Jack Halberstam, hombre trans y ensayista popular: críticas de «Trans*» y «El arte queer del fracaso»
Recientemente han visto la luz en España dos peculiares ensayos sobre la identidad LGTBIQ+, obra del profesor trans estadounidense Jack Halberstam, que arrojan luz sobre temas harto importantes desde una perspectiva divertida y moderna, rehuyendo la densa terminología en la que caen otros análisis similares y referenciando a menudo películas populares (no necesariamente de temática queer). Ambas llegan de la mano de Egales, para la que han sido fantásticamente traducidos por Javier Sáez.
En El arte queer del fracaso (The Queer Art of Failure, 2011), Jack Halberstam discute sobre el fracaso desde una perspectiva queer, lo que permite enfrentarnos a las lógicas hegemónicas del capitalismo. ¿Valemos lo que tenemos? ¿Es realmente el positivismo siempre la mejor reacción a los problemas? ¿Y cuán positivo es realmente el supuesto progreso? No todo es blanco o negro, y a veces fallar, perder, olvidar, deshacer, no llegar a ser u olvidar nos permite acceder a mayor creatividad, cooperación o innovar, como dijo Lucas Platero. Como ejemplo de ello, el muy ingenioso Halberstam recurre, por ejemplo, a la película de animación Buscando a Nemo (2003), concretamente al despistado personaje de Dory (al que ponen voz inglesa y española, respectivamente, Ellen DeGeneres y Anabel Alonso, ambas lesbianas e hilarantes), modelo femenino de un tiempo queer. Y es que el autor no tiene prejuicios alguno a la hora de recurrir a lo que haga falta para demostrar que la realidad queer forma ya parte de todos y cada uno de nosotros.
Entretanto TRANS* (Trans*. A Quick and Quirky Account of Gender Variabilty, 2017) parte de las las discusiones públicas sobre temas trans que han tenido lugar durante los últimos años, que han desembocado en el uso del asterisco final como paraguas más inclusivo. La realidad trans* sigue siendo harto desconocida incluso dentro de la comunidad LGTBIQ, donde muchos la relacionan únicamente con las personas que deciden someterse a la reasignación de sexo, dejando fuera a una inmensa mayoría que sencillamente no está conforme dentro de las etiquetas sociales. La obra reflexiona especialmente sobre el contraste entre el inicio del activismo trans* y las nuevas generaciones, las cuales por un lado parecen haber olvidado quién luchó por la libertad de la que gozan ahora y por otro tienen muy claro que no van a aguantar tontería alguna por parte del heteropatriarcado. Entre las muchas referencias populares del ensayo, destaca la película La LEGO Película (2014), cuyos personajes se revelan contra un enemigo que pretende pegarlos para siempre, impidiendo así la libertad para la que fueron creados.
Con El arte queer del fracaso y Trans*, Jack Halberstam ofrece la posibilidad de plantearse fuertes disyuntivas en torno a la realidad LGTBIQ+ desde un punto de vista más ameno de lo habitual, siendo además siempre interesante escuchar la a menudo ignorada (incluso por el activismo) voz de un hombre trans.
Pese a ser un hombre transexual, no conocía a Jack Halberstam, ni tampoco su obra. Gracias por difundir este tipo de contenidos.
No obstante, ¿estáis segurxs de que Halberstam es un HOMBRE trans, y no una persona trans* fuera del género binario? Lo digo porque esto es lo pone en la wikipedia (en inglés) sobre su persona:
«Halberstam accepts masculine and feminine pronouns, as well as the name «Judith,» with regard to his gender identity.»
Por un lado, me alegro de que se nos de visibilidad a los hombre trans, ya que tristemente somos uno de los colectivos más invisibles e ignorados dentro del conjunto LGTBI+.
Por otra parte, pienso que hay que llamar a las cosas por su nombre. Si os parece impensable confundir a una persona homosexual con una bisexual, ¿por qué no sucede lo mismo cuando hay una posible confusión entre un hombre trans y una persona no binaria? Si llamamos hombre trans a lo que no es un hombre (porque dicha persona no se considera totalmente como tal), estamos invisibilizando, aunque sea de manera no intencionada, a las personas que sí somos hombres trans.
No me malinterpretéis, no estoy diciendo que haya hombres trans de primera y de segunda categoría. Tampoco pretendo juzgar, o imponer desde fuera una etiqueta de género a una persona a la que ni siquiera conozco. Solo digo que sería conveniente informarse bien sobre cómo llamar y tratar a una persona.
Esto es importante porque los hombres trans hemos luchado mucho (y seguimos haciéndolo) para que se nos considere HOMBRES, y se nos trate como tal, generalmente con pronombres exclusivamente masculinos.
Las personas no binarias también han peleado mucho (y todavía siguen haciéndolo), pero su lucha es distinta a la de los hombres trans. Aunque todxs queremos la igualdad en derechos y dignidad, reclamamos cosas diferentes.
A título personal, NUNCA he conocido a ningún hombre trans al que le dé igual que utilicen pronombres masculinos o femeninos para referirse a él.