La justicia rusa ordena el cierre de tres páginas web de contenido LGTB por violar la ley contra la «propaganda homosexual»
La LGTBIfobia de Estado sigue campando a sus anchas en Rusia. Un juzgado de la ciudad de San Petersburgo ha ordenado el cierre de tres páginas de la red social VKontakte (VK) al amparo de la ley contra la «propaganda homosexual». Los magistrados consideran que los grupos, uno de los cuales tiene cerca de 200.000 seguidores, hacen apología de las «relaciones sexuales no tradicionales». No es la primera vez que las autoridades rusas intervienen para coartar la libertad de expresión de la comunidad LGTBI, también por internet. Los activistas anuncian recursos contra la sentencia.
La sentencia, que se dio a conocer el pasado miércoles, considera que las páginas «contienen información accesible al público, también a los niños, que niega los valores familiares, propaga las relaciones sexuales no tradicionales y promueve actitudes irrespetuosas hacia los padres». Los magistrados les dan a los responsables de las páginas un plazo de treinta días para cesar sus actividades.
Uno de los grupos afectados, de nombre «Russian LGBT Community» tiene más de 187.000 miembros. Alex, uno de sus administradores, explica que la página desarrolla una labor fundamental de apoyo mutuo a la comunidad LGTBI rusa. «Si la bloquean, las personas LGTB no tendrán nada en lo que apoyarse en Rusia, no tendrán forma de escribir desde el anonimato, compartir sus emociones o sus salidas del armario», afirma. VK es la red social más popular y el dominio más visitado del país.
La organización Russian LGBT Network gestiona otro de los grupos censurados, «LGBT Russia». Su portavoz Svetlana Zajarova lamenta que la justicia rusa despacha el veto a los contenidos LGTBI «en cinco minutos», como demuestra el hecho de que los fallos emitidos son idénticos en su redacción, errores gramaticales incluidos. Zajarova asegura que su página no publica contenido calificado como «solo para adultos», sino que informa sobre discriminación y violaciones de derechos humanos. La activista anuncia que recurrirán la sentencia ante los tribunales.
Rusia, la LGTBIfobia que no cesa
El poder judicial ruso, de nuevo, contribuye a la LGTBIfobia de Estado apoyado en leyes que prohíben el mero hecho de informar positivamente de la homosexualidad a menores, lo que en la práctica con frecuencia impide el trabajo de las asociaciones LGTBI o de prevención de enfermedades de transmisión sexual. En abril del año pasado, las páginas gay.ru y el portal de información sobre VIH «Parni +» también fueron víctimas de la censura. Mientras tanto, el mismo código penal y los mismos jueces permiten que quienes simplemente enarbolan la bandera arco iris o reivindican la celebración del Orgullo sean detenidos, sancionados o incluso encarcelados.
Por otra parte, además de la violencia institucional, las víctimas de la LGTBIfobia social se encuentran en total indefensión ante la laxitud e inoperancia, cuando no connivencia, de las autoridades, que incluso tratan de invisibilizar las motivaciones de los agresores. Un acoso social que puede llegar hasta la muerte, como en el caso de la activista bisexual Yelena Grigoryeva, asesinada en San Petersburgo después de que su nombre apareciera en una lista de personas LGTBI «a cazar» publicada por un medio LGTBIfobo ruso. Por no hablar de la especial persecución que sufren las personas LGTBI en la república rusa de Chechenia.