Hallan en Guatemala los cadáveres (grabados con insultos homófobos) de dos mujeres lesbianas asesinadas violentamente
Otra noticia terrible nos llega desde Guatemala, apenas unos días después de recoger el asesinato de un joven activista gay. Ahora son dos mujeres las que han sido asesinadas en la región de Jalapa, en lo que parece ser un nuevo delito de odio motivado por la orientación sexual de las víctimas. No en vano, el autor (o autores) del atroz crimen dejó escrito sobre el cuerpo de sus víctimas el mensaje «Por panochas [insulto empleado en el país para referirse a mujeres lesbianas y bisexuales] se murieron».
Los cuerpos de esas dos mujeres guatemaltecas, identificadas como Betzi Esmeralda Co Sagastume y Kelli Maritza Villagrán —y de 18 y 25 años, respectivamente—, fueron hallados el pasado 23 de abril sobre un puente sin iluminación ubicado en el kilómetro 54 de la carretera que conduce a Jalapa. Estaban semidesnudos, unidos con cinta adhesiva, presentaban signos de violencia y tenían escrito el mensaje «Por panochas se murieron», según informó el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos del país, Jordán Rodas.
Todo parece indicar que las jóvenes habían sido degolladas la noche anterior. «Con ellas, suman tres las mujeres lesbianas asesinadas en ese municipio entre septiembre de 2018 y abril de 2019. Evitá estar sol@ y, si podés, avisá a alguien de confianza cuando y por qué medio te movilizás», publicó en sus redes sociales la ONG Red Nacional LAMBDA.
El procurador de Derechos Humanos Jordán Rodas envió un comunicado expresando sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas, exigiendo a las autoridades hacer justicia y manifestando «su solidaridad con la población y organización de la comunidad LGTBI». Asimismo, aseguró que «la Auxiliatura Departamental del Procurador de Derechos Humanos, en El Progreso, abrió un expediente de oficio y dará seguimiento al caso de acuerdo al mandato constitucional».
Desafortunadamente, los niveles de LGTBfobia social son muy altos en Guatemala y, para más inri, las personas LGTB del país no gozan de protección alguna contra la discriminación. Según un informe de 2018 del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas referido a ese país, «al Comité le preocupa que la legislación no prohíba la discriminación y los delitos de odio por orientación sexual o identidad de género y no proteja el derecho al reconocimiento de la identidad legal de las personas transgénero. También se muestra preocupado por el aumento de las muertes de mujeres transgénero y por las deficiencias en el registro e investigación de actos violentos motivados por la orientación sexual o identidad de género de la víctima, y lamenta la falta de datos consolidados sobre las investigaciones, procesamientos, enjuiciamientos, sanciones y reparaciones otorgadas en casos de violencia y delitos de odio contra personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales».
Es más, según datos de la organización Oasis publicados en 2017, cada año se registran cerca de 18 asesinatos de personas LGTBI en Guatemala, que en muchos casos son reportados como «crímenes pasionales» o muertes provocadas por la delincuencia común. Dicha organización estimaba entonces que la cifra real de personas asesinadas sería tres veces mayor, debido a que muchos casos ni siquiera llegaban a su conocimiento. «En general, acceder a datos sobre los crímenes de odio contra miembros de la comunidad queer es complicado. Existe un subregistro alto, pues la mayoría de las víctimas no denuncian y porque las autoridades los consideran crímenes comunes o asumen que la víctima es la culpable», aseguraba hace poco el periodista guatemalteco Juan Manuel Vega.