Agresión en modo «cacería», cadena metálica incluida, a dos mujeres trans en Valencia: «os vamos a cortar la polla»
Dos jóvenes han sido detenidos tras agredir a dos mujeres trans en Valencia. Los jóvenes, de 19 y 22 años, acorralaron a las mujeres, les dedicaron insultos tránsfobos, las persiguieron e intentaron agredirlas con una cadena metálica. También intentaron atropellar a un chico que salió en defensa de las dos mujeres.
La agresión, que ocurrió en la madrugada del pasado 23 de noviembre y que detalla el diario Levante, se inició cuando las dos mujeres se encontraban junto a una marquesina de autobuses en la calle Joaquín Ballester de Valencia, junto al parque Profesor Antonio Llombart. Los agresores, que se acercaron en coche, se detuvieron a su altura y les gritaron: «¡Maricón! ¡Travelo de mierda, que tienes polla!». En ese momento, un chico que transitaba la zona salió en defensa de las mujeres. Los jóvenes lo increparon e intentaron atropellarlo.
Las mujeres, asustadas, decidieron entrar al parque para despistar a los agresores, pero estos, en lugar de marcharse, salieron del coche y las persiguieron. Un tercer ocupante del coche se quedó dentro. Tras acorralarlas, los dos agresores blandieron una cadena metálica a la que habían atado tres candados, mientras les gritaban amenazas del tipo de «maricones, os vamos a cortar la polla», «hay que matar a la gente como vosotros» o «¿no os da vergüenza por vuestra familia?».
Por fortuna las mujeres lograron salir del parque y montarse en su coche. Pero ni siquiera entonces los agresores cesaron de acosarlas. Se subieron al suyo y salieron detrás de ella. Al llegar a la altura del antiguo Hospital La Fe, se cruzaron con un coche patrulla de la Policía Local, a cuyos agentes pidieron ayuda. Estos consiguieron dar el alto a los agresores cuando trataban de alejarse de la zona. Tras registrar el coche, intervinieron la cadena descrita por las víctimas y detuvieron a los dos agresores por un presunto delito de odio. El tercer ocupante del vehículo, que no intervino activamente en la agresión, no fue detenido. Hay que añadir, además, que el joven que intentó defender a las mujeres ya había llamado por su cuenta al 112 pidiendo ayuda y denunciando el intento de atropello del que fue objeto.
En definitiva, una agresión tránsfoba que por su carácter (en modo «cacería», con persecución y cadenas incluidas) nos retrotrae a tiempos que los que tenemos ya una cierta edad creíamos ya desterrados en España. No parece que sea así, por desgracia. Es lo que sucede cuando un país no guarda memoria de su pasado.
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