La fiscalía de Chipre no aprecia delito de odio en el obispo ortodoxo que afirmó que los gais «apestan»
Manifestar públicamente que los gais «apestan» y que si los padres practican sexo anal tendrán hijos homosexuales no merece reproche penal en Chipre. Es lo que se deriva de la decisión de la policía primero y de la fiscalía después, que no apreciaron un delito de odio en las diatribas homófobas de Neófitos, obispo ortodoxo de Morfú y Solos. El caso contrasta con el del prelado que sí fue condenado en la vecina Grecia por animar a escupir a las personas LGTB.
Las declaraciones de Neófitos se produjeron en un discurso el pasado mes de junio. El obispo ortodoxo citó a San Porfirio para sostener su idea de que la homosexualidad se adquiere cuando una mujer embarazada disfruta del sexo anal. La estrambótica afirmación fue muy comentada por redes sociales, principalmente en tono de burla hacia el religioso. Pero Neófitos, lejos de retractarse, volvió a la carga un mes después con unas declaraciones cargadas de odio homófobo.
El obispo hizo un relato sobre un «joven muy atractivo» al que instó a dejar de mantener relaciones homosexuales: «Tienes una enfermedad, vas a morir joven», le habría dicho el prelado. El joven interpelado le preguntó que por qué pensaba eso de él, a lo que Neófitos le habría contestado: «Conforme pasabas a mi lado, olías mal. Apestas. Esas cosas que haces, compartir cama con hombres, provocan un hedor específico que yo reconozco», según su relato. El delirio no acabó ahí. Según el obispo ortodoxo, el joven habría «superado» su homosexualidad por los rezos de su familia y «ahora huele de maravilla».
La policía chipriota abrió una investigación sobre las afirmaciones de Neófitos. Su conclusiones, que hizo públicas la semana pasada, es que no son constitutivas de un delito de odio. Unos días después, el fiscal general Costas Clerides defendió la misma posición. Clerides se refirió a «expresiones criticables», pero no apreció delito en el discurso homófobo y se limitó a recomendar a los obispos que eviten las declaraciones «imprudentes y poco meditadas».
Los activistas de la organización Accept LGBTI han lamentado la decisión de la justicia, que deja impunes las diatribas de Neófitos, y recuerdan que el código penal chipriota recoge desde 2015 la prohibición de los llamamientos a la violencia contra un colectivo por su orientación sexual o identidad de género. El caso contrasta también con la reacción de las autoridades griegas ante otro episodio de odio homófobo por parte de un jerarca de la iglesia ortodoxa. En enero de este año, la justicia griega condenó al obispo Ambrosio por animar a «escupir» a las personas LGTB por ser «monstruos» que están «mental y espiritualmente enfermos». El prelado abandonó su cargo hace un mes.