El Ayuntamiento de Madrid, a petición de Arcópoli, coloca una placa en el Parque del Oeste como homenaje a la desaparecida Cristina La Veneno
El Ayuntamiento de Madrid, a petición de la asociación LGTB Arcópoli, rindió homenaje este lunes a la desaparecida vedette Cristina La Veneno, instalando en el Parque del Oeste —en el que la artista ejerció la prostitución antes de dar el salto a la televisión en 1996— una placa que reza «En memoria de Cristina Ortiz La Veneno, valiente mujer transexual visible en los 90».
El proyecto, que comenzó a fraguarse hace un par de años, partió de una petición de Arcópoli (o, lo que es lo mismo, la Asociación de de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Queer + Heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares) a la Junta de Distrito Moncloa-Aravaca, al considerar a Cristina como una mujer transexual orgullosa, valiente y visible.
Yago Blando, encargado de la Oficina Técnica de Arcópoli, asegura que Cristina fue valiente porque «fue visible cuando muy poca gente quería serlo». Y porque forma parte importante de la historia del colectivo LGTB. «Salía en televisión y contaba su realidad, aunque eso le ganase el desprecio y la burla de los sectores más conservadores de la sociedad. Pero eso sirvió para dar a conocer una realidad, aunque distorsionada y manipulada, del colectivo LGTB que empezó a romper muchos armarios. Puede que Cristina no sea el mejor referente de mujer transexual que tenemos en la actualidad, pero durante mucho tiempo fue el único y estaba orgullosa de serlo. Sin lugar a dudas, influyó en el empoderamiento del colectivo LGTB», señala a Dosmanzanas.
«La negociación con el Ayuntamiento fue sencilla», añade Blando. «Cuando murió Cristina, hicimos la solicitud a la Junta de Distrito y esta salió adelante con los votos favorables de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos (y la abstención del PP). Desde ese momento hasta ahora, ha sido el proceso de hacer la placa y ver su contenido».
La placa, colocada junto a la fuente Juan Villanueva, fue descubierta el pasado lunes por la tarde, en un acto al que acudieron varios amigos y admiradores de la artista, así como algunos conocidos activistas LGTB. «Es algo histórico», apunta Rubén López, vocal de Delitos de Odio de Arcópoli. «Nunca en la historia de la ciudad de Madrid se había instalado una placa honorífica a alguien por su valentía de ser trans. Que el Ayuntamiento de Madrid tenga este gesto significa mucho para este colectivo tan vulnerabilizado». Asimismo, López señaló que «estamos muy gratamente sorprendidos de la cantidad de personas LGTB que nos han escrito agradeciéndonos este gesto que dignifica a una persona valiente y orgullosa de sí misma».
Cabe recordar que Cristina falleció el 9 de noviembre de 2016, debido a una caída accidental en su domicilio del madrileño barrio de Tetuán, y tras permanecer algo más de tres días en coma en la UCI del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Su cuerpo fue incinerado y, según su deseo expreso, sus cenizas fueron esparcidas en el madrileño Parque del Oeste, donde tantos días pasó antes de que los medios la descubriesen.
Es positivo este homenaje a Cristina Ortiz, pero en la transición española y para muchas de las personas que más tarde empezamos una transición Cristina no era la referente o el espejo donde una mujer transexual se mirase. Estaría bien que nuestra voz fuera escuchada y tenida en cuenta y no escondida por colectivos LGTBI. Como mujer trans mayor podría hablar de varios referentes positivos para nosotras- Bibiana Fernández, Amanda lear o Carla Antonelli y otras muchas más que sí que lucharon por una igualdad real y ahora en la vejez sus vidas no son fáciles y sus dificultades al ser mayores son las misma que la de aquellos años de la Transición.