Saudí, Siria, Yemen del Norte, Libia, Sudán, Marruecos, Túnez, Kuwait, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Catar, Omán, Mauritania, Somalia, Palestina, Yibuti y Comoras.
En 18 de ellos, las relaciones homosexuales son castigadas por la ley con penas de prisión e, incluso, la muerte. Tan solo las legislaciones de Yibuti, Jordania, Bahréin e Irak no hacen referencia a la homosexualidad. En las leyes de algunos de estos países no consta este delito como tal, pero las relaciones homosexuales son igualmente perseguidas bajo cargos de indecencia pública o semejantes (es el caso de Egipto). En Líbano, repetidas sentencias han considerado no punibles las prácticas homosexuales, si bien sigue en vigor el artículo 504 del Código Penal, que castiga los actos «contra natura».
En Arabia Saudí, Somalia y Yemen del Norte consta la aplicación de la pena de muerte para delitos relacionados con la homosexualidad. En zonas de Irak y Siria es implementada por tribunales locales, vigilantes o actores no formalmente estatales (es el caso del Estado Islámico). En los Emiratos Árabes Unidos, Catar y Mauritania la interpretación de la sharía (o ley islámica) permite la pena de muerte, aunque no se tiene conocimiento de que se esté invocando actualmente.