El portavoz de la comisión legislativa del Parlamento chino niega la posibilidad de que se apruebe el matrimonio igualitario
El portavoz de la comisión de asuntos legales del Parlamento de la República Popular China ha asegurado que no habrá ningún reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo porque no se ajusta «a las tradiciones históricas y culturares» del país, y que no se incluirá ninguna enmienda al respecto en la reforma del Código Civil que se está tramitando actualmente. Estas declaraciones sirven de distanciamiento de la aprobación del matrimonio igualitario en Taiwán del pasado mes de mayo, territorio considerado por China como una provincia rebelde.
El Código Civil de la República Popular China está reformándose actualmente por medio de una serie de enmiendas, cuya aprobación se espera que sea efectiva el próximo año 2020. Entre los apartados enmendados se encuentran los relacionados con el matrimonio, en materias como divorcio o planificación familiar, por lo que desde el activismo LGTBI se ha solicitado que la reforma incluya también el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo.
Para tratar de estos asuntos, el portavoz de la comisión de asuntos legales del Parlamento chino, Zang Tiewei, acudió a una rueda de prensa el pasado miércoles 21 de agosto. Cuando se le formularon preguntas respecto a la aprobación del matrimonio igualitario en la República Popular China, Tiewei contestó que únicamente se seguiría reconociendo el matrimonio formado por un hombre y una mujer, porque es el único «coherente con el sistema y las tradiciones históricas y culturales de nuestro país».
El portavoz añadió además que «hasta donde yo sé, la gran mayoría de países no reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo». Si bien el dato es absolutamente cierto, también lo es que los países que lo reconocen se encuentran entre los que tienen un mayor índice de democracia y respeto a los derechos humanos.
Con esta respuesta, los legisladores chinos se desmarcan de la aprobación del matrimonio igualitario en Taiwán el pasado mes de mayo, que convirtió a la isla en el primer territorio asiático en legislar la igualdad de derechos para las parejas del mismo sexo. Como ya es sabido, Taiwán es considerado por China como una provincia rebelde y no es reconocido como estado independiente ni por Naciones Unidas ni por la mayoría de los estados que la componen.
La legislación china no protege contra la discriminación por razón sexual o identidad de género, ni las parejas del mismo sexo tienen ningún reconocimiento legal. Lo que sí existe es un profundo rechazo social y la voluntad deliberada de las autoridades de invisibilizar al colectivo LGTBI en los medios que, en el caso de China, están todos férreamente controlados por el gobierno.
Sobre la censura a los contenidos LGTB en China hemos recogido varios ejemplos en dosmanzanas. En noviembre de 2018, una novelista fue condenada a diez años de prisión por incluir «comportamientos homosexuales masculinos» en su obra Ocupación. En septiembre de ese mismo año, un número indeterminado de fans de la cantante británica Dua Lipa fueron obligados a abandonar un concierto en Shanghái, entre otros motivos, por levantarse de sus asientos y agitar banderas arcoíris. Los vigilantes de seguridad emplearon además una violencia inusitada. Meses antes, en mayo, el canal chino Mango TV no pudo retransmitir la segunda semifinal ni la final de Eurovisión por haber censurado el baile entre dos chicos de Irlanda y por difuminar las banderas arcoíris. La guía de difusión de contenido audiovisual en China, de hecho, recomienda evitar la representación de la homosexualidad, incluida entre el «comportamiento sexual anormal» junto a la violación o el incesto.