Madrid inaugura, de la mano de Kifkif y con financiación de la Comunidad de Madrid, una residencia para refugiados LGTBI
La instalación está preparada para albergar a 20 personas al año y cuenta con profesionales que iniciarán a las personas acogidas en las actividades de la entidad, centradas en la migración multicultural y la diversidad sexual.
La ONG Kifkif («de igual a igual»), miembro de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), ha impulsado la creación en Madrid de una residencia para refugiados perseguidos por su orientación o identidad sexual. Un proyecto que se ha convertido en una realidad gracias a la financiación de la Consejería de Políticas Sociales y Familiares de la Comunidad de Madrid a través de una subvención del IRPF social.
El objetivo de esta instalación será aportar un espacio seguro a refugiados LGTBI y demandantes de asilo político por causa de LGTBIfobia. Un espacio donde los trabajadores y voluntarios de Kifkif impartirán un itinerario profesional de acogida vinculado a las actividades que realiza la entidad, según han indicado en una nota de prensa. El centro, según la información, será gestionado por la asociación Progestión, especializada en inclusión social.
El presidente de Kifkif, Samir Bargachi, ha destacado que «esta iniciativa emana de nuestras resiliencias y nuestros saberes». «Los migrantes LGTBI hacemos uso de las fortalezas que tenemos como generadores de respuestas a nuestras necesidades y demandas específicas», añadió en alusión al apoyo mutuo que pueden darse las personas en esta situación.
Desde Kifkif se anima a las personas que requieran este servicio gratuito a ponerse en contacto con el área social de la entidad a través de sus contactos o a través de otras entidades que trabajen en el Programa LGTBI de la Comunidad de Madrid.
Un colectivo especialmente vulnerable
Estas personas, tras verse obligadas a abandonar sus hogares y sus países, se encuentran de manera constante con el rechazo y conductas de odio de personas que se encuentran en su mismo estatus de refugiado o incluso por parte de las instituciones del país de acogida. También deben soportar actitudes de acoso por parte de la sociedad del país de acogida, como se demostró con las pintadas homófobas y xenófobas contra kifkif en Alcalá de Henares y que se han repetido en diferentes ocasiones. Algo que justifica la necesidad de apoyar la creación de estos espacios.
La iniciativa ahora puesta en marcha no es la única en esta misma línea de trabajo. La Fundación Eddy-G, a través de su proyecto ‘Hogar Eddy’, ya lanzó un proyecto de pisos compartidos para personas LGTBI sin recursos. Un proyecto financiado enteramente de manera privada y que, dentro de sus múltiples usuarios, también acogió a personas migrantes y refugiadas.
No obstante, todas las iniciativas lanzadas hasta el momento son claramente insuficientes. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en España, ACNUR, 77 países consideran la homosexualidad ilegal y en 7 de ellos está penada con la muerte. Además, en las zonas en conflicto los derechos de las minorías son los que primero desaparecen, por lo que las personas homosexuales pueden ser perseguidas y las personas trans, intersexuales o bisexuales se ven condenadas al mayor de los ostracismos, cuando no a otras condenas mayores. Hechos que hacen que España sea cada vez más destino de refugiados y demandantes de asilo por LGTBIfobia, pese a las dificultades que nuestro país les pone. Y aunque no existen datos oficiales, ya que el Ministerio no desglosa los motivos del demandante de asilo, ACNUR y otras organizaciones de refugiados destacan que en los últimos años se han aumentado estas peticiones sobre todo por parte de ciudadanos de Gambia, Camerún, Marruecos y Argelia. Una situación a la que se han sumado últimamente personas provenientes de Venezuela y de países centroamericanos.
Se observa también una, de momento tímida, apuesta de las instituciones públicas por la creación de espacios específicamente LGTBI. Estos centros están surgiendo en las ciudades grandes (Madrid y Barcelona) y responden a la necesidad de dar una respuesta individual a las necesidades concretas del colectivo. En este sentido, el centro LGTBI de Barcelona, inaugurado el pasado mes de enero, ofrece a los usuarios orientación, asesoramiento y atención directa, además de un espacio para la cultura referente a la diversidad sexual y la expresión artística. El ataque de grupos fascistas a este centro solo una semana después de su inauguración evidencia la necesidad de seguir avanzando en las políticas que persigan la homofobia, el discurso del odio y que apoyen a las personas LGTBI más vulnerables, como es el caso de los refugiados, demandantes de asilo y personas sin recursos.
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JaviRamos
Periodista concienciado con la realidad social de nuestro entorno. Si no supiéramos que tras la lluvia sale el arco iris, sería más difícil seguir adelante. Estoy aquí porque algunos también necesitamos nuestra media manzana. También me puedes leer en periodistapreocupado.wordpress.com y en monjamon.es